Amor, acoso, asesinato: la historia real tras el documental de Netflix que no debes ver si usas aplicaciones de citas
Dave Kroupa es un mecánico de 30 años que se crea un perfil en una plataforma de citas, donde conoce a dos mujeres, Liz Golyar y Cari Faver. Lo que parece ser un triángulo amoroso normal, escala a una turbia historia de acoso que resulta en un homicidio. Este documental es narrado por la voz de su propio protagonista, quien, casi una década después, reflexiona sobre los alcances de un simple clic.
Love, stalker, killer, es el nombre original del nuevo documental de Netflix sobre un crimen real. Estrenada el 9 de febrero de este año, la película se centra en la historia real de un hombre de 35 años quien, tras divorciarse, abre un perfil de citas para conocer a nuevas mujeres.
Sin embargo, esas incursiones por internet terminaron en un trágico desenlace.
A diferencia de otros documentales, Amor, acoso, asesinato se basa en las experiencias de las víctimas y no del victimario. En 90 minutos, la cinta dirigida por Sam Hobkinson (La ciudad del miedo: Nueva York contra la mafia), envuelve al espectador en una trama de acoso que aumenta la paranoia.
Sin revelar los resultados del caso, la película sigue un relato cronológico de los hechos vividos por Dave Kroupa, el protagonista. Él mismo– y otro actor más joven–encarnan a su personaje, simulando los acontecimientos que vivió en 2012 y los años posteriores.
A una semana de su estreno, el documental ha recibido buenas críticas. “Un relato hábil, sofisticado y rigurosamente narrado desde el corazón de Estados Unidos que se centra en aquellos que vivieron el crimen y no en la persona que lo cometió”, escribió, por ejemplo, Vanity Fair.
Liz Golyar
En el 2000, Dave Kroupa, un joven mecánico, conoció a la mesera Amy Flora y se casó con ella. Del matrimonio nacieron dos hijos, compraron una casa y vivieron felices como familia los primeros años.
Sin embargo, los horarios de la pareja no coincidían. Mientras Kroupa trabajaba de día, Amy lo hacía de noche. Así, poco a poco fueron distanciándose. Cuando él tenía 35 años, se divorciaron y, para estar cerca de sus hijos, David se mudó a Omaha, Nebraska, a vivir en un departamento de una habitación.
Solo y envuelto en la rutina, escribió en el navegador la palabra ‘citas’. Se creó un perfil en una plataforma y esperó. De pronto, tuvo una coincidencia: Liz Golyar, una madre soltera y amante de los animales. “Estaba empezando de nuevo como una persona soltera”, dijo Kroupa en Amor, acoso, asesinato.
Los animales, las motocicletas, el heavy metal y las películas de ciencia ficción eran elementos que ambos tenían en común. Iniciaron una relación sin compromisos, con citas en bares y encuentros en sus respectivas casas.
La llegada de Cari Farver
En medio de la relación intermitente con Liz, David conoció a Cari Farver en el taller donde trabajaba. Más tarde, navegando en una página de citas, se encontró con el perfil de la mujer y comenzaron a salir. Madre soltera de un hijo, inteligente y atractiva fueron los adjetivos que el mecánico usaba para describirla.
Una vez, cuando Cari y Dave se reunieron en la casa de este último, apareció Liz Golyar en el edificio para recoger algunas de sus pertenencias que se hallaban en departamento de Kroupa.
Ese encuentro sería definitivo.
Una mañana de noviembre de 2012, Dave se dirigió al trabajo y se despidió de Farver con un beso. Horas más tarde, llegó a su celular un mensaje de ella diciéndole que deberían mudarse juntos. Él respondió: “Pensé que habíamos hablado de esto”, luego recibió una avalancha de mensajes de texto del número de Farver diciendo que ella no quería volver a verlo nunca más.
Pero a los días siguientes, él comenzó a recibir más y más mensajes de parte de Cari, con un tono cruel y amenazante.
