La querella que interpuso Jorge González, exlíder de Los Prisioneros, contra su amigo cercano y excompañero de banda, Miguel Tapia, y su exmánager, Alfonso Carbone; remeció la escena musical chilena.

Sin embargo, el caso de la banda de San Miguel no es un hecho aislado. La historia demuestra que los problemas de relaciones, ego y dinero generan roces en los conjuntos musicales, que en medio de la fama y el éxito (o el fracaso), deben enfrentarse a los sentimientos más característicos de la especie humana: la envidia, el rencor o la avaricia.

Los Prisioneros, 2003

Culto hace una selección de famosas bandas que, por diversas causas, han recurrido a la justicia como única forma de resolver conflictos, ya sea referidas a los derechos de las canciones o al extenso patrimonio que acumulan.

The Beatles

La banda británica, formada por John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr, tampoco estuvo exenta de problemas. Todo inició cuando recién se conformó el grupo y lanzaron su debut, Please Please Me (1963).

John Lennon y Paul McCartney dejaron el manejo comercial de su creación en manos de su mánager, Brian Epstein, conocido como el “Quinto Beatle”. Él gestionó junto a Dick James la creación de Northen Songs, una sociedad que incluía a los cuatro miembros del grupo musical (George Harrison y Ringo Starr contaban con menor porcentaje) y a los dos ejecutivos.

Sin embargo, en 1967 fallece Epstein y las relaciones en la sociedad comienzan a tambalearse: The Beatles adquirió una serie de deudas. Dick James, quien había tomado el papel de Brian, vendió– sin notificar a la banda– su parte a ATV Music, es decir, el cuarteto ya no tenía control total de sus canciones.

Posteriormente, Lennon y McCartney también vendieron su porcentaje de Northern Songs a ATV Music, que ahora se transformaba en la entidad dueña de la creación de The Beatles. No obstante, la empresa tuvo problemas financieros, lo que provocó que McCartney y Yoko Ono –ya viuda de Lennon y heredera de su patrimonio—quisieran recuperar a toda costa los derechos de las canciones. La compañía no accedió a su oferta, pues no solo quería vender el catálogo de The Beatles, sino toda la empresa.

Ahí aparece Michel Jackson, amigo de McCartney, quien compró todo catálogo de ATV Music (jugada que claramente enfrío la relación entre las estrellas). Pero, el rey del pop tuvo complicaciones económicas y vendió la mitad a Sony/ATV, que finalmente, en 2016, se hizo dueña totalitaria de las canciones de Paul y John.

Tras la modificación de la ley de derechos de autor en Estados Unidos, que estipulaba que todos los derechos cedidos antes de 1978 podían recuperarse por su autor después de 56 años, Paul McCartney vio la oportunidad de volver a ser dueño de su música. Así que presentó una demanda ante una corte de Nueva York en 2017, pidiendo que Sony asegurara que le devolvería los derechos de sus temas al año siguiente. Finalmente, en junio de ese año, ambas partes llegan a un acuerdo confidencial, que marca una victoria de McCartney.

Pero algo más: tras la disolución de The Beatles, anunciada en abril de 1970, Macca demandó a sus propios compañeros de banda. Quería que el catálogo fuera distribuido de la mejor manera. “No tuve otra salida”, se justificó décadas más tarde, en uno de los episodios más amargos de los Fab Four.

Journey

La banda de rock creada en 1972 por Gregg Rolie y el guitarrista Neal Schon (exmiembros de Santana), integró a Steve Perry en 1977, quien se convirtió en uno de los vocalistas más carismáticos del conjunto de San Francisco. Asimismo, en 1980, se unió Jonathan Cain en el teclado y la guitarra rítmica, integrante que sigue presente en el grupo hasta la fecha.

Uno de los primeros embustes legales, en 2020, fue iniciado por Schon y Cain, quienes figuraban como los únicos con el derecho a controlar la marca del grupo a través de Nightmare Productions. Ambos demandaron al bajista Ross Valory y al baterista Steve Smith, quienes se integraron a Journey en 1973 y 1979 respectivamente. Los últimos dos fueron despedidos en marzo de 2020 y acusados de intentar un ‘golpe de estado corporativo’ con la intención de tener el control de la marca. Schon y Cain pedían 10 millones de dólares en compensación.

Según la demanda, el resultado de ese ‘complot’ ha “destruido la química, la cohesión y la relación necesaria para que la banda toque en conjunto … Las acciones tomadas por Smith y Valory destrozaron esa confianza … Schon y Cain han perdido la confianza en ambos y no están dispuestos actuar con ellos de nuevo”.

La demanda se devolvió. En abril de 2020, Valory presentó una propia en el Estado de California, afirmando que las acusaciones no tenían sustento legal.

Pero finalmente, ambas demandas no llegaron a nada. A través de un comunicado, se informó que los miembros involucrados resolvieron sus diferencias a través de un acuerdo amistoso.

