Chile se preparaba para elegir al representante que ocuparía el pabellón del país en la 60° edición de la Bienal de Venecia, evento que se desarrollará entre el 20 de abril y 24 de noviembre de 2024. La semana pasada, el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio reveló a los siete proyectos mejor evaluados por los jurados de la convocatoria, que estuvo abierta desde el 7 de junio al 28 de julio de 2023.
Sin embargo, días después de publicado el resultado, la lista se redujo a cinco, debido a la sorpresiva renuncia de dos de las iniciativas preseleccionadas.
Primero, Pabellón Atacama, del artista Patrick Hamilton, anunció su retiro del proceso a través de una carta. Esa misiva advirtió “una incómoda sumatoria de escollos en la organización del concurso”, detallando cambios en las bases y en los plazos estipulados.
Luego, durante el desarrollo de esta jornada –según reveló Culto–, se produjo la renuncia de El Pabellón de la libertad, de los cineastas y artistas visuales Cristóbal León y Joaquín Cociña.
En respuesta a eso, el ministerio encabezado por Carolina Arredondo hizo pública una declaración de Alessandra Burotto, secretaria ejecutiva de Artes de la Visualidad, de la Subsecretaría de las Culturas y las Artes, en que indica que “se mantuvo comunicación constante con los interesados y postulantes de manera permanente mediante los canales oficiales. Igualmente, los criterios para seleccionar al jurado son parte de estas mismas bases, por ende, de conocimiento público”.
La carta firmada por los responsables de Pabellón Atacama enfatizó que el pabellón se ubicaría en un lugar distinto al de años anteriores, contraviniendo lo estipulado en el concurso. “La nueva ubicación del Pabellón fuera del recinto de la bienal es un grave retroceso para la representación nacional de Chile”, argumentaron.
Burotto se hace cargo de ese punto, planteando que la organización de la Bienal de Venecia “comunicó con fecha 28 de junio, que el Isolotto, ubicado en el edificio del Artiglieri dell’Arsenale, entraría a restauración en 2024 dado sus daños estructurales y problemas de seguridad para el público”.
Según explica, la entidad ofreció como alternativa “una pequeña sala en D’Armi, edificio frente al Artiglieri, de 100 m2, bastante menos que el estándar de área utilizado e insuficiente para la propuesta estratégica de Chile en esta edición en particular, por lo que no fue aceptado”.
Finalmente, el espacio escogido por Chile, se detalla, “se encuentra en el ala norte del Arsenal. El espacio cuenta con 400 m2, una planta abierta en el primer piso y un corredor perimetral en el segundo. Es un espacio destacado, que se encuentra frente al Pabellón de Italia. De hecho, en el año 2019 Lituania, que se adjudicó este espacio, ganó el Globo de Oro al Mejor Pabellón de la Bienal por su montaje Sun & see”.
“La selección del espacio se basó en los siguientes criterios: tamaño, capacidad para albergar un programa público, prestigio del espacio, transporte y la relativa cercanía al Artigliere”, sostiene.
El el intertanto, afirma la secretaria ejecutiva de Artes de la Visualidad, “se ampliaron las fechas de postulación por 25 días adicionales. Esta modificación otorgó un total de 50 días corridos para que los postulantes trabajaran con tranquilidad en la primera etapa, un plazo inédito en este concurso”.
En parte de los postulantes también provocó malestar el anuncio –a juicio de ellos, tardío– de una muestra en torno a Chile en 1974, a propósito de los 50 años del golpe de Estado.
“Sobre la conmemoración de los 50 años de la Bienal Libertà per il Cile de 1974: ésta se realizará con acciones específicas que podrán tener lugar en espacios alternativos de la propia Bienal, en la Embajada de Chile en Italia o en otros lugares adecuados, puesto que tiene un perfil performativo y audiovisual”, especifica Burotto.
Por el momento, son cinco los proyectos que continúan participando en el proceso y podrían transformarse en el representante nacional: Cosmonación, de la artista Valeria Montti; Cuando el agua flota, de Enríquez Ramírez; Ckooli Paatcha: Buscando al hombre de cobre, de Nicolás Grum; Racconto, de Leonardo Guajardo Portus, y El calendario perpetuo, que realizan una decena de artistas.