Los cuatro errores que condenaron la discreta rutina de Javiera Contador en Viña 2024
Javiera Contador apenas salvó su presentación gracias a la intervención de los personajes de la serie Casado con hijos. Acá, hablamos de los 4 puntos que la hicieron naufragar.
*El factor Bocelli
No la tenía fácil. Y fue un factor externo más que un elemento propio. Desde que el tenor italiano Andrea Bocelli culminó su presentación en la Quinta Vergara, la rechifla fue sonora. El público no se convencía de que ya no estuviera bajo los focos.
Por tanto, Javiera Contador partió con un escenario adverso, muy difícil de doblegar. Un sector de la audiencia la recibió bien, pero otra parte no le dio le mejor bienvenida. Nunca se convencieron de un inicio de rutina atarantado, desprolijo, errático y nervioso.
Fue lo mismo de 2011, el síndrome Ricardo Meruane: tras el fenomenal show de Sting, el comediante chileno tampoco nunca se pudo recuperar y terminó fracasando de forma inapelable.
*Rutina poco entendible
Quizás fue el punto más notorio. Javiera Contador presentó una rutina difícil de seguir, porque perdió pronto el hilo de lo que estaba contando, y además porque ella misma relataba todo hablando muy rápido y con una voz ronca. Dos factores que solo empeoraron el cuadro. Aunque cualquiera quisiera darle la oportunidad y seguirla, ella lo hizo difícil.
Sus momentos contando su gusto por Shakira, sus compras en pandemia y sus vacaciones en Disney lucieron caóticos, sumado a un evidente nerviosismo donde todo parecía atorarse a alta velocidad. Nadie logró seguir el hilo de su relato.
Apelación al público
Cualquier rutina de humor exitosa en Viña, no ha llegado al extremo de pedirle al público que la respalden, sino que se defiende por sí misma y su calidad termina sacándola a flote e imponiéndose. “No es fácil pararse acá y en situaciones así cuesta un poquito más”, dijo al Monstruo, y agregó, como una declaración, “voy a seguir haciendo humor”. Unos aplausos la mantuvieron en escena. Apeló a la paciencia del respetable para que todo no se viniera abajo de forma demasiado rápida.
Repetir
“Chiste repetido, sale podrido”, reza el refrán que resume en una frase toda una sabiduría. Y es verdad, es difícil que un comediante tenga éxito volviendo a lo que se hizo antes. Pero Contador, en medio del naufragio comenzó a repetir su chiste sobre el viaje a Disneyworld. Ya lo había hecho en 2020, en su debut en la Quinta Vergara, con bastante más gracias y con mejores resultados. No funcionó, y luego sacó su carta bajo la manga, la familia Larraín, de la popular serie Casado con hijos.
Ahí tuvo un pequeño alivio y un respiro. Aunque no recibió premios. Y selló una jornada para el olvido.
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