Anitta fue la gran estrella del cierre de la cuarta jornada del Festival de Viña del Mar 2024, el pasado miércoles 28 de febrero.
Su espectáculo exudó sensualidad, alta dinámica, baile, acento carioca, ritmo y piel a raudales. Nadie quedó indiferente. Ahí pasaron hits como Downtown y Vai Malandra.
Se llevó la Gaviota de plata, pero sobre el final sucedió una chambonada: la brasileña no entendió la dinámica y los ritos del evento y bajó a su camarín cuando aún no le entregaban Gaviota de Oro.
Se cambió de ropa, se puso un pijama y no pudo salir a recibir el otro galardón. En el backstage televisivo, se disculpó con los animadores: “¿me van a odiar ahora?”, fueron sus palabras.
Pese al entuerto, dejó una de las presentaciones más exuberantes en lo que va del certamen.