La nueva vida de Los Tres ya es un hecho. Tal como adelantó Culto en agosto, la formación original de la banda que mejor representó el cancionero nacional de los 90 y la transición, con un generoso culto en otras plazas de la región, retornará a los escenarios con una serie de proyectos y conciertos que declaran nuevos aires para un colectivo legendario.
El cantante Álvaro Henríquez, el bajista Roberto “Titae” Lindl, el guitarrista Ángel Parra y el baterista Francisco “Pancho” Molina serán los responsables de retomar actividades luego de 23 años, cuando el 19 de mayo de 2000 ofrecieron su último concierto en Concepción. Después, en 2006, el conjunto se reunificó para dos espectáculos en el Movistar Arena, pero sin Molina en la alineación.
Ese elenco duró hasta 2013 -período en que el despacharon los sólidos discos Hágalo usted mismo (2006) y Coliumo (2010)-, cuando Parra también optó por abandonar sus filas. Luego, Henríquez y Lindl siguieron a bordo con instrumentistas más jóvenes, abriendo en abril de este 2023 un “receso indefinido”.
Pero el paréntesis era sólo un llamado de espera. La agrupación finalmente revivirá hasta ahora con dos paradas. Como si se tratará de cerrar el círculo, el primer show de la vuelta será el sábado 6 de abril en su natal Concepción, en el estadio Ester Roa.
Tras ello, viajarán a Santiago para materializar dos fechas en la capital: sábado 27 y domingo 28 de abril en el Movistar Arena. El título del proyecto es la “Revuelta”.
Las entradas estarán a la venta desde el jueves 12 de octubre al mediodía en Puntoticket.com.
Antes, este mismo jueves 12 a las 13.30 horas, darán un concierto gratuito en la Plaza de la Independencia de Concepción.
Eso sí, la operación retorno tuvo una cocción lenta.
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A mediados de junio de 2017 se registró el primer intento serio por reunificar al elenco clásico. Por esos días, los representantes de Los Tres contactaron a Molina y Parra, y les propusieron unirse para una gira nacional que esa temporada celebraría los 20 años del disco Fome (1997).
El plan era que los cuatro amigos de antaño revivieran viejos éxitos como Olor a gas, Bolsa de mareo o La torre de Babel, todos parte de su obra cumbre. Molina se mostró entusiasmado con la idea, pero Parra propinó un portazo inmediato. Al enterarse, el baterista también prefirió bajarse: o eran los de siempre o nada.
Dos años después, en 2019, sucedió lo que para muchos fue la primera vez en que los cuatro integrantes volvían a trazar un vínculo más profundo que podía precipitar una reunión por voluntad propia. En esos momentos, retomaron el contacto para ordenar y poner al día todos los aspectos relativos a regalías de sus contratos discográficos.
Eso sí, gran parte de la comunicación fue nuevamente a través de correos electrónicos, terceros o representantes. Pero de algo sirvió: era la primera vez en décadas que, por ejemplo, Molina volvía a relacionarse a fondo con temas referentes a Los Tres.
Pese a que la posibilidad de reencuentro por primera vez merodeaba a los artistas de manera un poco más formal y consistente, todo quedó en nada. Otra vez hubo un portazo. Aunque esta vez fue externo. En 2020 llegó la pandemia y cualquier proyecto de apetito masivo fue atrapado por el encierro.
Había que esperar un tiempo para que las condiciones fueran más favorables.
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Y pasó el confinamiento. Junto con eso, hacia principios de 2022, se reactivaron las conversaciones para que los hombres de Amor violento retomaran su historia. Hubo fechas, plazos, renovados acercamientos y los primeros acuerdos. Pero nuevamente un factor ajeno los frenó: el regreso de Los Bunkers.
Cuando Los Tres vieron que la vuelta de sus coterráneos era una realidad -anunciada en mayo del año pasado, en un principio con un concierto en el Estadio Santa Laura que terminaron siendo dos-, consideraron que tal noticia dominaría la atención masiva, los titulares y los gustos del público, por lo que era mejor replegarse hasta nuevo aviso. Quizás sin saberlo, sus alumnos más aventajados se habían adelantado a los padres artísticos.
De esa forma, llegó 2023 y las tratativas entraron en tierra derecha. Para muchos consultados del círculo cercano a la agrupación, Henríquez hoy, a sus 53 años, tiene otra actitud frente a sus socios de ruta y considera que está en el instante exacto para volver a tenerlos cerca en un escenario.
La misma actitud ha admitido “Pancho” Molina. El percusionista -que volvió al país en 2016 y hoy reside en Concepción- también ha aceptado que nunca guardó ninguna mala vibra con Los Tres y que, por lo mismo, está llano al reencuentro.
En ese puzzle, los cuatro músicos decidieron juntarse por primera vez en agosto pasado en los Estudios del sur. La idea era ensayar, probar el músculo, calibrar dónde había quedado la química de los 90.
En declaraciones entregadas por su equipo de prensa, “Titae” comenta al respecto: “Ha sido súper natural y súper mágico y súper, creativamente hablando, súper potente. Llegamos acá después de 23 años sin tocar juntos y el primer día sacamos cinco temas, al tiro. Grabados y cantados por Álvaro. Fue súper potente ese día, quedamos todos bastante eléctricos. Y eso denota que la confianza y el gusto musical y todo lo que aprendimos esos primeros años, esos primeros discos que grabamos, está todo intacto, así que ha sido volver a retomar esa magia que tuvimos al hacer esos primeros discos”.
