Durante la jornada de este viernes 9 de febrero se lleva a cabo el funeral de Estado del expresidente Sebastián Piñera Echeñique, quien falleció el martes 6 de febrero a causa de asfixia por sumersión, luego del impacto del helicóptero que pilotaba en el Lago Ranco.

Un funeral de este tipo participan los tres poderes del Estado: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, y es gestionado por el Ministerio del Interior de turno y la familia del fallecido. En esta instancia se rinden honores y homenajes especiales, donde asisten diversas autoridades del mundo eclesiástico, militar y político.

Este se realiza de forma exclusiva para presidentes y expresidentes de la República y se enmarca en el Duelo Nacional de tres días, que en este caso fue decretado por el mandatario Gabriel Boric. Una misa en la Catedral Metropolitana de Santiago, oficiada por el Arzobispo de Santiago—actualmente Monseñor Fernando Chomali—, es un hito importante durante la jornada.

Sin embargo, no es la primera vez en la historia de Chile que se realiza un homenaje de esta envergadura. Anteriores Jefes de Gobierno fueron despedidos de forma pública y amparada por el Estado de Chile.

El profesor de Castellano, abogado y político del Partido Radical, fue presidente de la República entre el 24 de diciembre de 1938 y el 25 de noviembre de 1941. Durante su gobierno defendió férreamente el Estado docente; tomó un rol activo en la reconstrucción tras el terremoto en Chillán en enero de 1939, donde resultaron muertas 30 mil personas; y creó la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO), la que fue uno de sus mayores legados.

No obstante, presentó problemas de salud que derivaron en una tuberculosis, produciéndole la muerte el 25 de noviembre de 1941, en Santiago.

“Verdadero mar humano invadió las calles adyacentes al Congreso y la Catedral y las del trayecto hasta las periferias del cementerio”, consigna el diario La Nación en su edición del 29 de noviembre de ese mismo año. A través de las páginas del periódico se revelan los detalles del funeral de Estado de Pedro Aguirre Cerda.

Se estima que más de 500 mil personas asistieron a la instancia, que quedó registrada en video gracias a Jorge Reyes de St. Anne y José Valladares Prieto, el que puede revisarse en la página de la Cineteca Nacional.

El también conocido como “León de Tarapacá”, fue abogado y político del Partido Liberal y ejerció como presidente de la República entre el 23 de diciembre de 1920 y el 12 de septiembre de 1924; y por segunda vez, el 24 de diciembre de 1932 y el 24 de diciembre de 1938.

Falleció el 24 de agosto de 1950, y el mandatario de turno, Gabriel González Videla, instruyó un funeral de Estado para Alessandri Palma. Tal como se muestra en el registro audiovisual de la Cineteca Nacional, la carroza fúnebre va desde el Paseo Phillips, en el cual se encontraba la residencia del expresidente, hasta el Cementerio General.

Tras una parada en el Palacio de la Moneda, el ataúd es transportado al Congreso Nacional, por donde avanzan grandes cantidades de gente, entre ellas, su hijo Jorge Alessandri Rodríguez, y el entonces Ministro de Educación, Bernardo Leighton.

“Una vez sacado del Congreso, el ataúd –que en este tramo es llevado, entre otros, por Salvador Allende–es ingresado a la Catedral de Santiago, para finalmente llegar al Cementerio General, en donde el Presidente González Videla da un discurso”, consigna el sitio de la Cineteca Nacional.

Carlos Ibáñez del Campo fue presidente de Chile en dos ocasiones, la primera entre el 21 de julio de 1927 y el 26 de julio de 1931, encabezando un gobierno autoritario; y la segunda democráticamente electo entre el 3 de noviembre de 1952 y el 3 de noviembre de 1958.

Según los registros, falleció a los 82 años de edad, el 28 de abril de 1960, debido a un cáncer gástrico, durante el gobierno de Jorge Alessandri Rodríguez. Este último decretó duelo oficial por tres días y el 29 de abril, los restos del expresidente fueron trasladados al Salón de Honor del Congreso.

Dos días después de su muerte se realizó una misa en la Catedral Metropolitana de Santiago y sus restos fueron trasladados al Cementerio General, en donde se encuentra sepultado.

Su muerte tras el Golpe de Estado de 1973, y la posterior dictadura, no permitió un funeral de Estado para el médico y político del Partido Socialista de Chile. No obstante, el expresidente Patricio Aylwin designó una comisión para realizarle un funeral oficial durante su gobierno.

“Se resolvió que el funeral se realizaría el 4 de septiembre de 1990, fecha en que se cumplían 20 años desde que el candidato Salvador Allende obtuviera la primera mayoría relativa en la elección presidencial”, consigna la Fundación Aylwin.

Desde el cementerio Santa Inés de Viña del Mar, lugar donde había sido enterrado el cuerpo del exmandatario, sus restos fueron trasladados hasta la Catedral Metropolitana, donde el arzobispo de Santiago, en ese entonces monseñor Carlos Oviedo, realizó un responso en presencia de autoridades de gobierno, invitados extranjeros y representantes de distintos sectores políticos.

Finalizada esta ceremonia, el cortejo fúnebre se dirigió al Cementerio General, donde se realizó una ceremonia cívica de homenaje y despedida, donde dieron discursos Clodomiro Almeyda, presidente del Partido Socialista; el primer ministro de Francia, Michel Rocard; la viuda del expresidente Allende, Hortensia Bussi y finalizó con las palabras del presidente Aylwin.

El primer presidente democrático, luego de la dictadura militar, tuvo un funeral de Estado en calidad de exmandatario. Abogado y político de la Falange Nacional y del Partido Demócrata Cristiano, fue presidente de la República entre el 11 de marzo de 1990 y el 11 de marzo de 1994.

El viernes 22 de abril de 2016 se llevó a cabo a las 11:00 horas una misa presidida por arzobispo de Santiago, en ese entonces, Ricardo Ezzati.

Durante la ceremonia religiosa, el arzobispo de Santiago entregó a Patricio Aylwin, en las manos de su esposa, la Cruz del apóstol Santiago, distinción que la iglesia de Santiago entrega a quienes destacan por su servicio cristiano a la sociedad.

A la instancia acudieron diversas autoridades del mundo civil, militar y eclesiástico, diplomáticos de varios países y políticos chilenos, entre ellos, la Presidenta de ese entonces, Michelle Bachelet, Ricardo Lagos, Eduardo Frei Ruiz-Tagle y Sebastián Piñera. Asimismo, en la Plaza de Armas, los asistentes pudieron observar lo que pasaba dentro de la iglesia a través de pantallas gigantes.

Durante la dictadura de Augusto Pinochet fallecieron tres exmandatarios: Gabriel González Videla (1980), Eduardo Frei Montalva (1982) y Jorge Alessandri (1986). Sin embargo, no se les realizaron los honores correspondientes.

En el caso de Pinochet, en 2006, el gobierno de Michelle Bachelet le negó al fallecido dictador un funeral de Estado, recibiendo un funeral por parte del Ejército de Chile como ex Comandante en Jefe del Ejército.