El 10 de noviembre se estrenó “Hamlet deambula en círculos”, una obra de teatro en la que Héctor Noguera evoca ciertos momentos de su interpretación de Hamlet del año 1979, y va entrelazando instantes del personaje con sus pensamientos y emociones. Diálogos internos que quedaron plasmados en uno de los capítulos del libro “Autobiografía de mi padre. Memorias actorales”, escrito por Damián Noguera y publicado en 2022.

La segunda integrante del elenco, es Catalina Stuardo, quien encarna a Gertrudis, la madre del Príncipe de Dinamarca. Juntos recuerdan fragmentos claves de esta historia clásica, que se funden con las reflexiones personales del protagonista, que están marcadas por el contexto político y social de la dictadura en Chile.

La puesta en escena está a cargo del destacado director Cristián Plana, que ha trabajado el montaje basándose en el libro de memorias, rescatando ciertos elementos de la obra que se estrenó a fines de la década del 70 en el Teatro de la Universidad Católica y en breves pasajes de la traducción del texto original.

“No es una nueva versión de la obra de William Shakespeare, ni tampoco un resumen. Este montaje trae al escenario actual, todo el proceso que vive un actor al interpretar un personaje en una época determinada de la historia de nuestro país. Un periodo que nos recuerda la transformación que sufre el teatro, moviéndose a una nueva conciencia sobre el rol que cumple esta disciplina artística en nuestra sociedad”, expresa Héctor Noguera.

Por otra parte, el reconocido actor destaca que “este Hamlet, que incorpora recursos contemporáneos, que nos permite intentar entender mejor el tiempo que estamos viviendo”.

Se trata de “una puesta en escena donde un actor relevante de la escena teatral chilena, revive su experiencia como intérprete del personaje clásico Hamlet, la obra maestra de la tragedia, como diría Víctor Hugo. Y, contagiado del espíritu vacilante, pavoroso, frívolo, sagaz y loco del Príncipe de Dinamarca, Héctor Noguera transita por su propia interioridad, sus preguntas y reflexiones críticas sobre el Chile de fines de los años 70 y la función del teatro en dicho contexto histórico. El texto logra que la voz del actor y la voz del personaje de Shakespeare convivan y se contagien al punto de borrar los límites entre la realidad y la ficción”, agrega Cristián Plana, director de la obra.