El Festival de Viña del Mar del 2000 era el primero que emitiría Canal 13 desde 1969, la única edición que había transmitido la señal católica en toda su historia. Su parrilla la encabezaban nombres como Enrique Iglesias, Xuxa, Duran Duran, Juan Luis Guerra, Coco Legrand y Joe Vasconcellos.
La tercera noche la lideró Celia Cruz, despachando sus grandes éxitos salseros en una jornada que compartió con Chayanne, Sandy y Luis Jara. La cubana acaparó portadas por su impecable desempeño sobre el escenario de la Quinta Vergara y también por la simpatía que repartió durante toda su estadía en el país.
Ese carisma arrollador la convirtió en inmediata candidata a postular como Reina de Viña, un concurso que el diario La Cuarta se ofreció a organizar por primera vez, formalizando una instancia que hasta ese momento se desarrollaba en un formato más distendido, sin los ritos que adoptaría durante las décadas siguientes. La elección era casi en la vereda y sin la atención mediática que adquirió después.
La otra gran aspirante de esa versión era Cecilia Bolocco. Era casi la candidata fija y ganadora segura. La Miss Universo 1987 debutaba como animadora del certamen junto a Antonio Vodanovic y por entonces era la conductora de Viva el lunes.
Sus opciones de triunfar lucían inmejorables. Sin embargo, algo se torció durante esa semana. Las versiones que han surgido en años posteriores indican que la candidatura de Bolocco se vio perjudicada porque se habría ausentado de un encuentro con la prensa en el Hotel O’Higgins.
Los reporteros acreditados, el grupo que tenía la palabra final, no olvidaron con facilidad ese episodio. Tenían se de venganza contra una diva que no les contestaba preguntas y que no los consideraba en sus actividades, según reporta una nota de Glamorama.
Llegado el día de la votación, la definición fue voto a voto. Primero hubo un empate entre Cruz y Bolocco. Luego todo se zanjó en una segunda vuelta donde la cubana se impuso con holgura, por 59 preferencias a 24. Los reporteros habían ejecutado su acto eligieron a alguien que parecía en las antípodas de la ex Miss Universo.
La agenda de la cantante incluía un viaje a Santiago, por lo que la coronación se tuvo que adelantar y los festejos estuvieron salpicados por cierta improvisación. Las fotos de ese momento la muestran rodeada de personas que la ungieron como la Reina de Viña. No hubo piscinazo, tampoco tuvo un generalísimo durante la campaña.
Esas serían tradiciones que se asentarían en los años venideros. Primero, antes de Natalia Oreiro, Patricia Manterola, Luciana Salazar o Carolina Arregui, fue Celia Cruz.