Vestida de negro, con pocas joyas, el pelo castaño y la mirada al frente. Así quedó plasmada la destacada escritora chilena Isabel Allende gracias al pincel del artista estadounidense Robert McCurdy, quien realizó un retrato realista de la autora de La casa de los espíritus en óleo sobre lienzo.
“Hace un par de semanas, mientras estaba en Nueva York con mi familia, visité el estudio de Robert McCurdy para la presentación informal de mi retrato”, escribe Isabel Allende en la descripción de su publicación, que aloja una fotografía de ella junto a la tela en una pose idéntica.
Se trata de la obra del retratista Robert McCurdy, conocido por inmortalizar a importantes figuras de la historia universal, entre ellas, los ganadores del Premio Nobel de Literatura, Toni Morrison y Gabriel García Márquez, el decimocuarto Dalái Lama, Tenzin Gyatso, la etóloga Jane Goodall, Nelson Mandela, entre otros.
“Es un poco vergonzoso ser objeto de un trabajo tan maravilloso y quedé completamente impresionada. Invadimos su pequeño estudio (éramos 10 personas) y Robert muy cariñosamente nos dio una cálida bienvenida y fue muy generoso respondiendo todas nuestras preguntas”, señaló la autora de Paula.
Según explica McCurdy, el objetivo de estos retratos es crear una imagen sin expresión y sin tiempo, para que el espectador y el sujeto puedan encontrarse. Sus creaciones están disponibles en diferentes galerías de artes, muchas de ellos donadas por sus compradores. No obstante, algunas de ellas pueden verse gratuitamente a través de la página de la Galería Nacional de Retratos, que tiene locación física en Washington, Estados Unidos.
“Esperemos que el retrato encuentre un buen hogar en algún museo en un futuro próximo”, dice Isabel Allende, haciendo referencia al destino de la pintura que protagoniza.
Así, en una tela de 73 x 68 centímetros, el también fotógrafo Robert McCurdy inmortalizó a una de las más grandes escritoras latinoamericanas y una de las referentes de la literatura chilena, cuyo último libro publicado se titula El viento conoce mi nombre.