Violeta Parra en disputa: alistan ofensiva judicial contra la publicación de su obra cumbre
Por primera vez en décadas, este fin de semana llegó a tiendas y plataformas digitales una nueva edición de la obra cumbre de la música chilena, Las Últimas Composiciones. El sello responsable dice que el juicio civil que trababa su salida se declaró en abandono y que está todo en regla. Los abogados de la heredera, Isabel Parra, lo refutan y hasta no descartan que el álbum deba ser retirado del comercio.
Las últimas composiciones de Violeta Parra, quizás el disco más trascendente y emotivo del cancionero chileno, aquel que contiene la pieza universal Gracias a la vida, ha vuelto a ver la luz. Desde el último fin de semana, el trabajo final de la autora, su canto de cisne despachado en noviembre de 1966, tres meses antes de su muerte, está reeditado en diversas tiendas bajo el sello Al Abordaje Muchachos y en formatos de vinilo, CD y casete. También llegó por primera vez a plataformas digitales. Por décadas, no estuvo disponible de modo oficial.
Su salida se da luego de años de litigios judiciales y conflictos de derechos, los que enfrentaron por un lado a los herederos de la cantante, encabezados por su hija mayor, Isabel Parra, hoy de 83 años y presidenta de la Fundación Violeta Parra; y por el otro a Pedro Valdebenito, un anónimo ingeniero eléctrico de 81 años que hace décadas adquirió los derechos fonográficos de la obra, o sea, aquellos que permiten publicar, comercializar y explotar un fonograma. En términos simples, es el dueño del máster original, la cinta inicial a partir de la que se copian y fabrican todos los discos que salen a la venta.
Entre ambas partes, existía un prolongado tira y afloja que no permitía al otro publicar la producción.
Pese a que no se llegó a un acuerdo, Valdebenito y Al Abordaje Muchachos cuentan que pudieron destrabar el caso, y por consecuencia editar Las últimas composiciones, gracias a que el juicio civil que los enfrentaba con los Parra desde mediados de los 2000 se declaró en abandono. O sea, no se prosiguió con el proceso, por lo que se habría establecido una vía libre para que comercializara el disco sin la necesaria autorización de Isabel Parra. Las últimas gestiones de la demandante habían sido en octubre de 2016, entonces, ya había pasado el tiempo establecido por la ley para que el litigio no siguiera y se precipitara la posibilidad de su fin, con el consiguiente alzamiento de las prohibiciones que existían sobre el álbum.
Sin embargo, Carlos Urquieta, abogado de Isabel Parra, refuta esta versión. Es más: dice que “la batalla” por Las últimas composiciones de Violeta Parra en ningún caso ha concluido y que la llegada a tiendas del título es ilegal.
Su argumento apunta a que Valdebenito fue condenado en primera y segunda instancia, y en la Corte Suprema, por la explotación no autorizada del álbum, lo que hasta hoy no le permite rentabilizar la obra sin la venia oficial de Isabel Parra.
“Valdebenito fue condenado por infractor de propiedad intelectual, sentencia ratificada por la Corte Suprema, con cese de toda actividad ilícita. Se ordenó además el pago de multa y pago de perjuicios. No pagó la multa y no hizo nada. Ahora retoma su actividad ilícita. Esta es una sentencia firme y ejecutoriada que condenó a este señor como infractor de propiedad intelectual por el disco Las últimas composiciones. Para hacer cualquier publicación, tiene que tener la autorización de la titular de los derechos. Así lo dijo la Corte”, explica Urquieta.
En efecto, la sentencia en primera instancia del Segundo Juzgado Civil de San Miguel, fechada el 29 de julio de 2011 –el juicio se inició cinco años antes por apropiación de obra- establece que la empresa de Valdebenito “carece de toda autorización que le permita legítimamente reproducir, comercializar y distribuir copias del fonograma que contiene las interpretaciones artísticas de doña Violeta Parra Sandoval”.
Indica además que los demandados no asistieron a la audiencia a la que fueron citados con la intención de exhibir documentos o contratos que pudieran probar que sí contaban con una autorización para trabajar el disco.
