La amistad entre Marco, Sergio e Iván pende de un hilo tras un hecho insólito: uno de ellos acaba de comprar un cuadro completamente blanco por el que desembolsó $28 millones. La obra de arte da pie a un debate artístico que se acalora y desata una postergada discusión en la que los tres se dicen todo lo que no se han dicho en 15 años. Colgado en la pared del living de su nuevo dueño, el mismo lienzo los arroja al vacío y a revisar sus propios vínculos y principios fundamentales con brutal honestidad.

“¿Por qué nos vemos si nos odiamos? Porque, claramente, nos odiamos. ¿Por qué nos vemos entonces?”, se pregunta uno de ellos.

Tras su estreno en octubre de 1994 en el Teatro de los Campos Elíseos de París, en una producción a cargo de Sean Connery, Art convirtió a Yasmina Reza (1959) en la dramaturga viva más representada en el mundo. La obra fue traducida a 40 idiomas y montada con gran éxito en más de 40 países –de Francia, Gran Bretaña y España, a Estados Unidos y Argentina, donde actualmente se presenta en una versión dirigida por Ricardo Darín y Germán Palacios en el Multiteatro de Buenos Aires.

Éxito indiscutido de público y de la crítica, el periódico The Times la reseñó como “una comedia sumamente inteligente, profunda y espiritual, que establece un tratado sobre la amistad masculina”.

En Chile, la obra tuvo dos montajes previos. El más recordado se estrenó en el Teatro UC en 1999, con Willy Semler, Cristián Campos y Alberto Vega en el elenco. El segundo y más reciente, fue dirigido en 2011 por el fallecido actor Edgardo Bruna, en el San Ginés. Actuaban Andrés Velasco, Nicolás Saavedra y Juan Pablo Sáez.

Mario Horton, César Sepúlveda y Elvis Fuentes protagonizan esta nueva producción de Art de Teatro Zoco, que a diferencia de las dos anteriores “traspasa la comedia y se interna en el drama de estos amigos y en su dilema existencial ante la presencia de un cuadro blanco en escena”, dice el director Rodrigo Soto.

La acción transcurre en un escenario neutro y casi despojado de elementos, como sugiere la autora en el texto. De fondo hay un decorado en tonos grises, diseñado por Gabriela Torrejón –quien además estuvo a cargo del vestuario–, un sillón moderno y una mesa de centro. Lo único que varía, en cada escena, es el cuadro que se exhibe en la pared según el departamento de cada personaje. El equipo lo completan Andrés Poirot en la iluminación, Nicolás Díaz en el diseño sonoro y Felipe Zepeda en la asistencia de dirección.

Con traducción y adaptación de Gonzalo Garcés, esta renovada versión de Art acerca sutilmente la historia originalmente ambientada en París y a fines de los 80, al presente y al contexto local, con referencias a lugares y guiños a la escena del arte.

¿Qué convierte a Art en un clásico del teatro contemporáneo, 30 años después? “Ante todo, es una obra que está muy bien escrita, con un mecanismo en el decir de los personajes que entrelaza prodigiosamente el conflicto y lo atraviesa con el mundo del arte y el concepto del artista y de la obra. Obviamente, esa lectura, cobra mucho más sentido hoy y realza la dramaturgia”, comenta Rodrigo Soto.

“El arte siempre ha sido cuestionado, y la autora es muy inteligente al poner un cuadro blanco y no de otro color. Permite que alguien diga: ahí no hay nada, no existe el arte. Esa lectura rotunda enciende una discusión y una reflexión sobre cómo ha evolucionado el arte y cómo ha atravesado nuestras vidas. Y, al mismo tiempo, es la excusa para hablar de una crisis más profunda en la amistad y a nivel personal; una crisis que es valórica, moral, ética y estética”, agrega.

A tres décadas de su debut, el texto ha cobrado también nuevas lecturas de género para el director y su elenco, así como una reflexión en torno a la falta de intolerancia y la incapacidad de dialogar. En tiempos de guerra, crisis humanitaria y polarización política, esto último resuena en la obra con fuerza: “Que ella haya puesto a tres hombres a discutir arriba de un escenario no es casual sino un acto completamente deliberado e intencionado, en el buen sentido, y que indudablemente son atisbos del feminismo y de una crisis en la búsqueda de acuerdos”, opina Rodrigo Soto.

“La obra examina el patrón conductual de los hombres; su fragilidad en la comunicación, su comportamiento errático, su fragilidad, la naturalización del bullying y una histeria masculina colectiva que nos impide darnos a entender y aceptar una opinión distinta. Hoy en día, en tiempos en que es súper difícil pensar distinto, esa lectura de los hombres resulta brutalmente vigente”, resume.

Art, se presentará del 4 de noviembre al 16 de diciembre en Teatro Zoco. Una revisita a un clásico del teatro contemporáneo, que a tres décadas de su estreno examina la imposibilidad del diálogo, los límites de la ética y la intimidad de los hombres. Entradas a la venta en Punto Ticket.