Parra se suma: “Se siente una emoción particular, porque este es un camino que queríamos tomar hace mucho tiempo y que tomó diferentes aspectos de nuestras vidas. Uno entre en el mundo de los sueños también, de acordarse de los amigos, de acordarse de cuando teníamos 20 y partíamos ensayando en las casas y tantas anécdotas que están en nuestro disco duro muy presente en todo el tiempo que no estuvimos juntos. Y ya el reencuentro mismo es un momento súper especial por todo lo que hemos vivido y que se ha ido sumando a nuestro bagaje musical, pero también la experiencia de vida a la edad que tenemos en lo artístico, en lo personal, la cantidad de cosas que hemos hecho todos, sumado a ese cariño que está intacto de la gente”.
Henríquez pone el foco en lo que más le gusta del retorno: “Yo pensaba: ¿qué es lo más entretenido? Aparte de que somos amigos y nos conocemos hace mucho tiempo. Es la calidad musical. Personalmente yo estoy dichoso de poder tocar con tan buenos músicos. Y además que son amigos. Entonces, es una situación ideal”.
También reafirma que es el minuto idóneo para un nuevo abrazo de amistad. “Yo creo que estamos en la edad perfecta para tocar. La experiencia que hemos tenido cada uno en sus propios proyectos. Entonces yo creo que es un momento ideal, estamos todos sanos, estamos todos bien. Hay una comunión en que estamos muy contentos, un nivel de felicidad muy alto en todo esto, y eso es lo mejor que le puede pasar a uno como músico”.
Por su lado, Molina, el hombre que estuvo más de dos décadas fuera del cuarteto, asegura: “Súper increíble, loco. Como decían los músicos aquí, 23 años fueron para mí de no estar en contacto con ellos y fue muy interesante volver a escuchar la música de Los Tres un par de semanas antes de volver al estudio. Yo sabía que me iba a juntar con ellos de nuevo. Estaba escrito en algún lado del disco duro. Pensaba: 23 años que no hemos tocado, estoy seguro que vamos a llegar al estudio y va a sonar ok. Va a sonar bien. Y eso fue bastante increíble llevarlo a la práctica. Porque uno puede decir: 23 años y el beat va a estar en cualquier lado. Fue bastante mágico. Fueron unas buenas cuatro a cinco horas en que cortaron cinco tracks. Además, las versiones que hicimos están con cualquier tipo de swing”.
“En lo personal, yo quería estar con la banda hace mucho tiempo. Y que haya pasado así rápido, así de conciso y sin ninguna duda, porque no había ninguna duda en la huevá, puta fue un descanso, un alivio”.
¿Y cuál fue la primera canción que partieron ensayando? Los músicos responden: Hojas de té, uno de los sencillos que hizo despegar La espada & la pared (1995). Después, se arrojaron a desenfundar sólo clásicos. “Para mí era como un resumen del lado rock and roll de Los Tres. Dijimos partamos por esta. La primera toma salió ahí, la segunda salió bien y la tercera salió increíble”, enumera Henríquez.
De hecho, se dieron impulso para grabar una nueva versión del hit, más cruda y frontal, como carta de presentación de esta nueva era. Fue grabada en los propios Estudios del sur y masterizada en Abbey Road, estudio inglés donde -entre otros- The Beatles forjó su eternidad.
El video fue dirigido por el actor y realizador Boris Quercia, también colaborador habitual de los oriundos de Concepción.
La foto principal que ilustra este artículo y que también los muestra en la actualidad, fue capturada por Antonio Larrea, fotógrafo, diseñador y mentor de la iconografía de la Nueva Canción Chilena.
Como aspecto singular, los dos shows de Los Tres en la capital coinciden con los mismos que darán Los Bunkers en el Estadio Nacional, en la misma fecha, 27 y 28 de abril.
¿Otra coincidencia? Ambos participarán de la ceremonia de inauguración de los Juegos Panamericanos 2023 que se hará el 20 de octubre en el Estadio Nacional.
*Precios:
Sábado 6 de abril 2024 - Estadio Ester Roa, Concepción.
Cancha General, $28.000
Palcos, $120.000
Andes VIP, $95.000
Andes Superior, $35.000
Andes Inferior, $40.000
Pacifico Superior, $45.000
Pacifico Inferior, $50.000
Galería, $22.000
Silla de Ruedas, $28.000
Acompañante Silla de Ruedas, $28.000
*El precio de las entradas no incluye cargo por servicio. *Concierto para todas las edades
*Sábado 27 - Domingo 28 de abril 2024, Movistar Arena, Santiago.
Diamante, $109.250
Platinum , $97.750
Golden, $74.750
Silver, $57.500
Golden Platea Baja, $80.500
Silver Plata Baja, $63.250
Platea Alta, $51.750
Galería, $28.750 Silla de Ruedas $57.500 Acompañante Silla de Ruedas, $57.500
Platea Alta Full, $51.750
Tribuna, $28.750
*Todas las ubicaciones son numeradas.
*El precio de las entradas no incluye cargo por servicio.
*Conciertos para todas las edades