Sergio Freire vuelve a triunfar en Viña con humor contingente y chistes que fueron de Boric a Kast
El comediante nacional presentó una rutina ágil, dinámica, en que mezcló música, videos y hasta intervenciones de dos ex miembros del Club de la Comedia. Como pocos humoristas en Viña 2024, hizo muchas referencias a la política con un chistes "a lo maldito".
Tras su exitoso show de 2018, el comediante Sergio Freire (43) volvió al Festival de Viña del Mar. A las 23.50 apareció con una entrada algo aparatosa con un humorista, con cuerpo de baile, coreografía y hasta con un guiño a Justin Bieber (”Freire, Freire, Freire, ohhh”), algo muy del estilo del Club de la Comedia, el espacio donde nació. Algo de esta entrada usando música adelantó en la rueda previa, cuando dijo: “Va a haber cosas que nunca he hecho en un escenario”.
También dijo: “Mucho chiste rápido, muy poca historia. Es explosivo, es dinámico”. Y así fue. Tras esa intro, comenzó a lazar chistes cortos donde hizo alusión al exalcadesa Virginia Reginatto (“estaban reciclando, mi gaviota de oro dice Grande Ricardo Meruane”) abucheada al instante por el Monstruo. Es que al inicio de su rutina hizo mucho pie en la actualidad, pues comenzó a burlarse de Cathy Barriga. Ahí ya comenzaba a dejar en claro el enfoque de su rutina, que se haría más claro al pasar los minutos. Y por supuesto, hizo un autochiste con su condición de “sexto Bunker”.
Lanzó también chistes con su DJ y su carácter de Mejor DJ de Supermercado de Chile, condición que “demostró” usando un video y la correspondiente música incidental de acuerdo al supermercado en cuestión, por debajo, era una burla a la estratificación social. Es que la rutina estaba pensada así, con guiños a lo contingente.
Luego, pasaron chistes sobre una hilarante situación con un gásfiter a quien encaró “con ternura”, porque entró en la parte de referencias a su hijo que hizo reír al respetable, como el Only Fans de Peppa Pig. Y de ahí, una rutna en clave stand up de una marcha a la que fue con su hijo, “me dio pena enterarme que es un facho”. Y una mención posterior a Kast arrancó pifias, pero lo siguió subiendo al columpio “estoy seguro que uno de los hijos de Kast es rebelde. Se encierra a escuchar Illapu”.
También pasaron chistes sobre el proceso Constituyente, y unas ideas que le mandó a los integrantes de la Convención (”la primera temporada”). “Propongo eliminar el pronombre personal vosotros, ¡nunca lo hemos ocupado!, ¡el único que lo ocupa en Chile es Amaro Gómez Pablos!”. Risas. “Pondría uno en venezolano, Pana”. Una propuesta tecnológica. “Empecemos a hacer computadores para chilenos”; con teclas “dentre”, una sola tecla “arroba” “es la tecla que más apretamos”. Y habló de “la venganza de los celulares”. “Preguntai puras hueas en Google”. Risas. A diferencia de los otros humoristas que hemos visto en Viña 2024, Freire fue el que más habló de política, pero lo hizo con audacia, ingenio y de manera tal que sacó risas (y pifias).
Además de propuestas sobre delincuencia. “Están muy rápidos los hueones...antes partían preguntándote la hora”. “Decimos paco porque es más rápido”. Por supuesto recordó su sketch con su amigo Guatón Salinas, (“Buenos días, buenas tardes”) en el que se disfrazaban de carabineros (y cómo olvidar el “carabinero al ter na tivo”). Freire también hizo chistes sobre las parejas que reciben gente en la casa estando pelados. “Eso se nota...no hay nada más incomodo que tomar vino entre tres personas y dos no se hablan”.
En la rutina, hizo gala de una habilidad para mantener la atención del público, de manera rápida, con un relato ágil. Mezcló música, videos e hizo referencia a “la gente que paga entradas...yo me tengo que pelear entradas con Dua Lipa”, y le lanzó unas pullas a las ticketeras. Luego, pasó a referirse al Presidente Gabriel Boric, quien al ser mencionado recibió una gran ovación “los abucheos de derecha vinieron del lado derecho del público”. Y empezó por supuesto, a reírse de Boric y su condición de presidente joven, “tiene polola, termina, y empieza con otra...tiene vida sexual activa...usa el condón presidencial, vienen tres, blanco azul y rojo”. Y “debe tener Whattsapp de primos, si es joven”.
“¿Y si yo fuera presidente?”, siguió, y luego “nombró” primer ministro a José Luis Reppenning, quien reía de buena gana. Más risas. También hizo chistes sobre lo tarde que llega a las modas (como el festejo de Cristiano Ronaldo) y una frase que le gusta “a lo maldito”. “Tiene personalidad”. Más risas. Y también hubo espacio para la cultura pop. “Antes las frases venían las frases de las teleseries de TVN”, y citó las legendarias “me viene la Olguita Marina” (Sucupira) o “¿No será mucho derroche digo yo” (La Fiera).
Y tal como Slimming, Freire también molestó a los cuicos, y sus frases “cuatico”, “brigidoo”, y de que un transplante de un órgano suyo podría volver “más cuma” a un cuico. “Lo hago mear en la calle...en Navidad cuenta chistes de Don Carter” (los”chistes del pico”, unos que volvieron en Viña 2024). Ahí vino un momento hilarante, con sus amigos Juan Pablo Flores y Guatón Salinas haciendo de cuicos. O en rigor, de un par de “zorrones” dueños de proyectos inmbiliarios, quienes interactuaron con Freire en la rutina, muy al estilo de lo que hacían en El Club de la Comedia, e hicieron chistes con el edificio de Concón que quedó al borde de un socavón y el hecho de pedir “disculpas públicas”.
También mencionaron otros “proyectos” en que se reían desde las concesiones de Ricardo Lagos, hasta el presidente de GASCO, Matías Pérez Cruz, conocido por desalojar gente de “su lago”. El humor contingente estaba de vuelta en Viña. Incluso se dio el tiempo de criticar a los noticiarios de TV, “por estar mal hechos”.
En Viña 2018, tal como ahora, se llevó ambas gaviotas. Tras recibir la Gavota de Plata hizo chistes con la Iglesia, los ritos católicos y el Papa a los que les refregó el feminismo, chistes que quizás a más de algún tradicionalista incomodarían. Además, a las 00.25 era el primer Trendic Topic nacional en X (antes conocido como Twitter), y logró un peak de sintonía de 44,2 puntos de rating y un promedio de 41,3. Es que su humor rápido y ágil permite realizar cápsulas de 10 segundos, ideales para viralizar. Esa es la gracia de Freire, humor viral, recordable, pero ahora, con un enfoque en lo contingente y lo político, algo que él no había explotado mucho. Al final, es el mismo humor del que te ríes en los carretes.
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