El fallo también acota: “Que el uso de esta producción sin contar con la autorización de en este caso, de sus herederos, supone que ella no se ha hecho de la manera que lo preceptúa la ley, toda vez que como ya se ha dicho han requerido la autorización que los actores denuncian no se ha efectuado. Que esta autorización es independiente del derecho conexo que tiene el productor de fonogramas en relación a los derechos que surgen de su calidad de tal y respecto del ámbito de su labor, a menos de que también haya incorporado el derecho del intérprete, lo cual debe ser hecho de manera expresa y formal, no existiendo ninguna prueba aportada por la demandada en el sentido de que este también se hubiere incorporado a su patrimonio”.
Todo esto luego que el propio Valdebenito y su compañía sacaron en los años 90 y principios de los 2000, ediciones de Las últimas composiciones que, según establece la demanda, eran ilícitas y no contaban con la aprobación de los titulares de los derechos de intérprete de la artista, o sea, los herederos de Violeta.
Con respecto al juicio civil declarado en abandono, Urquieta es tajante: “Ese argumento es mentira. Eso no es así. Valdebenito debía pagar cerca de 25 millones de pesos tras la sentencia y no pagó un peso, por tanto, el abandono del procedimiento es de esa posibilidad de cumplir el fallo en esos aspectos”.
Tanto Urquieta como desde Al Abordaje Muchachos reconocen que hace un tiempo se intentó llegar a un acuerdo entre ambas partes para lanzar el álbum sin inconvenientes legales. Sin embargo, una serie de condiciones esgrimidas desde ambos lados -desde regalías hasta aspectos relativos a montos de dinero- obstaculizaron el trato definitivo.
Una de las principales trabas radica en una querella criminal que Valdebenito entabló en 2021 en el Octavo Juzgado de Garantía de Santiago contra la Fundación Violeta Parra, debido a que la entidad empezó a vender sin su permiso una edición en CD de Las últimas composiciones. En esa época, el involucrado lo calificó derechamente como una versión “pirata” y hecha “a la mala”, que además vulneraba la Ley de Propiedad Intelectual, calificando a la institución de “responsables del delito de reproducción, comunicación pública, modificación y comercialización de copias no autorizadas del fonograma que contiene la obra musical Las últimas composiciones de Violeta Parra…”.
Urquieta señala hoy que, mientras exista esa querella aún abierta, no hay opción de llegar a una solución. “De ese disco que se menciona sólo se vendieron cien ejemplares y el resto se perdió en el incendio que afectó al museo de Vicuña Mackenna”, completa.
El futuro
También desde Al Abordaje Muchachos advierten que el juicio ya fue declarado en abandono –el 26 de agosto de 2022-, por lo que dicen tener todo en regla. Además, subrayan que la propiedad del trabajo es de Valdebenito, inscrito en el Departamento de derechos intelectuales en 2001, por lo que puede editarlo sin obstáculos.
El abogado de Isabel Parra insiste: “Ellos plantean que la propiedad de esta cinta les otorga derechos fonográficos sobre ella. Pero no es lo mismo ser dueño de una cinta a ser dueño del derecho de propiedad intelectual que contiene la cinta. No es lo mismo ser dueño de una cinta de una película que ser propietario de toda una película. Acá hay algo que es inamovible: Valdebenito tiene que tener autorización para sacer el disco. Así lo dicta la sentencia de la Corte Suprema. Y es difícil que se revierta una decisión tomada por la Corte Suprema”.
Consultado sobre los pasos a seguir y si una de las opciones buscaría sacar el álbum de tiendas, Urquieta es cauteloso, aunque admite: “Son medidas que la ley establece. Si bien no he redactado nada todavía, es lo que se pide. Otra cosa es que el juez lo otorgue. No necesariamente va a acoger el tema. Pero es lo que puede pasar”.
Luego sigue: “Por supuesto que vamos a tomar medidas, esto no puede quedar así, esto es una frescura, Valdebenito ha presionado a muchos artistas chilenos. Vamos a ejercer las acciones que correspondan; no es algo deseado, porque los juicios son largos, pero el disco seguirá en ese estatus raro. La ley nos faculta para acciones penales y civiles, tanto en contra de personas naturales y jurídicas, yo creo que las vamos a ejercer todas, por vulneración de derechos de propiedad intelectual”.
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