*Ant-Man and the Wasp: Quantumania y la crisis de VFX
En ocasiones, las películas de Marvel podían recibir algunos comentarios negativos sobre la calidad de sus efectos visuales. Pero nada se comparó con lo que sucedió alrededor de Ant-Man and the Wasp: Quantumania, que se ganó críticas desde el momento en que se liberaron sus primeros adelantos. El asunto no mejoró cuando se produjo su estreno, en febrero, donde ese apartado fue uno de los aspectos más cuestionados de la secuela dirigida por Peyton Reed.
Un reportaje de Vulture publicado un mes antes desnudó una crisis más profunda. Según el artículo, integrar el área de efectos visuales de Marvel implicaba trabajar más allá de los horarios establecidos y recibir remuneraciones insuficientes. En agosto los miembros de esa área del estudio solicitaron ser reconocidos como un sindicato. “Los efectos visuales deben convertirse en un departamento sostenible y seguro para todos los que han sufrido durante demasiado tiempo y para todos los recién llegados que deben saber que no serán explotados”, dijo una vocera.
*El despido de una ejecutiva experimentada
La argentina Victoria Alonso, quien llevaba 17 años en Disney y se desempeñaba como presidenta de los efectos visuales de Marvel, fue despedida en marzo pasado. La compañía alegó que había incumplido su contrato al haber participado activamente en la promoción de Argentina, 1985, filme de Amazon Studios del que era productora, y que había repetido la falta a pesar de que las reiteradas advertencias. Los abogados de la ejecutiva refutaron ese punto, afirmando que el estudio estaba al tanto y aceptaba su rol en la cinta protagonizada por Ricardo Darín y nominada al Oscar a Mejor película internacional.
Entremedio hubo trascendidos en torno a que los reales motivos de su salida de la compañía eran otros –la crisis de los afectos visuales, las críticas de ella al papel que jugó Disney en su polémica contra el gobernador republicano de Florida, Ron DeSantis–. La historia se cerró en abril, cuando se comunicó que ambas partes habían llegado a un millonario acuerdo de compensación.
*El fracaso de su fórmula para hacer series
Desde que se estrenaron las primeras series de Marvel para Disney+ (WandaVision, Falcon y el Soldado del Invierno) llamó la atención que ninguna contaba con un showrunner, en la televisión estadounidense la principal cabeza creativa del proyecto, en general un guionista plenamente involucrado en la producción y en diálogo con las cabezas de cada departamento. En su lugar, había un escritor ejerciendo como guionista jefe y un director a cargo de todos los episodios. Y por sobre ambos estaba Kevin Feige, el gran cerebro de la saga de superhéroes.
En resumen, Marvel apostó por replicar el modelo del cine en la televisión, una apuesta que tardó dos años en asumir como un error. Aprendió esa lección con Invasión Secreta, una serie que modificó a su equipo creativo durante su producción y vivió un extenso período de refilmaciones tras el término del rodaje. Y sobre todo con Daredevil: Born again, proyecto que cambió a sus guionistas cuando las grabaciones de los capítulos se acercaban a la mitad. Se estimaba que podía llegar a inicios de 2024 a la plataforma, pero tras ese terremoto ahora no tiene fecha de estreno.
*Su película con peores números
Sorprendentemente, la saga desechó la posibilidad de hacer una continuación de Capitana Marvel (2019), la película que marcó el debut de Brie Larson como Carol Danvers y superó los US$ 1 mil millones en recaudación mundial. La ruta que prefirieron fue hacer un largometraje en que la protagonista se reúne con dos personajes introducidos en las series para el streaming: Monica Rambeau (presentada en su versión adulta en WandaVision) y Kamala Khan (Ms. Marvel).
Las críticas a The Marvels fueron más tibias que calurosas, pero fue en la dimensión comercial donde se desató el desastre. Sus números no sólo fueron inferiores a los de Ant-Man and the Wasp: Quantumania, sino que se situó como el título con menor recaudación de toda la franquicia, con US$ 202,2 millones. Una catástrofe.
*La condena de Jonathan Majors
Jonathan Majors era el encargado de interpretar a Kang, el gran villano de la era actual del MCU. Debutó en la primera temporada de la serie Loki y luego –mediante otra variante– figuró como la mayor amenaza del protagonista en Ant-Man and the Wasp: Quantumania. En el futuro cercano llegaría una película titulada con su nombre (Avengers: The Kang Dynasty, ahora, conocida como Avengers 5). Pero su situación estalló.
Durante la tarde de este lunes, el actor de 34 años fue declarado culpable en dos de los cuatro cargos por los que la Corte penal de Nueva York lo investigaba en un juicio por violencia doméstica que impulsó su expareja, Grace Jabbari, quien lo denunció en marzo pasado. El intérprete fue condenado por agresión imprudente y un cargo no penal de acoso, y en febrero se leerá la sentencia, donde arriesga hasta un año de cárcel. Los medios estadounidenses reportaron que Marvel había decidió no seguir contando con sus servicios. ¿Habrá otro nombre que lo reemplace? ¿Simplemente se prescindirá de su personaje? Está por verse.