Agosto de 1944. Francia sufre los embates de la Segunda Guerra Mundial. La reconfortante lectura de Veinte mil leguas de viaje submarino -de Julio Verne- parece reconfortar por unos momentos a los sufridos habitantes del pueblo costero de Saint-Malo, en la bretaña francesa. La aviación de Estados Unidos ha llegado a bombardear la zona para liberarla de la ocupación nazi. Mientras todo se destruye, la radio acompaña a los habitantes.

Una chica ciega, Marie-Laurie LeBlanc, usa un libro en relieve para leer a Verne, y de paso dejarles un mensaje a su padre y a su tío -Etienne- de quien no ha sabido. Esos mensajes en onda corta los capta un soldado alemán -Werner- quien se fascina con la voz de la muchacha. Entregado a la muerte como destino, y poco convencido de la guerra, su nueva obsesión, que quizás sea la última, es encontrar y conocer a la voz tras el parlante.

Así comienza La luz que no puedes ver, la serie de 4 capítulos estrenada en Netflix y que está obteniendo las preferencias de la audiencia. Protagonizada por Aria Mia Loberti como Marie-Laurie, Mark Ruffalo como Daniel LeBlanc, el padre de la chica; Hugh Laurie, como el tío; y Louis Hofmann como Werner Pfennig. Dirigida por Shawn Levy (Stranger Things, Una noche en el museo) se trata de una adaptación de la novela best seller del mismo nombre, de Anthony Doerr, y ganadora del Premio Pulitzer.

Marie-Laurie y su padre se encuentran en Saint-Malo huyendo desde el París ocupado con un diamante legendario para evitar que caiga en manos de los nazis. Por ello, son perseguidos sin tregua por un joyero agente de la Gestapo que quiere hacerse con la gema.

La particularidad es que Loberti, al igual que su personaje, es ciega. Siempre quiso ser actriz, y postuló al casting impulsada por una profesora de su escuela quien le dio el dato de que buscaban a alguien para una serie. Su sorpresa fue enterarse de que la producción era La luz que no puedes ver, libro que siempre admiró. “Tengo una copia que mi madre compró en 2014 que llevo conmigo a todas partes, ese es el único libro que siempre ha estado conmigo”, comentó al sitio InStyle.

Sin embargo, el ser ciega no significó un trasvasije de inmediato de las habilidades de la actriz hacia las del personaje, por una cosa de contexto histórico. “Mi experiencia de la ceguera es muy diferente a la de Marie, yo uso tecnología diferente, tengo un background diferente y vivo en un país distinto al de ella”, comentó. Es decir, para la serie, debió aprender a ser ciega de manera diferente.

De hecho, la actriz asegura que es crucial que las personas invidentes tengan acceso a este tipo de papeles en Hollywood ya que son las únicas capaces de captar la verdadera esencia de alguien ciego. “Son esos pequeños trozos que no puedes captar si eres una persona vidente tratando de ponerse en esta posición (…) En muchas películas y series se entrena a actores para interpretar a ciegos como una habilidad cuando en realidad es una cultura”.

Para realizar la adaptación, lo más importante para Levy era el contexto. Así lo comentó en charla con Entertainment Weekly, donde asegura haber recurrido al mismo Doerr para esos fines, aunque dijo que su aporte “no fue muy valioso”. Aún así quería “entender bien la historia”.

“La forma en que mostramos eventos reales, la invasión de París y el éxodo de millones de su ciudad natal en un solo día; cosas como esas eran importantes para él para que las hiciéramos bien”, señaló Levy. Así se fue configurando la adaptación. Por la extensión de la novela, de 500 páginas, Levy optó por una serie antes que un largometraje. “La historia es muy amplia y es una combinación interesante de narración íntima y trasfondo épico. Tenía la sensación de que dos horas nunca iban a servir para una novela tan hermosa y densa”.

La serie ha despertado ya los comentarios mixtos de los principales sitios especializados. Variety fue bastante duro en su crítica. “Es una fábula simplista del bien contra el mal” y agrega: “La serie se inclina hacia el sentimiento y la simplicidad moral. Knight y Levy buscan una historia edificante e inspiradora de conexión que trascienda la división, la distancia y los prejuicios, pero en cambio ofrecen una historia plana y confusa que carece del efecto deseado”.

En tanto, Hollywood Reporter señaló: “La luz que no puedes ver tiene cosas buenas a su favor, incluida una actuación principal radiante de la recién llegada Aria Mia Loberti. Está muy bien filmada...Pero su similitud con el libro disminuye con casi cada momento que pasa hasta el punto de que, en el tercer episodio antes mencionado, casi nada de lo que sucede en la pantalla tiene conexión con lo que estaba en la página. Y casi todos los cambios hacen que el material sea más ruidoso, más torpe y menos rico emocionalmente”.

“Las novelas ganadoras del premio Pulitzer aparentemente son difíciles de adaptar. La victoria de Doerr se produjo entre The Goldfinch (desastrosamente adaptada) y The Sympathizer (que llegará a HBO el próximo año), y estoy bastante seguro de que nadie a quien le encantó Toda la luz que no podemos ver en la página disfrutará de esta versión demacrada y apenas conectada. ¿Podría funcionar mejor para los no lectores que simplemente pueden disfrutar de los clichés, la cinematografía, los abrazos de radio y la forma en que Loberti es capaz de aportar vitalidad incluso a los momentos más banales? Todavía soy escéptico”.

Aún así, la serie lidera las referencias del público en nuestro país. Como sea, Loberti no se quedó solo con las ganas de la actuación ni que su personaje también es ciega. Inspirada por el personaje grabar la clásica novela de Verne en formato audiolibro. Este fue lanzado en tiendas y bibliotecas, en formato digital y en CD, por Blackstone Publishing el pasado 7 de noviembre, unos días después del estreno de la serie en Netflix.

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