“Vería ambas juntas. ¿Cuál deberías ver primero? Un martes, comenzaría con El asesino y continuaría con Gol gana. Un miércoles, comenzaría con Gol gana y luego El asesino. Depende del día”. Michael Fassbender contestó de ese modo al particular orden en que piensa debieran verse sus dos estrenos más recientes, una pareja de títulos que lo tienen asumiendo el rol principal y son sus primeras películas en cuatro años.
¿Qué pasó en este tiempo? El actor nacido en 1977 en Heidelberg decidió privilegiar su otra faceta: la de piloto de carreras. Desde 2018 es parte de Porsche y compite en la European Le Mans Series, un universo al que llegó gracias a las conversaciones con Patrick Dempsey, otro intérprete amante del mundo tuerca. Fassbender cumplió un sueño, al tiempo que se mudó a Portugal con su esposa, Alicia Vikander, y recibieron la llegada de su primer hijo, en 2021. En ese contexto, Hollywood pasó a ocupar otro lugar en sus prioridades.
“A menos que pueda filmar algo en el período de tres semanas que hay entre carreras, en verdad no puedo trabajar. Alicia (Vikander) trabaja, yo cuido a nuestro hijo pequeño y compito en carreras. Y luego, fuera de temporada, si tengo suerte, puedo conseguir un trabajo, ella se queda en casa y podemos manejarlo de ese modo”, detalló recientemente, a punto de concluir su cuarta temporada en la competencia.
Así se explica que se haya convertido en una rareza verlo en la pantalla grande y que parezca imposible que su trayectoria vuelva a ser tan prolífica como en 2011, cuando estrenó seis largometrajes, entre ellos Shame, de Steve McQueen, y Un método peligroso, de David Cronenberg, además de debutar como Magneto en la saga X-Men (X-Men: Primera generación).
Taika Waititi tuvo el acierto de contactarlo justo antes de que se volviera una odisea hallar un espacio libre en su calendario. El realizador de Jojo Rabbit (2019) le propuso que interpretara a Thomas Rongen, un entrenador de fútbol de origen neerlandés que en 2011 aceptó abandonar Estados Unidos para convertirse en el director técnico de Samoa Americana, una selección conocida por la humillante paliza que sufrió a manos de Australia en 2001 (perdieron 31-0).
Su historia fue el foco de un documental del año 2014 que alcanzó cierta notoriedad internacional y que el actor irlandés visitó durante su preparación. El guión escrito por Iain Morris y Waititi describe la variada composición del equipo y su lucha para abandonar su mala racha, otorgándole el rol principal a Fassbender, quien robusteció su físico y adoptó una cabellera blanca para acercarse a la apariencia del personaje en esa época.
Si bien las filmaciones se completaron en 2019, su debut tuvo que aguardar cuatro años (llega este jueves 7 a cines chilenos). En el pasado Festival de Toronto se produjo su estreno mundial y se terminó de revelar que la cinta es la primera comedia de la carrera del intérprete de Steve Jobs (2015). La crítica se dividió entre quienes valoraron el esfuerzo de Waititi y quienes respondieron con frialdad.
Más entusiasmo generó El asesino, el regreso de David Fincher al thriller después de dirigir Mank (2019) para Netflix. El director de Red social (2010) le entregó el protagónico a Fassbander. Aunque no habían colaborado antes, confió en él para que diera vida a un metódico asesino que practica yoga y escucha a The Smiths que, tras cometer un error, debe enfrentarse a la organización para la que trabaja.
“Un thriller de pura superficie y estilo, dirigido con un estilo fantástico, y el rostro agobiado e inescrutable de Fassbender es perfecto para ello”, opinó The Guardian. The New York Times, en una crítica menos favorable, reconoció que “Fassbender hace que sigas mirando”.
Quizás aprovechando su momento actual, Porsche lanzó hace algunas semanas Michael Fassbender: Road to Le Mans, un registro del recorrido del actor por la competencia. Es una inmersión en sus altos y bajos y en una pasión que ha determinado la frecuencia con que suma nuevos papeles a su colección de personajes.