Alejandro Sanz no fue el único español que se ganó los aplausos del público de la Quinta Vergara durante la primera noche del Festival de Viña del Mar 2024. Enrique Ramil, cantante y compositor de 39 años, debutó en el escenario del certamen como uno de los participantes de la Competencia Internacional.
Tras el turno de los representantes de México (Eddy Valenzuela) y Chile (Charly Benavente), el artista gallego cerró el segmento cantando La última vez. Sorprendió con su poderosa interpretación y con la historia al centro de la canción que coescribió junto a Ángela Dávalos y Paty Cantú, un relato que describe una relación que funciona en lo privado y es renegada en lo público.
“Es la última vez que me aman y me esconden/ Es la última vez que me entrego y no responden/ Y ahora sé que lo que tengo me lo quitan/ Pero lo que soy me juro que jamás”, canta Ramil en su poderosa presentación. Rodeado por un enérgico cuerpo de baile y vestido de negro y dorado, se ganó el cariño de los asistentes, que incluso pidieron una temprana gaviota de plata.
El participante por España obtuvo la nota promedio más alta de la jornada (5,6) y, cuando se reveló la calificación del jurado virtual (un 4,5, resultado de quienes votan a través de la app), el Monstruo expresó su descontento con la decisión. Un primer apronte que lo pone en la delantera de la Competencia Internacional, que hoy tendrá al estreno de los representantes de Italia, Argentina y Perú.
Nacido en 1984 en Ares, un pequeño pueblo costero de La Coruña, Ramil tiene experiencia en los espacios que involucran música y competencia. Incursionó por primera vez en ese tipo de instancias en 2008, cuando formó parte del programa La batalla de los coros (Cuatro) y recibió los consejos de su compatriota Marta Sánchez. Luego, en 2011, se ganó un lugar entre los 16 concursantes que ingresaron a la Academia de Operación triunfo. Ese espacio le aportó visibilidad en su país de origen, aunque la experiencia no le concedió toda la libertad que hubiera deseado: le elegían el vestuario y el repertorio y no le permitían maquillarse ni pintarse las uñas.
Su siguiente paso fue algo más impredecible: en 2015 decidió partir a Londres y dedicarse a cantar en las calles. Durante los dos años que permaneció en la capital inglesa también participó en The X Factor –lo que le permitió cantar en Wembley– y grabó de manera independiente su tercer disco, Thank you. Fue una época en que, según ha contado, se volvió a enamorar de la música.
A mediados de 2020 se consagró como ganador de Tierra de talento gracias a una interpretación de Mi soledad y yo, de Alejandro Sanz. Durante su paso por el programa también ganó aplausos por su versión de Señora, de Rocío Jurado. “Dentro de mí tengo una dama de telenovela, aunque tengo cuerpo de leñador”, indicó en 2023 a la radio COPE, agregando que “cuando yo me muera, me gustaría que la gente utilice mi forma de comunicar, porque considero que es sana”.
Ramil comenzó cantando en una parroquia a los tres años, porque su mamá era la directora del coro. En tanto, su tío, Manuel Ramil, fue pianista durante años de la banda española Mago de Oz. Su orientación sexual nunca fue cuestionada en su casa. “Aunque no lo esté buscando, por ser libre y por cantar canciones que invitan a la libertad, creo que estoy haciendo un activismo igual de necesario que las manifestaciones sociales”, explicó a El Tiempo.
La última vez, la canción con la que compite en el Festival de Viña, nació durante “un fin de semana de confidencias” junto a Ángela Dávalos y Paty Cantú. La estrenó en redes hace un par de meses y con ella aspira a llevarse una gaviota de plata.
“Si pudiese viajar en el tiempo a verte, iría a decirte que no te rindas nunca y confíes en los procesos (…) Un día, un monstruo al que te todo el mundo respeta te va a arropar”, compartió anoche en una publicación en Instagram, acompañada de una foto de él cuando pequeño.