Las aguas, sin embargo, no quedaron quietas. Steve Perry, cuya salida de Journey se concretó en 1998, arremetió en 2022 contra la dupla Schon- Cain por estar en desacuerdo con las prácticas comerciales de la banda. El exvocalista solicitaba que se impidiera a Freedom JN LLC– empresa que posee las marcas registradas y está dirigida por Schon y Cain– usar las marcas en cualquier prenda o artículo oficial. No obstante, al igual que la vez anterior, la demanda no llegó a puerto: Perry la habría retirado.

Los conflictos siguieron, y también involucraban dinero. Los que antes fueron demandados en bloque, ahora se enfrentaban por el uso de una tarjeta. Se trató de Neal Schon, quien acusó en 2022 a Jonathan Cain de negarle el acceso de la tarjeta de crédito American Express del grupo y sus registros.

Asimismo, ambos están enredados en un conflicto que involucra a la esposa de Cain, Paula White-Cain (exasesora del expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump), porque esta habría accedido a las cuentas bancarias del grupo sin el consentimiento de Schon. A esto se sumó la interpretación del tecladista de Don’t Stop Believin con seguidores de Trump, decisión que el creador de la banda rechazó por la polarización que podía generar en los fanáticos del grupo.

No ha habido nuevos antecedentes de resolución los últimos conflictos, pero sí se sabe que Journey tiene una agenda cargada de conciertos para 2024, que sí incluyen a la controvertida dupla Cain-Schon.

Pink Floyd

Muchas veces, los problemas legales y de dinero de una banda desembocan en su quiebre definitivo. Sin embargo, en el caso de Pink Floyd fue al revés: tras la salida de Roger Waters, se intensificaron los problemas legales dentro de uno de los grupos más famosos de todos los tiempos.

Fueron autores del exitoso álbum de The Wall y de temas como Wish you were here o Time, y también los protagonistas de una disputa que continúa hasta el día de hoy. David Gilmour y Roger Waters son los principales personajes de esta historia.

Fue formada en 1965 con Waters, Nick Mason, Richard Wright y Syd Barrett, el vocalista. Esta vivió su primer terremoto cuando Barrett ya no podía interpretar música a causa de su adicción al LSD. Así que, en su reemplazo, llegó David Gilmour.

Poco a poco, luego del éxito de The dark side of the moon, el bajista Roger Waters se convirtió en el líder de la banda. Pero pronto, los roces con Gilmour comenzaron a intensificarse a causa de los malos tratos de Waters con sus compañeros, donde incluso Bob Ezrin, el productor de The Wall, fue víctima del maltrato.

Las disputas y el comportamiento del bajista terminaron en la salida del tecladista Richard Wright de la banda. No fue decisión propia. Waters lo había despedido. Como fuere, este se terminó yéndose de la banda en 1985, para trabajar en su carrera como solista.

La demanda la interpuso precisamente Roger Waters, para que sus excompañeros no pudieran usar el nombre Pink Floyd luego de que Gilmour y Mason decidieran seguir con el proyecto musical – incluso habían vuelto a integrar a Wright–.

El autor de Three Wishes perdió la demanda, pero llegó a un acuerdo con los demandados. Waters obtuvo los derechos exclusivos sobre toda la imaginería que desplegaban en sus conciertos –como su famoso cerdo volador– y sobre el espectáculo audiovisual de The Wall, a excepción de los temas que había compuesto Gilmour y los incluidos en el álbum The final cut. De esa forma, sus antiguos camaradas podían seguir usando el nombre de Pink Floyd.

Si bien los conflictos legales terminaron, la batalla sigue en redes sociales. Pero esa es harina de otro costal.

Mötley Crüe

El hard rock y el heavy metal no quedan fuera de tribunales. La banda estadounidese fue formada en Los Ángeles, California, por el bajista Nikki Sixx y el baterista Tommy Lee. Más tarde se unieron Mick Mars en la guitarra y el vocalista Vince Neil.

En los inicios de su carrera cosecharon éxitos como los álbumes Too Fast for Love (1981), Shout at the Devil (1983) y el exitoso Dr. Feelgood (1989). Su primer periodo terminó en 2015 tras un acuerdo de separación, que los mantuvo inactivos hasta 2019, cuando el documental de Netflix, The Dirt, los vuelve a poner en escena más renovados que nunca.

Tres años duró el regreso con la composición original. El guitarrista Mick Mars anunció en 2022 su retiro de Mötley Crüe por problemas de salud, aunque días más tarde presenta una demanda contra sus excompañeros de banda por las consecuencias legales de su salida.

La demanda exige que la banda revele datos de las finanzas internas, para ver si está recibiendo lo que le corresponde. Mars afirma que la banda le obligó a firmar un acuerdo de cese que le despojaría de sus ingresos (que comprenden el 25% del totalde lo generado), a cambio de brindale un 5% en la gira de la que no formaría parte.

