Con un sonoro aplauso de parte del Teatro Teletón, apareció Mario Kreutzberger, Don Francisco. El conductor histórico, a sus 83 años, y ya retirado de la primera línea desde hace dos años, reconoció que estaba todavía “algo asustado” por cumplir la meta. E hizo referencia a los 45 años que lleva el evento, desde 1978.
“Han pasado 45 años, ha sido un privilegio colaborar con la Teletón y ver lo que todos hemos logrado, es una obra sin precedentes en nuestra historia. Somos una pequeña y lejana nación que supera dificultades y sin distingos de ninguna especie, sacamos delante este proyecto”.
“Hace 45 años en este mismo lugar, con mis jóvenes 38 años, me paré frente a ustedes. Hoy tengo 83 y estoy igualmente asustado”, comentó.
“Hace dos años anuncié mi necesario paso al costado. Estoy colaborando en todo lo que se pueda, me incorporé al grupo donde me llaman voy y por eso aquí estoy”.
También hizo un reconocimiento “a las nuevas generaciones” que han tomado la posta de la cruzada y el programa. Y además a los atletas Parapanamericanos y Panamericanos y apostó a que Chile ganaría la gran medalla de oro de la solidaridad, y abogó la necesidad de llegar a la meta.
Y en su estilo hizo un llamado a que “nadie quede ausente”, llamó a donar en el Banco de Chile a contar de las 8.00 de la mañana, y de manera online a través del botón digital. Y destacó “hemos luchado por la inclusión”, y reconoció que se debía mejorar la edad, del máximo de 24 años a “por lo menos 28 o 30 años”, además de la tecnología que se ocupa.
Cerró con un ¡Viva Chile!, muy a su manera. Y luego pasó a una historia, la de una niña de Punta Arenas.