Mucho antes que Mario Kreutzberger en Miami, Enrique Maluenda -fallecido este domingo 22 a los 88 años- había desarrollado una carrera en el extranjero. En los años 60, luego de despuntar en Chile, pasó por canales de Perú y Puerto Rico, con programas que se replicaban para gran parte de Latinoamérica.
Con ese currículum, en 1970 volvió a Chile bajo una oferta tentadora: asumir el programa Sábados en el 9, de Canal 9, con el propósito explícito de competirle a Sábados Gigantes, de Canal 13, a cargo del propio Don Francisco y que ya acumulaba ocho años como un buque imbatible de la franja sabatina.
Era una tarea ruda, pero Maluenda la asumió consciente de que también poseía fortalezas para la gran batalla. Y lo logró: Sábados en el 9 se convirtió en un temido contrincante para Kreitzberger y su misceláneo de concursos, entrevistas y reportajes.
“Hasta el momento Sábados Gigantes no tiene competencia que intenta arrebatarle a su público cautivo. Pero ahora Canal 9 de la Universidad de Chile prepara un golpe”, relata el programa Biografías que emitió Canal 13 en 2005, en su capítulo dedicado a Don Francisco.
Ahí, el director de Sábados en el 9, Antonio Freire, recuerda cómo fue el cara a cara entre los pesos pesados de la pantalla chica local: “(Enrique Maluenda) entró con el pie derecho. Lo animaba en coequipo con Juan La Rivera. Mario en su desesperación, en vez de empezar a las tres, decía vamos a salir a las dos y media. Nosotros salíamos a las dos. Sin el decía a la una y media, nosotros salíamos a la una. Si él decía ‘voy a seguir con el programa hasta las ocho’, nosotros seguíamos hasta las ocho y media. Estaba todo abierto”.
La estrategia, el combo y combo, arroja resultados: el proyecto de Maluenda logra ganarle a Sábados Gigantes. Don Francisco teme que la situación pueda ser irreversible. Piensa que el naufragio es inminente.
Por esos días, el animador de Canal 13 tiene un encuentro casual con Freire donde reconoce que su rival los venció. Incluso le revela que tiene la intención de irse a trabajar a un canal universitario de Costa Rica.
Lo que Kreutzberger no sabe es que Maluenda le ha comunicado a su equipo que no seguirá en el programa. Se irá nuevamente al extranjero. Por tanto, Sábados en el 9 queda descabezado y a la deriva.
Don Francisco, ya sin una amenaza fuerte, decide quedarse en Chile. Sábados en el 9 sitúa a cuatro animadores para competirle, pero el formato no funciona.
Don Francisco ha vuelto a ser el rey sin contrapesos de la pantalla chilena. Un trono que, claro, a partir de ahí se mantendrá por décadas.