La “Revuelta” de Los Tres sigue su marcha. El retorno de la banda más importante del rock chileno de los 90, oficializada a mediados de octubre, sigue merodeando la conversación en la escena local, sobre todo luego que los penquistas materializaran cuatro conciertos en el Movistar Arena de Santiago durante 2024, a realizarse los días 27, 28 y 30 de abril, y el 1 de mayo.
También tienen fechas en Concepción (6 de abril), Puerto Montt (8 de junio) y Antofagasta (1 de junio).
Este domingo 10, uno de sus fundadores y pieza angular de su sonido, el bajista Roberto “Titae” Lindl, fue uno de los invitados del encuentro En primera persona que se realizó en la última versión de la Feria Pulsar de la Estación Mapocho, donde distintos insignes del cancionero local se subieron para despachar sus historias de vida.
Ahí, Lindl habló de su destino junto a los hombres de Hojas de té y, por supuesto, del aclamado retorno.
Por ejemplo, con respecto a su relación con sus compañeros de agrupación -Álvaro Henríquez, Ángel Parra y Francisco “Pancho” Molina- admitió: “Somos compañeros de banda, más que amigos, pero nos tenemos aprecio, y ahora que volvió el Ángel, nos volvemos a ver, nos empezamos a acordar de la cantidad de anécdotas que tenemos, hay un aprecio muy profundo, y con el Pancho también. No tocábamos hace 23 años, pero afloró todo eso, ese cariño que nos tenemos, el respeto por la otra persona”.
En torno al mismo reencuentro, aclaró que fue un proceso largo impulsado por su propio amigo, Álvaro Henríquez. “Fue un proceso largo, hace tiempo lo veníamos pensando con el Álvaro, pero queríamos que fuera el momento adecuado. Partió por el Álvaro, pero ahora nos damos cuenta de que fue el momento preciso. Él como buen líder de la banda se da cuenta de esas cosas, y yo en realidad lo sigo, le tengo plena confianza cuando dice esas cosas”.
“Pancho fue el último, tenía muchas reticencias, pero yo me junté primero con él a tocar, tocamos como 30 temas en una tarde, y al tiro le avisé al Álvaro que estaba todo bien”, siguió el instrumentista de los lentes de marco grueso.
“La relación ha cambiado mucho, no se han dado esos tiempos para conversar largo... lo importante es agarrar el bajo, la guitarra, la batería y que estemos todos sintonizados. Cuando el Ángel sacó la lap steel y empezó a tocar Olor a gas, se me pararon los pelos”.
“Es algo raro, es como armar un grupo con la misma gente que tenías un grupo. Es una cosa muy increíble, y queremos seguir con la excitación, hacer música nueva y para allá va la cosa”.
Por lo demás, “Titae” asumió el liderazgo natural del cantante y su histórica relación con él desde que eran niños, cuando soñaban con la gloria y el reconocimiento. “Él con su familia iban a mi casa desde que teníamos 10 años. Los viejos estaban abajo y nosotros arriba escuchando discos de Abba, de Kiss. Hemos tenido tiempos buenos, tiempos malos, pero somos colegas que nos apreciamos mutuamente. Nadie canta, hace letras y toca guitarra como él. Y nadie toca el bajo como yo”, subrayó.
También dijo que lo que hoy más escucha es música clásica y que no tiene ningún anticuerpo particular con la música urbana y su fenómeno omnipresente: “Todos somos colegas chilenos, y en Chile hacer música es difícil, todos tenemos dificultades. todos mis respetos a todos mis colegas, porque es una gran cosa dedicarse a la música acá”.