Según el documental, al mismo tiempo que Farver comenzó a acosar a Kroupa, la madre de Farver, Nancy Raney, recibió un mensaje de su hija diciéndole que había conseguido un nuevo trabajo en Kansas y que dejaría a su hijo, Max, con ella.
Extrañada por la situación, Nancy Raney denunció la desaparición de su hija.
El acoso
Los mensajes de Cari a Dave persistieron. El acoso aumentó. La policía que investigaba la desaparición de Farver atribuyó su ausencia al “resultado de una crisis de salud mental”.
Pronto, el acoso se extendió a Liz Golyar, quien había vuelto a estar emparejada con el mecánico. Ambos recibían mensajes de distintos teléfonos, pero el tono de estos apuntaban hacia Cari. A finales de noviembre de 2012, Golyar denunció el incidente a la policía.
Después, Cari, a través de mensajes, comenzó a acosar a la exesposa de Dave, amenazándola de muerte a ella y a sus hijos. Si bien la policía quería arrestar a la acosadora, no lograban dar con su paradero.
En agosto de 2013, la casa de Golyar se quemó con todas sus mascotas y pertenencias dentro, aunque ella y sus hijos no estaban en el inmueble al momento del siniestro. Los detectives sospecharon que Farver estaba detrás del incendio, lo que provocó que Golyar se mudara sin decirle a Kroupa su nuevo paradero.
La verdad
En 2015, el caso da un giro cuando se involucran Ryan Avis y Jim Doty, ambos investigadores de la Oficina del Sheriff del condado de Pottawattamie en Council Bluffs, Iowa. La nueva hipótesis que manejan es que Cari Farver está muerta, ya que consideran poco probable que haya desaparecido hace tres años sin rastro, y sin haberse llevado alguna de sus pertenencias. Pero claro, los mensajes de texto persistían.
Para hallar más evidencia, los detectives contratan a Tony Kava, un informático clave en el desenlace de la investigación. Tras rastrear las direcciones IP de los mensajes de acoso, se dieron cuenta de que señalaban la casa de uno de sus colegas, quien, coincidentemente, tenía una novia que iba y venía.
Esa novia era Liz Golyar.
Resulta que Golyar se había hecho pasar por Cari Faver desde 2012. Había sido ella quien se había enviado a sí misma mensajes de acoso, quien había amenazado a Kroupa y a su familia, y quien, incluso, quemó su propia casa.
Pero eso no probaba su rol en la desaparición de Cari.
El final
Después de ese descubrimiento, los detectives volvieron a poner su foco en averiguar si Cari había sido asesinada. Paralelamente, la pistola que Dave Kroupa había comprado para defensa propia desapareció, y al día siguiente, Liz llamó a emergencias porque alguien le disparó en la pierna mientras estaba en un parque.
La teoría de los detectives era que ella se había disparado así misma, luego de hurtar el arma.
Liz, sin embargo, denunció a la policía que la responsable fue la exesposa de Dave, Amy. Además, para reafirmar sus acusaciones, se envió correos de amenaza de muerte así misma, haciéndose pasar por Amy.
Si bien los detectives sabían que Amy no enviaba los correos, le siguieron la corriente a Liz, pues esperaban que ella revelara antecedentes sobre el paradero de Cari. Y así lo hizo.
Con el nombre de Amy (la exesposa de Dave), reveló detalles del asesinato de la mujer desaparecida, lo que condujo a la policía a hallar evidencia en el auto de Cari, suficiente para culpar a la real acosadora de homicidio.
El cuerpo nunca apareció, pero el nombre de Cari Farver, que estaba manchado con las acciones de Liz Golyar, al fin quedaba limpio. Además, el acoso a Dave y a su familia, pronto se acabaría.
Sentenciada a cadena perpetua por el homicidio de Cari y a 18 a 20 años más por el incendio provocado y sus esfuerzos para atribuir a Farver este delito, Liz Golyar está cumpliendo su condena de prisión en el Centro Correccional para Mujeres de Nebraska.
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