Kieran Culkin fue un niño actor que debutó en el cine con ocho años. Pedro Pascal, por su parte, tuvo que esperar hasta casi sus 40 para que su carrera definitivamente despegara en la industria estadounidense. Uno nació y se crio en Nueva York junto a un numeroso clan. El otro nació en Chile y, tras el exilio de su familia, vivió gran parte de su juventud entre San Antonio (Texas) y Orange County (California).

Dueños de diferentes recorridos, ambos llegaron anoche al hotel Beverly Hilton con buenas posibilidades de alzar el primer Globo de Oro de sus respectivas trayectorias. Y aunque sólo uno podía obtener el galardón a Mejor actor de serie de drama, juntos protagonizaron una de las interacciones más comentadas de la jornada.

El sobre de la categoría contenía como ganador el nombre de la estrella de Succession, quien subió al escenario para brindar un discurso que para muchos evocó la caótica energía de su personaje en la ficción de HBO, Roman Roy. Tras mencionar a su esposa, Jazz Charton, Culkin recordó la ceremonia a la que acudió con su primera nominación a los Globos de Oro, en 2003, cuando aspiró al reconocimiento a Mejor actor de comedia o musical en reconocimiento a su trabajo en la película Las locuras de Igby (aquella vez triunfó Richard Gere, candidato por Chicago).

“Cuando ese momento pasó, recuerdo haber pensado que nunca volvería a estar en esta habitación”, reconoció ante los presentes.

Gracias a Succession, he estado aquí un par de veces, es lindo. Ya había aceptado que no iba a estar en este escenario, así que este es un buen momento”, señaló mientras tenía la mirada fija en el piso.

De pronto, algo se activó en él y dirigió su atención al intérprete de The last of us, sentado en una mesa al costado derecho del salón junto a Bella Ramsey y el equipo de la serie de HBO. “Chú…, Pedro. Lo siento. Es mío”, indicó, desatando las carcajadas de los asistentes y del propio aludido, quien pasó de la risa a un puchero. No hubo Globo de Oro para el chileno, pero sí una respuesta distendida a una broma que en otra situación –o con otros protagonistas– podría haber sido foco de malentendidos.

Foto: Reuters/Mario Anzuoni

El momento tiene su propia historia. Como parte de las actividades que anualmente organiza en la previa a las nominaciones a los Emmy, en 2023 la revista especializada The Hollywood Reporter invitó a Pascal y Culkin a participar de una mesa redonda junto a otros artistas con elogiadas actuaciones. Una oportunidad para reflexionar sobre el trabajo propio y ajeno, pero también para producir episodios fuera de libreto.

Aunque nunca habían coincidido en un proyecto en la pantalla, la dupla no sólo demostró buena disposición, sino que una gran química.

A propósito de los roles paternales que ha coleccionado en los últimos años (desde The Mandalorian a la película de Netflix Superheroicos), la conversación giró hacia esa faceta de la carrera de Pascal. Culkin aprovechó la oportunidad para lanzar una desconcertante pregunta. “¿Serías mi padre?”, le dijo.

Jeff Bridges, compañero de reparto del chileno en Kingsman: El círculo dorado (2017), le consultó si era papá. “No soy padre y no voy a ser padre”, contestó la figura de Narcos, generando otro instante para el singular humor del intérprete detrás de Roman Roy.

“Yo soy papá. A nadie le gustan mis papeles de padre. Les gustan tus papeles de padre”, admitió.

Sus intervenciones causaron las risas de la moderadora y de Bridges, Evan Peters, Michael Imperioli y Damson Idris, el resto de los participantes de la instancia, y se viralizaron rápidamente en redes sociales (el video completo está disponible en YouTube).

Tras su paso por los Globos de Oro, ambos se verán las caras nuevamente el próximo lunes 15 de enero, en la pospuesta ceremonia de los Emmy. Allí disputarán el premio a Mejor actor de serie de drama, galardón al que también postulan Brian Cox, Jeremy Strong, Bob Odenkirk y Jeff Bridges.

¿Habrá revancha? ¿O volverá a imponerse el hombre de Succession? La cita será en el Peacock Theater de Los Angeles a partir de las 22 horas.

Sigue leyendo en Culto