Es parte de los ritos más emblemáticos de los Oscar. Cada año, unas semanas antes de la ceremonia principal, los nominados en las 23 categorías de la premiación se reúnen a compartir un almuerzo en uno de los hoteles más exclusivos de Los Angeles, Estados Unidos.
La tradición volvió a cumplirse este lunes, en la previa a la 96° edición de los Premios de la Academia, que se realizará el domingo 10 de marzo en el Dolby Theatre. A una media hora de ese recinto, en el Beverly Hilton Hotel de Beverly Hills, se juntaron nombres de la talla de Martin Scorsese, Steven Spielberg, Emma Stone, Margot Robbie, Christopher Nolan, Paul Giamatti y Sandra Hüller, todos aspirantes a la estatuilla dorada.
Tras viajar desde España a Estados Unidos –luego de su triunfo en los Goya–, Maite Alberdi llegó hasta ese lugar en calidad de nominada a Mejor documental por La memoria infinita. Aunque hace tres años fue candidata por El agente topo, en esa ocasión el almuerzo no se realizó debido a la pandemia de Covid-19, por lo que esta fue su primera experiencia en el evento organizado por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas.
Acompañada de las productoras Rocío Jadue y Julie Goldman, la cineasta charló con algunas renombradas figuras de la industria. Durante algunos minutos compartió con el actor irlandés Cillian Murphy, la estrella de Oppenheimer, la favorita para alzar el Oscar a Mejor película en la ceremonia de marzo.
También estuvo junto a Bradley Cooper y Carey Mulligan, ambos nominados por Maestro, el filme de Cooper sobre el matrimonio conformado por el compositor Leonard Bernstein y la actriz Felicia Montealegre. Esos encuentros quedaron inmortalizados en fotografías que Alberdi subió a su cuenta de Instagram. Lo mismo ocurrió con su conversación con el español J. A. Bayona, el director de La sociedad de la nieve, la cinta que el sábado arrasó en la gala de los Goya.
Comenzando por la compositora Laura Karpman (American fiction) y terminando en Robert Downey Jr. (Oppenheimer), todos fueron llamados al escenario para tomarse la foto que agrupa a todos los candidatos de esta versión. Un rito que tardó cerca de media hora, debido a la enorme envergadura del grupo. Alberdi fue la número 14 de la lista, después de Mulligan y el británico James Price, quien postula a Mejor diseño de producción por Pobres criaturas.
Asistir al almuerzo de los Oscar no es sólo un acto de cortesía; es la oportunidad para que las categorías en que no están los títulos más populares reciban la atención de los votantes, muchos de ellos, también parte del listado de nominados. Por ejemplo, hace dos años, el chileno Hugo Covarrubias aprovechó esa instancia para llevar a la protagonista de su cortometraje animado Bestia y mostrárselas a cineastas como Steven Spielberg y Guillermo del Toro.
Pablo Larraín fue el otro chileno que participó en la actividad de este lunes. El director de Jackie (2016) llegó en compañía del estadounidense Edward Lachman, nominado a Mejor fotografía por El Conde. También acudió en apoyó de La memoria infinita, película de la que es productor ejecutivo a través de Fábula.
Por su parte, Alberdi tiene una agenda plagada de actividades, la mayoría de ellas en Los Angeles y unas cuantas en Nueva York; todas, por cierto, respaldadas por MTV Documentary Films, la compañía que a inicios de 2023 adquirió los derechos de exhibición de su largometraje y se comprometió a levantar una sólida campaña en la temporada de premios.
El propósito de las instancias que se avecinan es atraer a los miembros de la Academia que no han visto su documental y acercarlos al proceso creativo detrás de su cinta sobre Paulina Urrutia y Augusto Góngora. Y, en el mejor de los casos, que la elijan en lugar de su competencia, que integran 20 Days in Mariupol, Bobi Wine: The people’s president, Four daughters y To kill a tiger.
Serán días frenéticos hasta el próximo 22 de febrero, fecha en que la campaña concluye oficialmente y se abre el período de votaciones que decidirá a los ganadores.