Museo de Bellas Artes presenta muestra retrospectiva de Lotty Rosenfeld
Con alrededor de 70 obras y una gran cantidad de documentos y recortes de prensa -resguardados por la Fundación Lotty Rosenfeld-, la exposición Entrecruces de la memoria 1979-2020 cuenta con la curatoría de Nelly Richard y la investigación de Mariairis Flores, y es parte del Programa MNBA para la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado. Se presenta entre el 28 de septiembre y el 27 de enero en el Museo Nacional de Bellas Artes.
El Museo Nacional de Bellas Artes tiene una nueva muestra. En este caso, sobre la obra de Lotty Rosenfeld (1943 - 2020), quien a lo largo de más de cuarenta años traspasó las fronteras de los géneros, entrecruzando historia y memorias desde el cuerpo, la ciudad y el trabajo audiovisual. Se titula Entrecruces de la memoria 1979-2020.
“La obra de Lotty Rosenfeld nos convoca a pensar en colectivo y a preguntarnos acerca de nuestros contextos sociales, mediáticos y códigos normativos. En términos artísticos, a cómo quebrar el lenguaje en su amplio sentido, y como sujetos políticos, a permanecer en la inquietud que nos hace seres críticos”, comenta Varinia Brodsky, directora MNBA.
“Lotty Rosenfeld trabajó obsesivamente con la atormentada memoria de la dictadura chilena, sometiendo los fragmentos documentales y testimoniales de esta memoria inconclusa a una permanente reedición de sus huellas que no deja nunca quietas las imágenes de lo acontecido, para que la mirada del espectador se mantenga alerta. Lo que nos traspasa la obra ejemplar de Lotty Rosenfeld, es una mirada entrenada para denunciar las maniobras que hoy pretenden obliterar la violencia del pasado dictatorial o mortificar nuevamente su recuerdo traumado”, explican Nelly Richard y Mariaris Flores.
Fue la primera mujer en Chile en trabajar con video, formato que la mantuvo siempre a la vanguardia de las tecnologías. Junto a los artistas Juan Castillo, Fernando Balcelles, Diamela Eltit y Raúl Zurita, fundó en 1979 el Colectivo de Acciones de Arte (CADA), que años más tarde va a ser reconocido por la teórica y crítica del arte Nelly Richard dentro de la denominada Escena de Avanzada. Entre 1983 y 1989 formó parte de la agrupación “Mujeres por la vida”.
En 1979, en plena dictadura militar, Lotty realizó la icónica intervención Una milla de cruces sobre el pavimento. Consistió en trazar líneas en el pavimento, para intervenir los ejes que regulan el tránsito formando un signo más, a modo de cruces blancas en un gesto de desacato y cuestionamiento del autoritarismo y sus sistemas de control.
“(...) entrecruzamiento de dos líneas, la primera impuesta por un código de reglamentación social y la segunda propuesta por el arte a modo de interrogación. La obra invita al sujeto a reflexionar sobre sus dependencias a los códigos. Esta acción de arte, que he realizado por años, tiene por objeto interrogarse acerca del problema del poder en su relación con las instituciones y la vida cotidiana. Este signo alterado ha operado como metáfora en espacios que contienen marcas históricas, sociales o políticas de algún conflicto, desde aquello que afecta a la civilidad”, en palabras de la artista.
De esta forma, reiteró esta intervención en distintos lugares apelando a su significancia. Por ejemplo frente a la Casa Blanca en Washington, el Allied Checkpoint en Berlín y el Arco del Triunfo en París. Asimismo, registró estas acciones, mezclándolas con otras imágenes provenientes de los medios de comunicación, generando nuevas obras de video arte o video instalación.
Esta forma de accionar le permitió “abrir una reflexión colectiva sobre los mecanismos de disciplinamiento social que uniforman las conductas mientras, en sus video-instalaciones, se propuso desajustar el formato mediático de la cultura neoliberal quebrando los ángulos de visión de sus tecnologías del consumo”, agregan la curadora y la investigadora. Rosenfeld representó a Chile en el Pabellón Nacional de la 56° Bienal de Venecia junto a la fotógrafa Paz Errázuriz en la muestra Poéticas de la disidencia (2015), bajo la curaduría de Nelly Richard.
A lo largo de su carrera, fue galardonada con importantes premios nacionales e internacionales, entre ellos el Premio Especial del Jurado otorgado en 1982 por la First Tokyo International Video Biennal de Japón y el Premio Altazor de las Artes Nacionales en 2001 y 2003. Su obra es parte de las colecciones del Museo de Arte Moderno de New York (MoMA), Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Tate Modern de Londres, Colección FRAC Lorraine de París, Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA) y el Museo Nacional de Bellas Artes de Chile.
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