Con una rutina centrada en su maternidad y en su esposo, Pedro Ruminot, la comediante Alison Mandel triunfó en su regreso al Festival de Viña después de seis años. Lo primero es uno de los puntos más fuertes de su rutina. Con rapidez y mucha claridad, logró hacer reír al “Monstruo” contando chistes que generaron identificación, amén de su velocidad (a los 2 minutos ya había arrancado las primeras risas).
“Tu teníai una guagua que te amaba y ahora tienes una persona que te contesta con un monosílabo” y sus juegos como echarle papas fritas al vaso de bebida de otro. “Parezco entrenador de fútbol con los niños en la mañana”, un chiste en que siguió arrancando risas por la identificación que generó con la gente.
Sobre Ruminot, dejó momentos hilarantes, como cuando dijo por qué le gustaba. “El Pedro es flaite, y a mí no hay nada más que me guste en un hueón, de que sea flaite”. Más risas. “El flaite tira bien, el cuico tira como con culpa, como si diosito lo estuviera mirando”.