Tal como lo adelantó en su rueda de prensa, la rutina de Lucho Miranda en Viña 2024 se basó en presentarse ante el público, sobre todo pensando en los teleespectadores que no lo conocen. Y partió con un video con el que se burló de su propia dicción, acompañado de un clásico, Guru - Guru. Luego, entró a escena vestido de polerón negro, polera blanca y pantalón sport negro, como para ir a un carrete con los cabros post pega. De inmediato, Miranda empezó a interactuar con el público, incluyendo el cantito “mijito rico”.
Tras una hora, timbró una actuación sólida. A veces fue algo tribunero, pero nunca dejó de ser divertido, rápido y ágil. Su estilo mezcla chistes cortos e historias del stand up. Lo cierto es que pese a su dicción compleja, es muy fácil seguirlo. Y como manda el manual, piensa en su público. Eso fue valorado por el Monstruo que lo premió merecidamente con las dos Gaviotas.
Todo cruzado por su mirada en torno a la discapacidad a instituciones como la Teletón, de la que fue paciente.