La cueca de Maihuen de Los Ángeles abrió la segunda noche en el Festival del Huaso de Olmué. Tras unas payas a la chilena, el conjunto folclórico comenzó a interpretar temas de su propio repertorio a las 22:10 horas.
En medio del público se elevaban algunos pañuelos blancos y las palmas, inquietas, acompañaban el ritmo de la música nacional. De pie, los asistentes pedían otra canción al grupo de más de 30 años de trayectoria, quienes ante la insistencia permanecieron en el escenario.
El alcalde de Olmué, Jorge Jil Herrera, le entregó un guitarpín a la agrupación, la máxima distinción para los artistas que pisan el anfiteatro olmueíno. “Aquí el folclore gana”, dijo la autoridad comunal.
El grupo Mahiuen de Los Ángeles cantó Llorando Audencia, cueca que fue coreada por el público y bailada por el edil y varias parejas más en la platea y la galería.
Ivette Vergara y Eduardo Fuentes, animadores de la instancia transmitida por Televisión Nacional de Chile (TVN), dieron la bienvenida a la segunda noche del certamen y saludaron a las autoridades presentes, entre ellas, el Ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, y alcalde de Olmué.
El espectáculo de Denise Rosenthal
La cantante chilena de pop, Denise Rosenthal, entró al escenario en medio de su cuerpo de baile. Vestida con un top brillante y botas blancas altas, la artista interpretó Agua segura, del álbum Todas seremos reinas (2021).
Faroles, Santería y Demente siguieron en la presentación, que estuvo cargada de coreografías y movimientos que parecen incomodar a Rosenthal. Baila mucho y canta a ratos breves en Naughty Girl, donde es su cuerpo de coristas quien se escucha con más potencia.
Con Encadena desplegó todo el poder femenino sobre el escenario de El Patagual, el que pisó por primera vez la noche de este viernes. La artista se tomó una pausa entre canciones, fue por una toalla para secarse el sudor de la frente y se posicionó frente al piano para interpretar Isadora, emotivo tema para recordar a quienes ya no están.
Cambio de piel, El amor no duele y Migajas comienzan a cerrar el espectáculo, pero una canción del pasado hace bailar al público: I wanna give my heart, su primer single en 2011.
Suggar mami, uno de sus últimos lanzamientos en colaboración con Danna Paola, dispuso a Denise Rosenthal a dejar el escenario. Para la sorpresa de todos, dos chinchineras ingresaron al escenario y animaron a El Patagual al ritmo de los bombos.
La potencia de Tiene sabor, el empoderamiento de Lucha en equilibrio y Supernova, canción que da nombre a su último álbum, cerraron definitivamente la presentación de la artista.
Monse Jerez: las redes versus El Patagual
Monse Jerez es una de las grandes revelaciones del Festival de Olmué. Con una trayectoria ligada a la actuación y al área creativa en televisión, la porteña debutó la noche del viernes en los grandes escenarios.
La comediante de 38 años ingresó a escena al ritmo de Beyoncé. Su presentación abordó diversos temas, como el uso de redes sociales, el concepto de ser ‘ñuñoino’ y la experiencia de vivir en regiones. Asimismo, contó sus historias de juventud en torno a la revista Miss 17.
“Mi humor no es de chiste corto”, dijo Jerez en la conferencia de prensa posterior a su presentación. Y es que ese fue uno de los aspectos que dificultó las risas en El Patagual, cuyos asistentes se resistieron y comenzaron a soltar las carcajadas a medida que avanzaban los relatos de la actriz.
Precisamente, las dotes actorales de Monse permitieron al público trasladarse a sus historias, ya que a través de cambios de voz, se convirtió en estudiante, profesor, directora de colegio e incluso su propia madre.
De pie aplaudieron a la wanderina y, junto a Ivette Vergara, corearon el canto ‘Se lo merece’, mientras recibía el galardón de reconocimiento del festival: la figura huasa.
Con algunos chistes repetidos de su paso por Pura Comedia (sección del programa de Canal 13), tales como la llegada de los amigos de su esposo a su casa o los extraños modos de los hinchas futboleros, Monse Jerez se despidió.
A pesar de que en El Patagual recibió aplausos de pie y el cariño del público, en redes sociales los usuarios manifestaron animadversión por su rutina y rechazo a las historias largas sin remate. Eso fue en X (exTwitter), donde con memes y posteos, comentaron la lentitud de la puesta en escena.
En tanto, en Instagram, muchos nuevos perfiles se sumaron a su cuenta, que pasó de 5 mil a 36,7 mil seguidores (a las 3:20 horas del sábado 20 de enero).
Así, mientras en redes los telespectadores no se mostraron muy convencidos, en El Patagual rieron y aplaudieron a la oriunda de Valparaíso.
La fiesta de Glup!
Si un grupo podía desordenar el anfiteatro de Olmué, ese sería Glup! Tras las presentaciones pertenecientes a la competencia propia del Festival del Huaso, el público estaba ansioso por la llegada del cuarteto nacional.
A diferencia de la primera jornada, platea y galería permanecían con un número considerable de asistentes, quienes a las 2:00 horas y con el frío cayendo, aguardaban la aparición de Glup! Mientras el equipo de la banda preparaba los últimos detalles en el escenario, se escucharon las primeras pifias del público.
Bastaron 5 minutos para que aparecieran Koko, Vid, Rodrigo Stambuk y Carlos Lama en el escenario. Con los espectadores de pie y aplausos recibieron Mi destino.
Así es la vida trajo algunos problemas técnicos que el público no demoró en hacer notar. Siguieron sin mayores inconvenientes con el tema que compone su álbum Welcome Polinesia, al igual que Enamorado de ti, canción con la que continuaron.
De su nuevo álbum, Dancing Queen Karaoke Club, cantaron Flaca del argentino Andrés Calamaro, en una versión al estilo único de Glup!
Las luces rojas y el lúgubre estilo que adquirió la voz de Koko Stambuk adelantó otro de los covers que compone su último disco. Estrechez de corazón fue cantada por la banda y por Miguel Tapia, quien ingresó al escenario a interpretar una parte del tema de su grupo, Los prisioneros.
“Vamos a ponernos románticos”, anunció el vocalista. Cómplices y una versión lenta de Free-bola bajó las revoluciones en Olmué, no así el volumen de las voces de quienes, de memoria, cantaban los éxitos de su adolescencia. Luego, el tema de la chica light tornó a su forma original e hizo bailar a todos los presentes. De un momento a otro, desafiando la tensión del cable del micrófono que llevaba en mano, Koko Stambuk bajó del escenario y se internó en medio del público, desde donde también cantó Puta Jefe a todo pulmón.
El momento se torna reflexivo. Koko Stambuk, ya de vuelta en el escenario, toma su guitarra y reflexiona sobre la música chilena. “Tenemos que estar unidos, urbanos y rockeros, somos todos chilenos”, dijo antes de empezar a cantar Grado 3.
“¡Gracias por quedarse. Glup! volvió para siempre!”, fueron las palabras con las que supuestamente la banda cerraría su espectáculo. A pesar de que la transmisión de TVN terminó, el cuartero siguió tocando. Rodrigo Stambuk comenzó a cantar El Rey, de Vicente Fernández, acompañado de los fanáticos que no se iban de El Patagual.
Como una fiesta fuera de cámaras terminó la segunda noche del Festival del Hueso de Olmué, que con algunos tropezones, logró satisfacer al público.
La tercera jornada contará con la presencia de Grupo Ankaly en la obertura, la cumbia de Damas Gratis y Tomo Como Rey, y el humor de Coronel Valverde.