Un flechazo, infidelidades y un (no) divorcio: Jada Pinkett y Will Smith, historia de un matrimonio tóxico
Se conocieron en el rodaje de El Príncipe del Rap, cuando Smith ya estaba casado. Pero después de un tiempo, ambos pudieron comenzar a salir y formalizar una relación, con dos hijos. Sin embargo, con el tiempo empezaron a acusar desgaste y hasta una infidelidad. Acá una vista a una de las parejas más comentadas de Hollywood, cuya historia renace con la publicación de las memorias de Jada.
Si bien Will Smith le gritó “¡deja el nombre de mi esposa fuera de tu maldita boca!” al comediante Chris Rock durante la ceremonia de los Oscar 2022, antes de propinarle un recordado bofetón, lo cierto es que en esa frase hay algo inexacto. Jada Pinkett y Will Smith hace siete años que están separados. Lo confirmó ella misma en sus memorias, recién estrenadas.
“Todavía estamos viendo cómo nos arreglamos. Hemos hecho mucho trabajo duro juntos. Sentimos un amor profundo el uno por el otro y vamos a descubrir cómo es esta situación para nosotros”, escribió Pinkett Smith en las páginas del volumen, que suman poco más de 400.
¿Cómo empezó todo? Smith y Pinkett se conocieron durante el rodaje de la recordada serie El príncipe del rap (que en Chile se veía por las pantallas de Canal 13). Pinkett hizo una audición para el papel de la novia de Will, pero no lo consiguió. Sin embargo, hubo algo de química entre ambos. Quedaron en contacto, a pesar de que en ese momento, Will estaba casado con Sheree Zampino con quien tiene a su hijo Trey.
A Smith, Jada le quedó dando vueltas. “Me di cuenta de que no estaba con la persona con la que se suponía que debía estar. Estaba sentado en un excusado y lloraba y reía sin control, sabía [que Jada] era la mujer con la que se suponía que debía estar, pero no me divorciaba nunca...Así que salí, me senté con Sheree, hablamos y decidí seguir con mi vida”, comentó en 2018. Poco después, en 1995, rompió con Sheree, y partió raudo a ver a Jada. Sin rodeos, le pidió salir. Ella, quien estaba soltera, aceptó.
Se casaron a los dos años, en 1997, y con el tiempo, llegó la descendencia. En 1998 tuvieron su primer hijo -Jaden-, y luego una hija, Willow, en el 2000. Ambos, criados con sentido de independencia. “Siento que el mejor regalo que le puedo dar a mis hijos es la libertad de ser quienes son. Jada y yo nos tomamos muy en serio el tema”, mencionó Smith a BET, en 2016.
Con el tiempo, las relaciones de pareja acusan los costos del desgaste. De hecho, en 2013 hubo rumores de que ambos estaban optando por una relación abierta, los que Pinkett desmintió tajante en sus redes sociales: “Will y yo podemos hacer ambos lo que queramos, porque confiamos el uno en el otro. Eso no significa que estemos en una relación abierta, eso significa que estamos en una relación madura”.
Dos años después fue Will quien salió al paso de los mismos rumores, y descartaba un quiebre entre ambos. “En circunstancias normales, no suelo responder a las tonterías. Pero tanta gente me ha dado su ‘más sentido pésame’ que pensé: ‘¡Qué diablos... yo también puedo ser tonto!’”, escribió en Facebook en ese momento. “Entonces, en aras de lo redundante, repetitivo, una y otra vez… Jada y yo… ¡NO NOS DIVORCIAREMOS!”.
Sin embargo, el desgaste comenzó a notarse de manera inevitable. En 2018 se reveló que ambos ya no hablaban de estar casados. “Simplemente ya no decimos que lo estamos. Nos referimos a nosotros como compañeros de vida. No hay factores que rompan nuestro trato y no hay nada que Jada pueda hacer que rompa nuestra relación. Ella tiene mi apoyo hasta la muerte y se siente muy bien llegar a este acuerdo”, explicó Will en el podcast Rap Radar.
Incluso, pronto se supo de la aventura extramatrimonial que Pinkett mantuvo con el rapero estadounidense August Alsina, quien aseguró haber recibido el pase del mismo Smith. “De hecho, me senté con Will y tuve una conversación debido a la transformación de su matrimonio a una sociedad de por vida de la que han hablado varias veces y que no involucra romanticismo”.
Jada Pinkett no lo desmintió, y lo confirmó: “Decidimos que nos íbamos a separar por un periodo de tiempo y tú descubres cómo hacerte feliz y yo descubriré cómo hacerme feliz”, expresó Jada en ese momento. “A partir de ahí, con el paso del tiempo, me metí en un tipo diferente de enredo con August... Sí, era una relación por completo”.
De ahí en adelante, ambos han coincidido en algo: ninguno quiere divorciarse. En sus memorias, Smith comentó que el matrimonio fue “la muerte brutal de nuestras fantasías románticas, la quema de la ilusión idealista del matrimonio perfecto y la familia perfecta. Ninguno de nosotros quería el divorcio; sabíamos que nos amábamos, y algunos aspectos de nuestra unión eran mágicos. Pero la estructura de la vida que habíamos establecido nos estrangulaba a ambos”.
Jada Pinkett confirmó en la misma línea: “Hice la promesa de que nunca habrá una razón para que nos divorciemos. Trabajaremos en lo que sea. Y simplemente no he podido romper esa promesa”. Por ello, a la actriz le sorprendió que Smith se refiriera a ella como “su esposa” en el incidente con Rock.
“Aunque hacía mucho tiempo que no nos llamábamos marido y mujer, dije: ‘Ahora soy su esposa. Nosotros en esto’. Eso es lo que soy”, me dijo, y agregó: “Ese es el regalo que tengo para ofrecer, como, ‘Oye, voy a estar contigo’”.
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