La sociedad de la nieve se posicionó como la película número uno en Netflix en todo el mundo, según Flix Patrol. Esta cinta, dirigida por Juan Antonio Bayona, impacta no solo por la historia real que recrea, sino por la calidad de sus actuaciones y efectos visuales.

El crédito de esto se lo lleva el equipo y, por supuesto, su director, que estuvo a cargo de otras recordadas producciones como Lo imposible (2012), Jurassic World: el reino caído (2018) y de la serie El señor de los anillos: Los anillos de poder (2022).

Así, el relato que cuenta el accidente del vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya en la Cordillera de los Andes, requería de un alto trabajo técnico y actoral por parte del reparto y, por ende, de la experiencia y profesionalismo de Bayona.

El filme reúne 13 nominaciones a los Premios Goya y dos a los Critics Choice Awards y forma parte de la lista corta del Oscar a Mejor película internacional, entre otras nominaciones.

Desde su estreno en Netflix el 4 de enero, los espectadores aún se impresionan con diversas escenas y secuencias de La sociedad de la nieve, que su director explicó en una reciente entrevista en elDiario.es.

El accidente

Sin dudas, el fragmento del accidente del avión es una de las más gráficas y angustiantes. Precisamente esa era la intención de J.A. Bayona: poder retratar desde dentro lo que vivieron y narraron los 15 supervivientes. “El reto es narrativo y técnico (...) El planteamiento básico fue estar muy cerca de ellos, para que el espectador sienta que está cerca”, declara el director.

La secuencia se grabó en Madrid y es una combinación de capas digitales con elementos reales, como muñecos. Sin embargo, uno de los fondos que se ven desde el frontis del avión fue grabado por el mismo Bayona en la Cordillera de los Andes.

“Es como hacer un puzzle. Son secuencias muy técnicas”, dice. Además, explica que instaló pequeñas cámaras GoPro en diversas partes de la escenografía del avión, que brindaron planos útiles al momento de armar el relato.

Asimismo, se usaron cuerdas para lograr que uno de los actores saliera despedido de la nave. Sobre el sonido, comenta la importancia de jugar con este en la secuencia: el silencio del impacto, la falta de fuego por la presión y la ausencia de música.

La decisión

Para sobrevivir, los sobrevivientes deciden alimentarse de los restos de sus compañeros muertos. El rodaje de la plática donde se toma esa decisión fue una de las más duras, explica J.A. Bayona.

“La conocemos todos como la 82, porque la tenemos muy clara y localizada (...) Hay una sensación de que es algo que se va gestando en voz baja, en frases dichas en pequeños grupos”, cuenta.

Los secretos del rodaje de La sociedad de la nieve | Netflix

La parte estaba compuesta por 29 actores, por lo tanto, tener a todos dispuestos, maquillados y vestidos desde primera hora, era todo un desafío. Finalmente, se logra una narrativa que mezcla el conflicto, la pasividad y la mediación, que marca un antes y un después, con aquella discusión médica, religiosa, filosófica e incluso, legal.

Era una escena más larga, pero nos pareció dejarla en silencio. Esta es una de mis escenas favoritas y me encanta como acaba”, comenta el director de La sociedad de la nieve.

La avalancha

Esta es una de las escenas que más crueles de la película, en palabras de Bayona. “Me llama la atención lo cruel de la montaña”, reflexiona, para luego explicar lo complejo del rodaje.

Previo a este evento, los personajes viven un emotivo momento de paz. Tras resolver el problema de la comida y del frío, comparten payas para levantar la moral. Payas que no estaban en el guion. Según explica el director de la cinta, le pidió a cada uno de los actores que elaboraran estas frases de acuerdo a la personalidad de a quienes interpretaban, por lo tanto, estas fueron totalmente improvisadas. Como una espontaneidad muy bonita, definió la escena.

El rodaje se realizó en un plató, con nieve real. Las maletas que los separaban del exterior, eran de goma. Los actores aguardaban bajo la nieve a que Bayona les dijera cuando salir. Así, poco a poco, emergían de la nieve para desenterrar a sus compañeros. Es más, uno de ellos orinó de verdad en sus manos para poder escarbar, ya que se le congelaban las manos.

“Los pobres estaban a oscuras con la nieve derritiéndose”, cuenta Bayona, y agrega que al terminar la escena, los actores corrían hacia el otro lado del set para recibir toallas y quitarse la ropa mojada.

La expedición

“Salir era morir”, dice Juan Antonio Bayona sobre el instante en que los personajes deciden ir en busca de ayuda. En cuanto al rodaje, este destaca la combinación de lo físico con lo digital, en especial, la importancia de los efectos visuales para unir los planos de Sierra Nevada (locación donde se grabó) con los de la Cordillera de los Andes registrados por el mismo.

En las escenas donde los actores suben las pendientes, estos están sujetos con cables. No obstante, el momento en donde Nando y Roberto llegan al punto clave de su ruta, fue grabado en la ubicación real por dobles de acción. “No había seguro que cubriera”, bromea Bayona.

Una escena épica también esconde un momento íntimo, cuando los protagonistas en vez de desesperarse por su paradero, se sientan en un momento de pausa a contemplar el paisaje.

Los secretos del rodaje de La sociedad de la nieve | Netflix

“Se tuvo que rodar en 15 minutos”, cuenta. ¿Por qué? La luz se estaba acabando. Según relata el director, él no fue a localizar y al llegar a filmar se dio cuenta de que la luz no era la indicada. “Nos fuimos sin saber si habíamos rodado la escena o no”, dice. A ello, suma el difícil trabajo de borrar el reflejo de las gafas de los personajes, para que no se viera ningún técnico en ellas.

Como un trabajo “muy complicado, pero con mucha improvisación para que la película fuera orgánica como quería”, es como definió Bayona el trabajo en La sociedad de la Nieve.

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