La Maravillosa Historia de Henry Sugar: así es el sólido debut de Wes Anderson en Netflix
Tras pasar por salas con Asteroid City, el cineasta llegó a Netflix con un elogiado filme de 39 minutos que gira en torno a un hombre rico que desea que un gurú le enseñe su habilidad para ver sin abrir los ojos. Es el primero de cuatro cortometrajes que hizo a partir de la obra de Roald Dahl y que la plataforma estrena esta semana de manera consecutiva.
Wes Anderson conoció a Felicity Dahl en el rodaje de Los excéntricos Tenanbaums (2001), hace más de 20 años. Ese nexo con la viuda de Roald Dahl le permitió conseguir los derechos de El Superzorro (1970) y tomar ese libro como eje para realizar su primer largometraje de animación, Fantastic Mr. Fox (2009), una de las cumbres creativas de su carrera.
Esa exitosa colaboración permitió establecer el compromiso para que Anderson adaptara Historias extraordinarias (1977), el libro de cuentos compuesto por La maravillosa historia de Henry Sugar y seis relatos más. Felicity le cedió su puesto a cargo del patrimonio a Luke, el nieto del autor británico, pero Anderson siguió siendo una prioridad para intentar llevar al cine esa obra.
El problema es que, tras múltiples intentos, el cineasta estadounidense no logró encontrar la manera de completar su trabajo. “Simplemente no supe cómo adaptarlo. No vi una manera de hacerlo”, reconoció a Deadline.
Cuando llegó el momento en que había resuelto el desafío y quería avanzar con la filmación, los derechos ya no le pertenecían a la familia Dahl. A fines de 2021, Netflix adquirió Roald Dahl Story Company en una millonaria cifra con el fin propósito de realizar diferentes series y películas en torno a la obra del escritor. Planes que comenzaron con una versión musical de Matilda –estrenada a fines de 2022– y que ahora continúan con los cortometrajes que el director de Asteroid City (2023) filmó en Inglaterra junto a un pequeño grupo de actores.
Si bien Anderson no es un admirador del streaming, no le quedó más alternativa que aliarse con la plataforma para concretar su sueño y filmar el proyecto tal como lo imaginaba, dando como resultado cuatro cortos tremendamente fieles a la obra original y al genio del cineasta.
El primero y más extenso es La maravillosa historia de Henry Sugar, filme de 39 minutos que presentó en el Festival de Venecia y que tiene a Benedict Cumberbatch en el rol de un hombre rico de 41 años que se entera de la existencia de Imdad Khan (Ben Kingsley), un gurú que puede ver sin abrir los ojos.
Quien introduce a ese personaje es el propio Roald Dahl, interpretado en la ficción por Ralph Fiennes. Instalado en su oficina, y dirigiéndose a la cámara, describe las particularidades del protagonista, un hombre soltero que heredó su riqueza de su padre y que nunca le ha trabajado un día a nadie. Su intervención permite que entre en escena el personaje de Cumberbatch, aunque este rápidamente la abandona, porque encuentra un relato escrito a mano por un médico indio (Dev Patel).
En ese inicio la película despliega sus estimulantes recursos y justifica por qué Anderson la ha definido como un cruce de cine con teatro: los personajes rompen la cuarta pared, recitan pasajes del cuento y el diseño de producción adopta la forma de una gran obra. Además, el elenco interpreta más de un personaje a lo largo del metraje.
“Su presentación es algo que nunca habíamos visto, ni de Anderson ni de nadie más, pero su espíritu no podría ser más familiar para cualquiera que haya seguido su trabajo”, consignó Indiewire, llamándolo “el filme visualmente más inventivo que Anderson ha hecho hasta ahora”.
“Ese tipo de atención maníaca al detalle puede resultar exasperante para algunos espectadores, pero para los fanáticos hay un orden exquisito en lo absurdo del universo en miniatura de Anderson”, opinó The Hollywood Reporter.
Ya disponible en Netflix, el siguiente corto del director sobre Dahl es El cisne, en que el actor Rupert Friend relata la historia de un niño hostigado por dos muchachos crueles. Mañana y el sábado llegarán los dos siguientes: El desratizador, donde Ralph Fiennes interpreta a un exterminador de roedores, y Veneno, en que también participan Benedict Cumberbatch, Ben Kingsley y Dev Patel.
Todos son trabajos que alimentan la idea de que el cineasta está cada vez un poco más cerca de incursionar en el teatro. Sin embargo, él desestima esa opción por el momento. Según explicó a Vogue, “cuando haces una obra, sabes la fecha de estreno antes de empezar a ensayar. Con una película, tienes tiempo para seguir puliendo. Para hacer una obra de teatro, debes estar preparado. Eso me parece un poco aterrador”.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.