Las revelaciones en torno a la vida de Britney Spears parecen infinitas. De nunca acabar y siempre sorprendentes.

¿La última? La cantante reveló un desconocido pasaje de su relación amorosa con Justin Timberlake en The woman is me, su esperado libro de memorias que este mes debutará en Estados Unidos -el 24 de octubre- y que también se editará en otros mercados, como Chile (a través del grupo editorial Penguin Randon House).

En el texto, la cantante asegura que estuvo embarazada del ex N’Sync, y que juntos, tras una serie de discusiones al respecto y después de un tiempo, decidieron que la artista se sometería a un aborto.

De acuerdo a fuentes del portal TMZ que tuvieron acceso al ejemplar, Spears cuenta que sentía que Timberlake era “el amor de su vida”. El embarazo, según su relato, ocurrió en el 2000, cuando la pareja bordeaba los 19 años y recién empezaban su carrera.

A pesar que asegura que fue “criada para no abortar”, la cantante dejó en claro que la decisión fue tomada en conjunto. En un comienzo, según dice, su intención era tener al bebé.

“Fue una sorpresa, pero para mí no fue una tragedia. Amaba mucho a Justin. Siempre esperé que algún día tuviéramos una familia juntos. Esto sería mucho antes de lo que había previsto”, dijo la celebridad en los extractos compartidos por el medio estadounidense People.

“Pero Justin definitivamente no estaba contento con el embarazo. Dijo que no estábamos preparados para tener un bebé en nuestras vidas, que éramos demasiado jóvenes», agrega el fragmento publicado.

La relación entre ambas figuras del pop comenzó en 1999 y se prolongó por tres años. De acuerdo al mismo portal estadounidense, la intención de Britney era casarse con Justin. Eso sí, la “Princesa del pop”, en algún momento apuntada como la sucesora de Madonna, cuenta en las páginas de sus memorias que el aborto la atormentó durante años y fue un hecho que nunca la dejó tranquila.

Eso sí, en 2005 el mal momento se diluyó en parte cuando tuvo a su primer hijo junto a su entonces esposo, Kevin Federline. Se trata de Sean Preston. Un año después llegó el segundo, Jayden James. Con ellos, y pese a los altibajos de su carrera, logró impulsar una familia por un período estable.