“¿De qué le vale al hombre ganar el mundo entero si pierde su alma?”, preguntó Daddy Yankee a una audiencia que entendía poco lo que estaba pasando. Ocurrió en el último show del puertorriqueño -en el Coliseo de San Juan, Puerto Rico- la noche de este domingo, en el que ponía el punto final de su exitosa carrera. Es que el hombre de Gasolina estaba dando un anuncio relevante, el camino que tomará su vida tras dejar los escenarios. Por lo demás, una decisión ya conocida, pero hasta ahora no había revelado a qué se dedicaría en adelante.
No se va a quedar sentado mirando las ruedas, el destino de Ramón Luis Ayala Rodríguez (46) será algo mucho más trascendente. Más místico. Algo que escapa a los premios y los algoritmos. “Mi gente, este día para mí es el más importante de mi vida. Y se lo quiero compartir, porque no es lo mismo vivir una vida de éxito que una vida con propósito. Por mucho tiempo intenté llenar un vacío en mi vida que nadie pudo llenar. Trataba de rellenar y buscar un sentido a mi vida. En ocasiones aparentaba estar bien feliz, pero faltaba algo para hacerme completo. Y les tengo que confesar que esos días terminaron”, prosiguió el artista, quien dijo que “alguien pudo llenar ese vacío que sentía por mucho tiempo” y reconoció “que para todos era alguien, pero yo no era nada sin Él”. Ahí, el cantante se refería a Jesucristo.
“Por eso, esta noche, reconozco y no me avergüenzo de decirle al mundo entero que Jesús vive en mí y que yo viviré para Él”. Y agregó: “La Biblia dice que todo aquel que lo reconozca en público, aquí en la tierra, también lo reconocerá delante de mi Padre. Ahora, el que me conoce por Daddy Yankee, que diga, ‘Daddy Yankee cree en Cristo, Raymond Ayala en Puerto Rico. Se acabó una historia y va a comenzar una nueva historia, un nuevo comienzo”, aseguró.
Y no dejó ninguna duda al asegurar que usará sus recursos en difundir la palabra de Dios. “Todas las herramientas que tenga en mi poder, como la música, las redes sociales, las plataformas, un micrófono, todo lo que Jesús me entregó, es ahora para el reino”.
De hecho, en ese mismo momento hizo un llamado a sus fanáticos: “Espero que se les grabe algo bien importante. No sigan a ningún hombre. Yo soy un humano. A todas las personas que me siguieron, sigan a Jesucristo, que Él es el camino, la verdad y la vida”. Y cerró con: “¡Por fin llegué a la meta! Soy libre. Amén”.