Coincidió con él mientras se ocupaba de la batería en la orquesta de los programas de televisión Sábados en el 9 (1970-1972), Dingolondango (1976-1977) y el recordadísimo Festival de la 1 (1979-1988). En todos, el hombre ancla fue Enrique Maluenda, fallecido este domingo a los 88 años, y Patricio Salazar, el hombre de las baquetas aún tiene intacta en su retina cómo fue compartir con él.
“Era muy cercano al pueblo. Él era un tipo que cohesionaba bien los equipos. De hecho, una vez al mes nos juntábamos todo el equipo de El Festival de la 1 a un almuerzo, compartíamos mucho. Le gustaba la buena mesa”, recuerda Salazar al teléfono con Culto. El baterista -quien también formara parte de la orquesta del Festival de Viña- comenta con alegría que Maluenda solía integrarlo en la dinámica del programa. “A veces tenía estas cosas, como por ejemplo, decía, ¡atención, batería! y ahí entraba yo y seguía el programa. Eran cosas que unían. Le gustaba compartir con todos, siempre integró la orquesta a su programa. Jugábamos mucho”.
Salazar aún recuerda cómo era el carácter de Maluenda detrás de cámaras. “Era liviano y muy correcto. Él venía de la línea de don Raúl Matas, pero era más cercano a la gente, y sobre todo, muy cercano a la tercera edad. Era pillo el hombre, porque quería mucho a los viejitos, les daba importancia en una época en que no se les daba mucha importancia”.
“Apoyó a los artistas emergentes, era simpático. Lo ayudó mucho el hecho de estar al mediodía. Eran dos horas en la que estábamos ahí, aunque eran programas pregrabados. En dos días grabábamos varios, era una locura, pero estábamos jóvenes”.
Para Salazar, el aporte de Maluenda a la televisión tuvo que ver con dos factores: “Como él venía de haber trabajado en Centroamérica, usaba unas chaquetas coloridas. Para nosotros era extraño, la televisión era muy empaquetada, pero así le daba colorido. ¡Y eran las chaquetas que él usaba! Fue muy bonito, era algo del punto de vista estético que lo diferenció. Fue todo un cambio el que vimos los chilenos, ver a un animador con esas chaquetas y con un lenguaje bastante pulcro, respetuoso”
“Lo otro importante es que nunca usaba lenguaje soez, siempre tenía un uso correcto del lenguaje. Hablaba muy bien. No era ordinario, es que él vivía así, ¿ah? No es que fuera para la TV, él era así. También era muy espontáneo. Lo de la salsa, por ejemplo, cuando le convidaba el tarrito a la gente y a la modelo”.
Los últimos años
Sobre sus últimos años, Salazar asegura no haber compartido en demasía con él. “No lo vi mucho. Lo vi una vez en San Felipe, pero ya estaba muy mayor. De hecho, no era tan joven cuando animaba el Festival de la 1, pero era muy dinámico, tenía mucha energía, entonces parecía muy joven”.
En agosto de 2022 se registró la última aparición pública de Maluenda, cuando mandó un mensaje de condolencia por el fallecimiento del cantante Zalo Reyes. “Ahí mi papá ya estaba en ese momento en que no era el mismo de antes, sí seguía autovalente y lúcido, pero no era el mismo”, dijo Rodrigo Maluenda, hijo del animador en declaraciones recogidas por LUN.
Maluenda hijo también comentó que los problemas de salud comenzaron por el hígado. “Se le complicó la parte hepática”, y luego ya empezaron a sucederse los males. “También se empezó a complicar la parte neurológica hasta ahora que tuvo una falla generalizada”, dijo.
“Hace dos meses mi papá tuvo una baja de salud que lo mantuvo hospitalizado” y que no hubo mejora. “Hace unos 10 días nos dijeron que lo lleváramos a la casa para que pasara sus últimos días en familia”, contó.