Desde la República popular de la Boca, como se presenta, llegó el número final del Festival de Viña. El argentino Trueno (el alias de Mateo Palacios Corazzina), quien se sumó en una negociación de menos de 48 horas ante la intempestiva bajada de Peso Pluma, salió a escena pasadas las 1.30 de la madrugada.
Pese a la hora y la fría noche en la Quinta Vergara, hubo quienes decidieron quedarse. Una fanaticada joven que conocía parte del material del rapero argentino le dio un marco al show.
Con un primer bloque en que lanzó temas como Hoop hoop y Atrevido, el trasandino de 21 años hizo gala de su flow rápido, acompañado por dos MCs y una banda con batería, percusión, sinte, bajo y guitarra eléctrica. Entre los acompañantes estuvo su padre, el también rapero Pedro Peligro. Este también tiene un momento en que presenta algunos de los hitos de la carrera de su retoño, remarcando su vínculo con la cultura del hip hop.
Además el argentino agradeció la posibilidad de presentarse en Viña e hizo una mención a la situación de los incendios. Precisamente, eso coincidía con la historia que inspiró su canción Buenos Aires en llamas, lo que marcó un momento particular del show.
En escena, Trueno se mostró enérgico. Desplegó actitud callejera y un buen ojo para aprovechar el alcance televisado del Festival. Una chance para mostrar el crecimiento de un artista que se ha destacado en la floreciente escena urbana argentina, junto a nombres como Dillom, Duki, Cazzu, L-gante, entre muchos otros. De hecho, el mismo contó algunos puntos de su historia, recordando sus inicios en las batallas de gallos. Es decir, usó la ocasión para presentarse.
Con hits como Mamichula, el argentino apeló al público, en otra muestra de su interés por mostrarse y expandir su alcance. “Sin ustedes no hay artista”, señaló como muestra de su vocación pop. Es en ese bloque en que lanzó lo más accesible y bailable de su material, mientras en el palco, los jurados como Ale Sergi y Young Cister seguían el show con entusiasmo.
El Monstruo premió el show con las respectivas Gaviotas de Plata y Oro. Con sentido televisivo, María Luisa Godoy incluyó a Pedro Peligro en la entrega del trofeo. En sus rimas también incluyó chilenismos y hasta anunció su regreso a Chile para diciembre, antes de cerrar con los temas Tierra Santa y Dance crip, marcando un clásico mensaje de hermandad latinoamericana y de repudio a las dictadores “como Videla y Pinochet”. Un sorprendente e inesperado show de alto vuelo en que el joven argentino mostró su cancha, manejo del escenario y un repertorio variado.