El impacto fue mayúsculo. Los primeros compases de O Fortuna de la ópera Carmina Burana sencillamente dejaron boquiabierto al “Monstruo”. Es solo el anticipo de lo que vendría, los primeros minutos de la presentación del tenor italiano Andrea Bocelli.

Luego, Bocelli apareció en escena con un impecable vestón azulino, como si cantara en la Scala de Milán interpretando La donna è mobile, de la ópera Rigoletto, que popularizara otro italiano, también tenor, Luciano Pavarotti. También pasaron un conmovedor número de danza y la clásica Funiculì, funiculà, la tradicional canción napolitana de 1880.

En redes sociales, la gente comenzó a expresar su sorpresa, agradeciendo el nivel del espectáculo y pidiendo incluso la exclusiva Gaviota de Platino.

En la Quinta, en tanto, la gente a cada momento le obsequiaba una ovación, sumado a respetuosos aplausos en señal de admiración, consagrándolo desde un comienzo como uno de los grandes espectáculos que ha pasado por el certamen, al nivel de Sting, Tom Jones, Elton John o Christina Aguilera.