Antonio Vodanovic (74) dice que cada febrero de los últimos años, trata de no dirigir su mirada y atención hacia la Ciudad Jardín. “Me produce una nostalgia tremenda”, admite con respecto al Festival de Viña del Mar.
“Trato de evitarlo por salud mental, me produce muchos recuerdos”, remata para subrayar lo lógico: desde que en 2004 dejó de decir “buenas noches, Quinta Vergara”, luego de 28 años en esa faena, evita ver y hablar del mayor espectáculo de la cultura popular chilena. “No he vuelto a la Quinta Vergara, trato de no ser protagonista de esto, no me corresponde esa función”, insiste.
Sin embargo, esta vez las condiciones son distintos. Sobre el escenario del recinto está un debutante como Francisco “Pancho” Saavedra, quien se calza tal papel luego de otros como Sergio Lagos, Rafael Araneda, Martín Cárcamo y Felipe Camiroaga. Su desempeño ha despertado diversas reacciones en redes sociales, sobre todo porque para algunos se ha mostrado rígido y poco espontáneo, lejos de la personalidad televisiva que ha diseñado.
Vodanovic reconoce que sólo ha visto por televisión la jornada que el pasado lunes 26 encabezó Andrea Bocelli. “Me encantó, me hizo viajar a una situación muy especial, ver violines, ver una orquesta, me recordó los años 70 y los años 80 en esa mismo escenario, con esa clase de grandeza”, califica.
Las pifias
Aunque recalca que no quiere opinar acerca del desempeño de Saavedra -”moralmente no tengo ningún interés en comentar nada”-, sí pone en contexto lo que significa una primera vez en el certamen. “Una pena que así sea”, asegura, por ejemplo, cuando se le comenta que Javiera Contador sucumbió ante las pifias en la misma noche del tenor italiano, con dos animadores que no pudieron contener al Monstruo que clamaba por el intérprete.
“Yo sólo espero que todo salga bien y en esas circunstancias les deseo a ambos la mejor de las suertes”, obsequia después. Ahí un punto: Vodanovic era un auténtico maestro a la hora de manejar la vorágine de desaprobación que significa una pifiadera. “Vamos a hacer un trato”, era su frase más recurrente y legendaria para negociar con la multitud enardecida, manteniendo siempre el tono señorial y flemático, sin dejarse acorralar por los nervios.
“Cada quien tiene sus méritos (en la animación de Viña). Una primera experiencia no es la vida total, no define todo. Muchas cosas se van aprendiendo en el camino. Yo estuve 28 años y fui un anfitrión, me terminé convirtiendo en un dueño de casa. Tuve esa suerte, se me fue dando. El primer paso siempre es tímido”, asevera al ser consultado por la primera vez de Saavedra.
Luego sigue: “Yo lecciones no le doy a nadie, cada uno tiene sus virtudes y sus limitaciones. Tener la entereza de estar parado y estar en el escenario, es muy difícil y exigente. Yo cumplí mi tiempo y mi etapa, estoy feliz de que la gente aún se acuerde, me pone muy contento. Les deseo éxito a todos los que están ahí”.
Vodanovic dice que no seguirá viendo el Festival, lo de Bocelli fue casi una excepción. Ahora se fue a la playa a relajarse y desconectarse, antes de asumir sus labores como juez del espacio Got Talent Chile, en Chilevisión, donde compartirá con Diana Bolocco, Leonor Varela y Francisco Reyes. Por lo mismo, insiste que Viña no está en su geografía inmediata: “Me quiero mantener alejado de algo que me produce tanta nostalgia”.