Por años, figuró con un título incorrecto. Un álbum, o en rigor, un bootleg que registraba un particular recital de Bob Dylan: The Bootleg Series Vol. 4: Bob Dylan Live 1966, The “Royal Albert Hall” Concert. El del 17 de mayo de 1966. Pero en ese título hay una imprecisión, Dylan dio el concierto en Manchester, específicamente en el Free Trade Hall. Por entonces, el bardo de Minnesota se encontraba de gira por el Reino Unido junto a una banda de apoyo. Unos canadienses que se hacían llamar The Hawks (aunque luego mutarían de nombre como The Band).
Ahora, esa gira aparece nuevamente en un largaduración, pero con un título correcto, que hace referencia al lugar donde se grabó. Pero ya no Dylan, sino la voz de la estadounidense Cat Power, la que hace los favores. La cantante, uno de los buenos nombres de la escena indie, nunca ha ocultado su fanatismo por el hombre de Mr. tambourine man.
Cat Power Sings Dylan: The 1966 Royal Albert Hall Concert (Domino) se llama el álbum que acaba de lanzar, y donde registra una presentación de 2022 en el Royal Albert Hall de la ciudad de Londres, cuando la cantautora interpretó -canción por canción- la gira de Bob Dylan por Reino Unido, aquella donde le gritaron “¡Judas!” por electrificar su sonido. Una recreación a tono con su sonido íntimo, cálido, propio del indie.
“Más que el trabajo de cualquier otro compositor, las canciones de Dylan me han hablado y me han inspirado desde que las escuché por primera vez a los 5 años. Tan pronto como tuve la oportunidad de tocar en el Royal Albert Hall el año pasado, todo fue obvio. Estoy muy feliz de compartir ahora este concierto tan significativo con todos ustedes”, comentó la cantante en sus redes sociales.
Compuesto por 15 canciones, Power hizo el mismo ejercicio de Dylan: una primera parte de siete temas, solo acústica, sin más elementos que su guitarra y su voz. Entre otras, ahí pasan suaves versiones de She belongs to me, It’s all over now, baby blue, Just like a woman, o Mr. tambourine man. Luego, el set pasa a ser tocado por una banda electrificada, en formato rock. Ahí pasan Tell me, momma, One too many mornings, Ballad of a thin man, y el cierre con la sempiterna Like a rolling stone.
El álbum de Cat Power -cuyo nombre real es Charlyn “Chan” Marshall- ha tenido buena críticas, amén de trabajo interpretativo de Power, con su sello indie, pero que calza con el sonido de Dylan. Así lo comentó el sitio especializado Pitchfork. “La presentación posmoderna de Sings Dylan no interfiere con el poder de la música: Marshall, como su héroe, entiende que la ironía y la sinceridad pueden coexistir sin contradicción. La parte acústica es a menudo impresionante, la intimidad multivalente de Marshall con su material restaura castañas como Mr. Tambourine Man, cuyo brillo puede haberse atenuado por la sobreexposición. (Esa canción, la última del conjunto acústico, que presenta un acompañamiento fantasmal en el teclado y la encantadora puntería de Marshall, se encuentra entre las más pronunciadas en cuanto a su diferencia con la original de Dylan)”.
“En las pequeñas pero significativas desviaciones de las interpretaciones de Marshall: diferencias de énfasis, sincronización y ocasionalmente melodía: escuchamos las canciones de nuevo, no solo a través de su voz sino también de sus oídos. En su opinión, una frase de Dylan que siempre te pareció incidental puede surgir como la parte más importante”.
En tanto, en el portal NPR, su crítico Will Hermes indicó: “El álbum en vivo que resultó de su actuación puede parecer un acto descomunal de arrogancia, pero no para mí. Marshall es un brillante compositora e intérprete de canciones, y ahora tiene cuatro álbumes completos de versiones de canciones. Ella es una de nuestras Billie Holiday, Frank Sinatra, Nina Simone, una cantante que descubre nuevos significados y emociones frescas en canciones clásicas”.
A modo de promoción, Cat Power apareció con su banda en The Tonight Show Starring Jimmy Fallon para tocar su versión de Like a Rolling Stone.
Un grito en Manchester
El 20 de julio de 1965, Bob Dylan lanzó un single que pasaría a la historia. Like a rolling stone. De una vez, firmaba su alianza a sangre y fuego con el sonido electrificado, transformándose de un émulo de Woody Guthrie a ser un cantante pop. “Un día me encontré escribiendo una canción, una historia, una gran vomitona de veinte páginas, y de ella saqué Like a Rolling Stone e hice un single. Nunca antes había escrito algo nada así y de repente me di cuenta de que eso era lo que tenía que hacer”, narra el mismo Dylan en Like a Rolling Stone: Bob Dylan en la encrucijada, de Greil Marcus (Global Rhythm Press, 2010).
La composición es básicamente un narrador que le habla a alguien que considera que ha tenido demasiada suerte en la vida, pero que esos tiempos han quedado atrás. “En términos más sencillos, se trataba de una canción muy airada, nacida de un pozo de rabia que constituía una parte importante del carácter menos habitual de Bob”, señala Howard Sounes en su libro Bob Dylan, la biografía (Reservoir Books, 2016).
Al año siguiente, y ya con su fundamental álbum Highway 61 Revisited publicado, Dylan se embarcó en la citada gira a Reino Unido. Pasaron por varias ciudades, hasta que llegó Manchester. Esta era la última fecha del tour antes de volver a casa. Había tensión en el aire, se podía sentir como si se pudiese tocar con las yemas de los dedos. En los shows posteriores hubo pifias, gritos desaprobatorios e incluso en Sheffield una amenaza de bomba. Hasta que la chispa se encendió.
“¡Judas!”, le gritó un espectador, echándole en cara su conversión eléctrica. Dylan, rasgando su Fender Telecaster negra, se tomó un breve lapso y le contestó. “No te creo –y luego agregó– ¡Eres un mentiroso!”. Luego se dio vuelta, le pidió a los Hawks que tocaran “bien fuerte”, y se despacharon una versión de Like a rolling stone tan fantástica que el público presente se deshizo en aplausos.
En rigor, ya estaba tocando esas canciones electrificadas en vivo. La primera vez fue en 1965, en el Festival folk de Newport de 1965, en el cual ya se había presentado anteriormente, en las ediciones de 1963 y 1964, solo con su guitarra acústica y una armónica. Ahí, a punta de canciones comprometidas y letras poéticas, Dylan se había convertido en una especie de héroe para los seguidores del estilo. Esa fue la primera vez que tocó una versión -algo a trizas- de Like a rolling stone.
El álbum Cat Power Sings Dylan: The 1966 Royal Albert Hall Concert ya se encuentra en las principales plataformas de streaming musical.