El primer fin de semana de febrero, una parte importante del equipo de producción del Festival de Viña del Mar 2024 –a realizarse entre el 24 de este mes y el 1 de marzo- estaba en la misma Ciudad Jardín. El plan era coordinar los últimos detalles de la cita, desde lo logístico hasta lo escenográfico, en particular las nuevas características que tendrá el escenario de la Quinta Vergara.
Sin embargo, la agenda inicial fue variando drásticamente. Ese mismo fin de semana, los incendios forestales que asolaron la zona y que dejaron miles de damnificados y un centenar de fallecidos, obligaron a los profesionales a considerar otra clase de variantes. “¿Se puede hacer ahora el Festival bajo esta catástrofe?”, era a modo general la pregunta que rondaba entre los ejecutivos ya instalados en el lugar.
Algunos incluso salieron a recorrer la ciudad y, ese mismo domingo 4, concluyeron que era casi imposible levantar un evento de alta magnitud bajo las inclemencias que estaba viviendo y soportando la región. Se pidió que se suspendieran las faenas que se estaban llevando a cabo en la misma Quinta Vergara.
La posibilidad de que Viña 2024 sufriera cambios o derechamente se cancelara sobrevoló como una posibilidad cierta y real, no sólo por las dimensiones de la tragedia. Un alto contingente de seguridad sería destinado a las labores de rescate, por lo que no se podría garantizar su presencia en el espectáculo veraniego.
Ese fin de semana, fue el punto más crítico para los encargados del Festival.
La propia alcaldesa de Viña del Mar, Macarena Ripamonti, apareció en televisión el lunes 5 reconociendo que ya no dependía de ellos, sino que derechamente del Jedena (Jefe de la Defensa Nacional para el Estado de Excepción), ya que ellos debían dar la autorización relativa a eventos masivos.
“Nosotros estamos a disposición de las instrucciones del Jedena. El Almirante (Daniel) Muñoz ha decidido suspender todos los eventos masivos y eso no ha cambiado. Y yo creo que el enfoque hoy tiene que estar en la emergencia, no puede sino ser de otra manera”, fueron las palabras de la edil, estableciendo una nueva alerta sobre el encuentro musical: efectivamente, llegado el minuto, podía suspenderse si la situación así lo pedía.
Durante la primera semana de febrero, las reuniones fueron intensas y numerosas, involucrando a personeros de la PDI y de la Delegación Presidencial. La producción del Festival y la Municipalidad mantuvieron encuentros con el propio Jedena para analizar el ítem seguridad, el más importante de todos, tanto en el interior como en el exterior de la Quinta Vergara. El análisis apuntaba a resolver si era factible facilitar un contingente de Carabineros y guardias considerable para resguardar el evento, en el momento en que una mayor cantidad de veraneantes asisten a Viña del Mar.
Además, se espera que puedan existir shows que desaten alto fervor, como el de Peso Pluma, por lo que el cuidado de la Quinta Vergara y sus alrededores siempre es un factor sensible. Y algo mucho más delicado: el carácter intencional de los incendios en la Región de Valparaíso ha levantado mucho más la atención en torno al tema.
Finalmente, se materializó un acuerdo. “La Municipalidad de Viña del Mar hace algunos días, hizo la consulta a esta jefatura de la Defensa, respecto a la factibilidad de realizar el Festival de la Canción de Viña del Mar. Como indiqué ayer, junto a las policías, estamos en una etapa de análisis (y) hemos llegado a la convicción de que es factible efectuar el Festival de Viña del Mar, bajo condiciones particulares”, señaló el jefe de la Defensa Nacional para las provincias del Marga Marga y Valparaíso, Daniel Muñoz, el pasado viernes 9 de febrero.
Festival solidario
Pero el asunto no quedaba ahí. Los propios encargados de Viña 2024 sabían que el contenido del evento no podía transitar por condiciones normales. No era lógico darle un carácter de “fiesta” en una ciudad golpeada y herida.
Por eso, lo primero que se hizo fue “dejar caer” la tradicional gala previa en el hotel Enjoy: ningún canal cuestionó el hecho y rápidamente se aceptó que lo mejor era sacrificar la gala –rebautizada como Noche cero- para seguir adelante con el encuentro mayor.
En paralelo, la propia Ripamonti le había exigido a los canales organizadores -TVN y Canal 13- darle un carácter más benéfico al certamen. O sea, aprovechar la oportunidad.
En ese contexto, también se analizaba que la alternativa de cancelar Viña 2024 era compleja: esta es la última edición bajo ambos canales, por lo que, en caso de que no se hubiese materializado, habría que haber extendido una temporada más el contrato de licitación.
Bajo esa perspectiva, se lanzaron una serie de ideas que apuntaban a un Viña más solidario, apuntando a los llamados internos que algunos artistas habían hecho a producción consultando las diversas formas de colaborar. Otros fueron mucho más públicos, como Alejandro Sanz o Maná, manifestando a través de sus redes sociales sus ansias por contribuir en términos económicos a los afectados por los incendios. Viña tenía que recoger ese guante.
Es por ello que el pasado viernes 16 se determinó anunciar el nuevo perfil solidario que tendrá la instancia.
“La única manera forma de poder realizar el Festival de Viña del Mar fuera asegurando condiciones de seguridad para poder llevar adelante, no solamente el festival, sino también para asegurar la continuidad del proceso de rehabilitación de esta catástrofe”, dijo Ripamonti en un encuentro con los medios. Luego confirmó: “Poder realizar esta 63° versión, siempre y cuando la única manera signifique un proceso recaudatorio que vaya en directo beneficio de las víctimas”.
‘Arriba Viña’ será el nombre de la campaña que se iniciará este próximo viernes 23 de febrero, la que permitirá a los asistentes de la Quinta Vergara y a los televidentes de Chile y el mundo, donar aportes a la aplicación del Banco Santander y la aplicación de Claro Viña 2024. Los fondos serán destinados en partes iguales a Techo para Chile y Desafío Levantemos Chile.
Además, según informó la organización de la instancia a través de un comunicado, “la campaña solidaria permitirá la implementación de donaciones a través de un código QR en pantalla, el que podrá ser utilizado desde cualquier lugar del mundo. Al mismo tiempo, se realizará una subasta digital con artículos donados por artistas y celebridades que servirán para aumentar los fondos de ayuda para la reconstrucción”.
Otras acciones solidarias del Festival de Viña contemplarán a voluntarios de organizaciones asociadas a la campaña, quienes recibirán en los accesos de la Quinta Vergara, útiles escolares que irán en ayuda de los niños y niñas damnificados en la emergencia.
Asimismo, algunos de los artistas y jurados que son parte de esta 63º edición realizarán visitas a los afectados, ya sea en albergues, centros de distribución, organizaciones de rescate animal, en comedores abiertos Junaeb, así como en Plan Verano Cerro Castillo, entre otros.
En el comunicado, también, se indica que la organización del Festival buscará apadrinar una escuela u organización musical de la región que haya sido afectada de una u otra forma por los incendios.
Hoy, los organizadores de les fiesta respiran más aliviados. Hace no mucho, el futuro inmediato del evento se vislumbraba complejo e incierto. En una semana más, en cambio, el “buenas noches, Quinta Vergara” de parte de María Luisa Godoy y el debutante Francisco Saavedra, será una realidad.