La historia dice que Vincent Van Gogh murió el 29 de julio de 1890, tras dos días de agonía producto de un disparo que hasta hoy genera controversia. Hoy han surgido voces que plantean una versión alternativa a la del suicidio, y que más bien, fue un asesinato accidental. Como sea. En pleno siglo XXI, y con el desarrollo de la Inteligencia Artificial, el pintor holandés vuelve a la vida.
Sí, tal como se lee. No en carne y hueso, sino de manera virtual. Por estos días, el Museo de Orsay en París, tiene como principal atracción a un holograma del artista neerlandés que conversa con los visitantes y responde preguntas sobre su propia vida, obra y muerte. Bonjour Vincent, se llama la muestra, y fue montada por unos ingenieros que usaron Inteligencia Artificial.
Mediante esa tecnología, la compañía tecnológica Jumbo Mana creó un “cerebro” (en rigor, un algoritmo) en base a 900 cartas que el artista escribió en el siglo XIX, además de las primeras biografías que se escribieron sobre él. Este proceso duró casi un año, según informa el New York Times. Eso sí, el algoritmo sigue necesitando la ayuda de un ser humano para responder a algunas de las preguntas que los visitantes le hacen a “Van Gogh”.
La directora de desarrollo digital del museo, Agnès Abastado, afirmó: “Una de nuestras dudas era hasta qué punto este Van Gogh era el real. Era importante mostrar cómo esta tecnología no solo sería un proyecto comercial, sino uno cultural que pudiera mejorar la presentación de la información”.
En rigor, los visitantes ven a “Van Gogh” en una pantalla y pueden dialogar con él mediante un micrófono. ¿La pregunta más popular? No, no es cómo pintó Los girasoles, o La noche estrellada, o cómo sentó al doctor Paul Gachet para pintarlo dos voces en sus célebres retratos. No. Lo que más le preguntan es: ¿Por qué se suicidó?
Ocurre que el programa va ajustando la respuesta dependiendo de cómo se plantea la pregunta. De esta manera, los ingenieros configuraron a la Inteligencia Artificial de modo tal que pueda reconducir la conversación y de esa manera entrega respuestas más bien genéricas. Por ejemplo: “Esto suplicaría: aferrarse a la vida, pues incluso en los momentos más aciagos hay siempre belleza y esperanza”.
O también “Ay, querido visitante, el asunto de mi suicidio es una carga pesada. En mis momentos más oscuros creí que acabar con mi vida sería el único escape del tormento que plagaba mis pensamientos”, y añadió: “No vi otra forma de hallar paz”.
“La iniciativa es parte integral de un esfuerzo más amplio del Museo de Orsay, institución pública apoyada por el gobierno francés, para afirmar su relevancia en la vida moderna cuando la mayor parte de su colección se origina en el siglo XIX. Y para dar ese salto hacia adelante el museo se ha asociado con varias empresas que podrían beneficiarse con el proyecto. Algunos programas están relacionados con la exposición actual”, agrega la directora.
En tanto, el director ejecutivo de Jumbo Mana, Christophe Renaudineau, aquilató la dimensión de lo que pretende la muestra: “Podemos darles vida a estos personajes, pero no intentamos que renazcan. En este momento estamos trabajando con historiadores para asegurar que nuestro van Gogh pueda ser más preciso”. No será el último trabajo al respecto, ya que para el próximo año la compañía se encuentra preparando un algoritmo de IA sobre el poeta Arthur Rimbaud.
El algoritmo tuvo el apoyo de un historiador del arte, Wouter van der Veen, especialista en la obra de Van Gogh, quien ayudó a desarrollar el “lenguaje” y modo de habla del artista. Esto queda claro en el modo de hablar francés del artista, idioma que manejaba como su segunda lengua, aunque como nativo neerlandés, lo hablaba con ciertos errores gramaticales, cosa que Van der Veen se abocó a reproducir.
“Las frases tienen la misma longitud y falta de puntuación, y las palabras se enciman”, explicó Van der Veen al New York Times. De hecho, los errores han molestado a algunos visitantes franceses, a quienes el personal del Museo debe asegurarles que se trata de errores intencionales.
¿Estamos en presencia de una nueva era en el arte? El tiempo dirá si acaso la Inteligencia Artificial se convertirá en un actor protagónico en los museos. Al parecer, tendrá una importancia capital a la hora de acercar el arte a las personas. “A la gente le gusta lo que se trata de Van Gogh -agregó la directora-. Pero somos un museo público y el dinero no es nuestra meta. Nuestro objetivo es lograr que todo el mundo conecte con la colección”.