*The Beatles 1962-1966 (2023 edition)
Si cabe algún reparo a la curaduría en torno a la banda de Liverpool, ejemplo de preservación y proyección de un legado que provocó un cambio cultural a nivel planetario, es que los rescates y remezclas han favorecido notoriamente la fase en que el conjunto complejiza sus arreglos para luego recluirse en el estudio, hasta el quiebre de 1970. La reedición de este recopilatorio clásico de la primera etapa coincide con la beatlemanía; aquel periodo de los 60 en que prácticamente todos los días había noticias sobre John, Paul, George y Ringo, las radios programaban insistentemente sus numerosos éxitos, y las salas de cine se desbordaban con sus películas; un ataque masivo del que no existe réplica en la historia del pop. A veces se relega que fue en esta instancia el inicio de la revolución de The Beatles, y que el cancionero de los primeros años representa su período de mayor popularidad.
Una vez más, el trabajo de remezcla de Giles Martin es espectacular, al punto de experimentar (casi) la emoción de escuchar por primera vez ejemplos pioneros de power pop como Please please me, She loves you, Can’t buy my love y I want to hold your hand; o tempranas demostraciones del talento superlativo de Lennon y McCartney para jugar con las estructuras, como ocurre en All my loving.
*Saiko - Drama
Saiko logró lo que pocos consiguen en el mapa del pop rock con toques de electrónica: ser reconocidos en escasos segundos. Para ser justos, ese perfilamiento sucede en gran medida gracias a la voz y estilo de Denisse Malebrán. Proviene de una tradición del siglo XX donde la única opción para marcar diferencia consistía en cantar bien y brillar en la melodía; también saber de armonías, acentos, intenciones y emotividad, sin necesidad de mayores filtros. Este noveno álbum del dúo junto a Luciano Rojas, remite al ambiente musical de los 90, cuando el trip hop abrió la cancha para matizar con misterio, seducción y cadencia.
Saiko persiste como un spin off de La Ley por el vínculo de Rojas como bajista. La producción y el sonido siguen siendo extraordinariamente pulcros y al día; más capas que complejidades en los arreglos, conjugados en todo momento para lucir a Malebrán, una heroína algo olvidada en nuestra historia musical reciente, cuando se habla de empoderamiento femenino. Las letras dan cuenta de las experiencias propias de quienes ya han atravesado unas cuantas vidas en materia amorosa; desde la pasión -Amaneciendo-, hasta el tedio en pareja -la efervescencia paradojal de Se nos hace tarde-.
El valor de Saiko no solo consiste en la porfía, sino en mantener la clase.
*Helmet - Left
Si hubo una banda que mató al padre en los 90, fue Helmet. Los neoyorquinos liderados por Page Hamilton cortaron todo lazo con lo que se entendía por metal, desde la imagen hasta la configuración del sonido y la geometría de los riffs. Con Helmet todo era diferente: pelo corto, ropa sencilla, una economía brutal para angular las guitarras con frases cortas en una afinación más baja, y una cadencia callejera en la base rítmica.
Como pasó con Los Tres cuando se fue Pancho Molina, al perder al baterista con el que habían conquistado legiones -el fenomenal John Stanier-, una parte de Helmet murió para siempre. Strap it on (1990), Meantime (1992) y Betty (1994), son discos fundamentales para el nü metal, y los nexos entre el indie y el mundo del rock endurecido. Toda la carrera discográfica de Helmet se mide con esa triada. Como noveno título, Left corre la misma suerte pálida de los discos posteriores. Con los años Page Hamilton, que nunca ha sido un gran cantante, encontró una expresión más versátil que el eterno enojado, sorprendente en la pieza acústica Tell me again. El depósito de riffs y groove metalero toma vuelo en Bombastic, Holiday y, con esfuerzo, en Dislocated. La cosecha es escasa para tamaña leyenda y legado.