El atentado contra Allende
En los tensos días que pasaron entre el 4 de septiembre de 1970 cuando Salvador Allende (Alfredo Castro) obtuvo la primera mayoría en las elecciones presidenciales, y el 24 de octubre, día en que su elección debía ser ratificada por el Congreso Pleno, la violencia política estuvo presente en el país. Empujado por el gobierno de Estados Unidos (como revela el periodista Carlos Basso en su último libro) la CIA pensó y planificó un golpe de Estado para impedir que el socialista asumiera. Pero algunos grupos de ultraderecha llevaron las cosas más lejos e incluso pensaron en atentar contra el mismo médico y masón. Así lo muestra el primer capítulo de la serie, en que unos exaltados disparan contra su auto, pero sin herir al hombre.
Efectivamente, ello ocurrió, según lo constata el historiador español Mario Amorós en su libro recientemente publicado Allende. Biografía política, semblanza humana. “Entre el 18 de septiembre y el 11 de octubre hubo catorce atentados con dinamita y, según relató a Régis Debray, el propio Allende sufrió dos acciones que fueron desbaratadas por los integrantes de su escolta personal”.
El estatuto de garantías
Como muestra la serie, la Democracia Cristiana -liderada por un durísimo Patricio Aylwin (interpretado notablemente por Marcial Tagle)- accedió a respaldar la ratificación de Allende en el Congreso Pleno, pero a cambio exige la firma de un Estatuto de garantías, un documento con carácter de reforma constitucional, en que el mandatario se comprometía a respetar la Constitución.
Pero entre las exigencias del Estatuto, y como lo muestra la ficción, hubo una que efectivamente Allende no aceptó. Citamos nuevamente a Mario Amorós. “En la negociación de sus contenidos solo rechazó, y lo hizo de manera tajante, una exigencia del PDC: renunciar a la facultad presidencial de designar al alto mando de las fuerzas armadas”.
¿La Internacional?
Al final del capítulo 1, la serie muestra que al momento de ser ratificado por el Congreso, Salvador Allende se encontraba junto a su grupo más cercano, entre ellos, José Tohá (Néstor Cantillana), Carlos “El Negro” Jorquera (Héctor Morales), Augusto “Perro” Olivares (Iván Álvarez de Araya). Todos militantes o cercanos al Partido Socialista de Chile, colectividad donde militaba el médico. En un momento de felicidad, comienzan a entonar La Internacional.
Sin embargo, esto es poco probable que haya ocurrido. El error está en que -como muestra su sitio- el himno del PS no es La Internacional, sino La Marsellesa Socialista. En cambio, La Internacional, compuesta en francés en 1871, es una especie de himno no oficial de los Partidos Comunistas alrededor del mundo.
Fidel Castro en Chile (I)
Como muestra la serie, durante los 24 días en que Fidel Castro Ruz (Benjamín Vicuña) visita el Chile de la Unidad Popular, el líder de la Revolución Cubana pasó por varias ciudades del país. Comenzó en Santiago, siguió por el norte (donde incluso jugó dos partidos de básquetbol, en la Salitrera María Elena y en la Casa del Deportista, de Iquique), y luego fue al sur. Ahí su primera parada fue la Universidad de Concepción, lugar emblemático para la izquierda, puesto que en sus aulas se fundó el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).
En la serie, en uno de los pasillos de la casa de estudios, una joven estudiante se acerca a Fidel y le consulta si cree que el gobierno de Allende es revolucionario o reformista. Castro le responde: “Y si digo que no, ¿cómo me puedo quedar aquí?”. Ello efectivamente ocurrió, el 17 de noviembre de 1971, salvo que la pregunta no se la hicieron en un pasillo, sino en el Foro de la Universidad de Concepción, y la pregunta se la hizo llegar la Juventud Socialista.
Según consigna la nota de La Tercera de la época, Castro fue políticamente correcto y señaló: “En Chile está ocurriendo un proceso revolucionario”. Incluso, el archivo del momento se puede ver en YouTube: “En realidad, yo no soy quien debe juzgar al gobierno chileno. Yo puedo dar mi opinión sobre si la cuestión es un proceso reformista o un proceso revolucionario. Si a mí me dicen, ¿qué está ocurriendo en Chile? sinceramente les digo, en Chile está ocurriendo un proceso revolucionario”.
Fidel Castro en Chile (II)
En un momento del capítulo 2, se puede ver a Castro pronunciando un encendido discurso en un estadio. Ahí pronuncia su célebre frase: “¡Con la verdad, con la verdad, con la verdad; con la razón, con la razón, con la razón; con la moral, con la moral...con la moral!”. Ello efectivamente ocurrió, pero -seguramente por efectos de guión- la serie juntó dos discursos de Fidel Castro.
La frase que destacamos la pronunció en el Estadio Santa Laura, el 29 de noviembre de 1971, en un encuentro que el cubano tuvo con las mujeres chilenas. En el lugar, fue recibido por la senadora socialista María Elena Carrera y la diputada comunista Mireya Baltra, y Castro dio un discurso en plano dialogante. “Cada palabra de Fidel fue seguida por las mujeres con gritos de aclamación, de aprobación y de aplausos combativos”, reseñó la nota de Clarín, al día siguiente.
La serie muestra que tras Fidel, habló el Presidente Allende. Sin embargo, ello no ocurrió en Santa Laura, sino que en la despedida al líder cubano en el Estadio Nacional, pocos días después, el 2 de diciembre. Y tal como muestra la ficción, el Mandatario hizo una sentida defensa del proceso que lideraba. “Que lo sepan, que lo oigan, que se les grabe profundamente: defenderé esta revolución chilena, y defenderé el Gobierno Popular porque es el mandato que el pueblo me ha entregado, no tengo otra alternativa, sólo acribillándome a balazos podrán impedir la voluntad que es hacer cumplir el Programa del pueblo”.
Allende en la ONU
A fines de 1972, con el paro de los empresarios del transporte aún resonando, Allende emprendió la mayor gira internacional de su mandato, entre el 30 de noviembre y el 14 de diciembre. Pasó por Lima, México, Nueva York, Argel, Moscú, Kiev y La Habana. Fue el 4 de diciembre cuando, tal como se muestra en la serie, intervino en el XXVII período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, la ONU. En la ocasión, el mandatario aprovechó de denunciar a la trasnacional ITT.
Citamos a Mario Amorós: “Desde aquella tribuna defendió la nacionalización del cobre y denunció la agresión que su pueblo sufría de las multinacionales norteamericanas, en especial de las compañías cupríferas y la ITT, a la que, después de recordar su complicidad con el asesinato del general Schneider, acusó de haber pretendido desencadenar una guerra civil”.
“Señores delegados: Yo acuso ante la conciencia del mundo a la ITT de pretender provocar en mi Patria una guerra civil. Esto es lo que nosotros calificamos de acción imperialista”, señaló Allende en la ocasión.