Desde su estreno en 2019, The Boys se ha convertido en una de las series más populares de Amazon Prime. Una apuesta arriesgada, que llegaba cargada de sangre e incorrección política para mostrar el lado oscuro de los superhéroes.
Aquí se presentaba un mundo en donde las personas con superpoderes existen y son las estrellas planetarias, que no sólo salvan personas sino que también actúan en películas, tienen líneas de merchandising y van a promocionarse a los programas de televisión. Pero mientras su imagen pública es intachable (al menos al inicio de la serie), en privado usan y abusan de su poder para conseguir cualquier cosa que quieran.
Ya van tres temporadas de esta historia y con el éxito obtenido era lógico que viniera una segunda apuesta dentro del mismo universo. Esto es Gen V, estrenada esta semana en la plataforma y que ya tiene cuatro de sus ocho episodios disponibles.
Aquí la acción se traslada a Godolkin, una universidad a la que sólo asisten personas con superpoderes, en busca de luego saltar a un “trabajo” como superhéroes o en la industria del entretenimiento. Ahí hay un sistema que reankea a sus estudiantes, volviéndolos estrellas desde la juventud y por supuesto también hay secretos y oscuras intenciones que de a poco se van revelando.
Así, Gen V entrega una mezcla de géneros que a veces es disonante pero que también se presenta como una combinación novedosa. Por un lado las marcas registradas de The Boys están presentes: muchísima sangre y momentos incómodos o que hacen casi querer cerrar los ojos, combinados con personajes nobles y personas poderosas que guardan oscuros secretos.
Pero junto con esto, la serie al instalarse en un campus universitario también es a ratos un melodrama no muy fino sobre las dificultades de convertirse en una persona adulta. Corazones rotos, miedo a fallar, el atractivo y terrorífico mundo de las redes sociales…
Es sin duda una mezcla que llama la atención y que puede convertirse en un nuevo éxito para la franquicia, mientras se tome con la liviandad y se mida con la vara que propone: diversión ligera y sangrienta.