A esta fecha, aún no hay resolución pública de la demanda. Mientras tanto, Mick Mars sigue desarrollando su carrera como solista.

03 DE MARZO 2023 MOTLEY CRUE EN EL ESTADIO BICENTENARIO DE LA FLORIDA FOTO PEDRO RODRIGUEZ

Guns N’ Roses

La banda, su vocalista y su representante han estado envueltos en temas legales. El grupo estadounidense fue formado en 1985 por su líder y cantante principal, Axl Rose, y el guitarrista Izzy Stradlin; forma parte del Salón de la Fama del Rock and Roll y se ha coronado como uno de los conjuntos más relevantes en la escena. No obstante, no ha estado libre de los escándalos.

El grupo de Don’t Cry ha variado en su conformación a lo largo de los años. Steven Adler, quien fue baterista de la banda desde sus orígenes, fue expulsado del grupo en 1990 por su adicción a las drogas, ya que su participación en las grabaciones del álbum Use Your Ilusion estaban siendo complejas.

Fue en julio de 1991 que Steven presentó una demanda contra sus antiguos compañeros de banda, alegando que fue despedido mientras tomaba drogas como parte del tratamiento de desintoxicación, lo que afectaba en su concentración durante las sesiones.

El caso se resolvió extrajudicialmente en 1993. Guns N’ Roses hizo un pago extrajudicial de 2,25 millones de dólares de liquidación a Steven Adler respecto a su demanda de 1991. Además, recibió el 15% de las regalías de la época que grabó con la banda. De hecho, el video de Axl Rose declarando en el juicio quedó registrado y puede revisarse.

Hablando del vocalista de la banda de Welcome to the jungle, este fue acusado en varias ocasiones de agresión y abuso y acoso sexual. En 2023, la exmodelo Sheila Kennedy demandó a Axl Rose por agresión sexual en 1989, hechos que el líder del conjunto niega rotundamente.

Sin embargo, la demanda también registra otros hechos de índole similar en el historial de Rose. Se estipula que este habría participado en una violación grupal contra su novia de 15 años en 1984, donde los cargos fueron desestimados. Además, se agrega que Rose arrojó a una mujer por un tramo de escaleras, después de que ella se negara a tener relaciones sexuales con él; lo que se suma a las previas demandas del vocalista a nombre de dos de sus exparejas, Erin Everly y Stephanie, por violencia doméstica; y la demanda puesta Stephanie Symour, también exnovia de Axl Rose, por malos tratos.

En noviembre del 2023, la fotógrafa Katarina Benzova demandó a Guns N’ Roses y a su equipo por el uso de varias de sus fotografías sin autorización, en medios impresos y digitales, campañas publitarias y otros medios. Además, acusó al mánager de la banda, Fernando Lebeis, de “numerosas insinuaciones sexuales no deseadas” y “acoso sexual sistemático y generalizado” en un “entorno de trabajo que carecía por completo de política de acoso sexual, manual de acoso sexual, formación sobre acoso sexual y departamento de recursos humanos”, según registra la demanda recogida por Rolling Stone.

Esta demanda fue interpuesta por Benzova después de que GnR la demandara por registro indebido de sus fotos y el alegato falso de la infracción de derechos de autor. Los resultados de estas demandas aún no son de público conocimiento.

Hall & Oates

El dúo estadounidense de soul, formado por Daryl Hall y John Oates, también se vio involucrado en demandas y disputas legales. El par surgió en Filadelfia a inicios de los setenta, cuando el primero promocionaba el primer sencillo de su propio grupo, The Temptones. Ambos se conocieron, eran estudiantes de primer año de la universidad de Temple y congeniaron de inmediato, tanto así que comenzaron a vivir juntos. Así nació Hall & Oates en 1972.

Son autores de éxitos como You make my dreams, I can’t for that (no can do), Maneater o H2O. Ya desde 2021, Hall manifestaba en los medios los roces con su colega y las incomodidades que le generaba no ser dueño de su propio catálogo.

Hall & Oates

Las acciones legales comenzaron recientemente, cuando a fines de noviembre de 2023, Daryl Hall, de 77 años, presentó una demanda contra John Oates (75), alegando el incumplimiento del contrato que el dúo firmó sobre los derechos de su música.

De acuerdo a lo que se reveló, Hall acusa que Oates quería vender a sus espaldas la mitad de la sociedad (Whole Oats Enterprises) a un tercero. Como primeras resoluciones, un juez de Nashville, donde se interpuso la acción judicial, emitió una orden para que de momento no pueda cerrar la venta al fondo Primary Wave IP Investment Management.

Es más, la demanda incluía una orden temporal de alejamiento, una medida que se toma para evitar que una de las partes perjudique los intereses económicos de la otra. De acuerdo a AP News, la demanda es una disputa privada bajo acuerdos con términos y arbitraje de carácter confidencial.

Sigue leyendo en Culto