Si bien es presentado como un documental de ciencia ficción, en su relato no cuenta con ningún elemento que haya sido inventado para la ocasión.
De hecho, las grabaciones de voz, el archivo de programas televisivos y los testimonios que componen el filme Isla alien corresponden a una trama real que se desarrolló en el país durante la dictadura, y que ha fascinado tanto a radioaficionados y ufólogos como a personas comunes y corrientes durante casi cuatro décadas.
Cristóbal Valenzuela Berríos, director que en Robar a Rodin (2017) se aproximó al insólito hurto de una escultura del artista francés del Museo Nacional de Bellas Artes en 2005, esta vez se interna en la historia de Isla Friendship, la misteriosa isla que supuestamente estaría ubicada al sur de Chiloé y poblada por extraterrestres.
El cineasta, con la libertad que le otorga no pertenecer a la ufología, explora ese mito de los 80 jugando con la estructura y la forma. Recuerda la cobertura que le dio al caso Patricio Bañados en TVN, reúne referencias audiovisuales que aluden a universos de ciencia ficción (adoptando el blanco y negro) y, sobre todo, cuenta con el testimonio de Ernesto de la Fuente, el hombre que en 1989 declaró haber sido sanado de un cáncer por habitantes de aquel lugar que nunca ha podido ser hallado en el mapa.
Tras sus pasos por Sanfic y el Festival de Gualajara, la nueva cinta de Valenzuela debutará en salas del país este 2 de noviembre a través de Miradoc. Será uno de los primeros documentales nacionales en llegar a cines locales tras el fenómeno que ha protagonizado La memoria infinita, que la semana pasada superó la barrera de los 300 mil espectadores.
Estrenado el 24 de agosto, el largometraje de Maite Alberdi se convirtió no sólo en el documental chileno más visto de todos los tiempos (adueñándose de la marca que Ojos rojos ostentó durante 13 años), sino que en la película nacional con mejores números en un lustro, desde que la comedia No estoy loca convocó a más de 587 mil asistente durante el verano de 2018.
El siguiente título de no ficción que aterrizará en el circuito es, coincidentemente, uno que produce Alberdi: La casa, el filme más reciente de Bettina Perut e Iván Osnovikoff, que se lanzará este jueves 5 de octubre. La reconocida dupla de cineastas filma el mundo interior y exterior de su hogar, parte de un condominio de casas ubicado en las afueras de Santiago, donde se mudaron poco antes del inicio de la pandemia.
El relato visual se sustenta en imágenes de mascotas, insectos, preparaciones de comida y dispositivos electrónicos, pequeños elementos que fijan la atención en lo más minúsculo de la existencia. En contraste, el relato sonoro lo componen los audios de WhatsApp que llegan a los celulares de Perut y Osnovikoff. La mayoría de ellos son de vecinos que reaccionan al estallido social, a la llegada del Covid y al desarrollo del proceso constituyente. Testimonios que funcionan como un retrato poco convencional de un período del país y un análisis certero de las confianzas, los temores y las ansiedades de nuestra época.
Los 72 minutos de La casa son una nueva prueba de que sus realizadores son capaces de provocar reflexión, empatía e incluso comedia con puntos de partida que, en el papel, implican una compleja resolución.
Si se trata de resolver premisas complejas, Malqueridas también tiene grandes méritos. En su primer largometraje, la cineasta Tana Gilbert se nutre de imágenes y videos registrados con celulares para profundizar en las diferentes vivencias de la maternidad en la cárcel.
Su personaje principal es Karina, una mujer privada de libertad que con su testimonio representa los casos de reclusas que son separadas de sus hijos cuando estos cumplen dos años. La directora se contactó con más de 20 mujeres en esa situación para construir una película que cuenta con una particularidad formal: todo su metraje es vertical, respetando que así fueron tomadas las grabaciones y fotos que las protagonistas les cedieron para su proyecto.
En septiembre, en la 80° edición del Festival de Venecia, el jurado de la Semana de la Crítica le entregó el máximo premio de la sección, asegurando que “su temática es asombrosa y su propuesta formal, magistral”, y enfatizando que Gilbert “nos sitúa junto a mujeres prisioneras, sin emitir ningún juicio sobre su valor, y esta es una de las maravillas de la licencia poética del cine”.
Su debut nacional se producirá en la próxima versión del Festival de Valdivia, donde tendrá funciones el jueves 12 y sábado 14 de octubre. Su estreno en cines está planificado para el primer semestre de 2024, aunque está considerado que participe en otros festivales locales.
Para ese momento del próximo año también se prepara el lanzamiento de Himno, documental dirigido por Martín Farías y producido por Eileen Karmy sobre la canción de protesta más célebre nacida en el país, El pueblo unido jamás será vencido.
Creado hace medio siglo por Sergio Ortega y miembros de Quilapayún, la composición es el foco de un documental que se pregunta por su origen y su evolución, hasta ser entonado en diferentes puntos del mundo. Los realizadores e investigadores entrevistan a músicos provenientes de Portugal, Finlandia y Japón, a modo de reunir una colección de voces que descifran las claves de su impacto.
El proyecto fue premiado en la categoría Work In Progress en el Festival In-Edit Chile 2022 y llegará a salas a través de Miradoc en una fecha a definir.