Jim Morrison, vocalista de la banda The Doors, es considerado como uno de los exponentes del rock más importantes de la historia. Fallecido en 1971, su legado musical sigue marcando a distintas generaciones.

Debido a la época, su manera de trabajar música junto a sus compañeros (Manzarek, Densmore y Kriegger) era análoga. Había que tocar, mirarse las caras, probar partes y arreglos una y otra vez, con los amplificadores calentándose. Eran otros tiempos.

A raíz de esto, en 1969, el intérprete de Riders on the storm comentó en una entrevista su visión de la música en el futuro. En el registro audiovisual se ve que el también poeta habla de una suposición que proyectaba para la posteridad.

“El rock está muriendo”, aseguró. “La música de la nueva generación será una mezcla de elementos (...) quizás se incline mucho a la música electrónica”. Se imaginaba a una sola persona frente a una máquina, haciendo las pistas para las canciones que escuchamos desde hace varios años.

En cierto punto, se puede ver como una predicción que realizó el artista, entendiendo cómo funcionaba la industria musical, y adelantándose a los cambios dentro de la misma. Si pudiera ver el escenario actual, podría confirmar que en gran medida sus palabras se cumplieron, aunque entre otras cosas, el rock no ha muerto. La voz de Morrison sigue siendo tan actual como en el pasado.

James Douglas Morrison nació el 8 de diciembre de 1943, en Melbourne, Florida. Sin embargo, su vida estuvo marcada por mudanzas, ya que su padre se dedicaba a la actividad militar.

Desde niño fue un apasionado por las palabras, tanto de la lectura como de la escritura. Lo suyo eran los poemas.

Antes de los veinte se fue a vivir solo a Los Ángeles para estudiar cine, donde continúo cultivando su afición por la poesía e incursionó por primeras veces en las drogas. Asimismo, se enfrascó en la lectura de autores como Friedrich Nietzsche, Aldous Huxley, Jack Kerouac, Arthur Rimbaud y Charles Baudelaire.

En 1965 se graduó de cine y tuvo el encuentro que cambiaría su vida. Ray Manzarek – quien posteriormente sería tecladista en el grupo que conformaron–, quedó encantado con sus poemas. Estaba dicho. Juntos tendrían una banda.

Así se gestó el inicio de The Doors, una de las bandas que rápidamente se transformó en un exponente del rock. Los ojos del productor Paul A. Rothschild captaron el talento del grupo, lo que les llevó a editar su primer álbum homónimo con el sencillo Light My Fire que les lanzó al estrellato.

Tras un recorrido entre las drogas, los escándalos y el alcohol, Morrison abandonó la música y se fue a París a escribir. Fruto de su estadía en Europa publica dos libros, Los señores, Las nuevas criaturas, y posteriormente, los poemas Una plegaria norteamericana y Oración Americana.

En 1971 el cantautor fue encontrado muerto en la bañera de su apartamento. Así, una de las más grandes figuras de la música falleció a los 27 años, al igual que Jimi Hendrix, Janis Joplin y Amy Winehouse.