Ninguna compañía tan prolífica como lo es Blumhouse puede garantizar que cada película sea un acierto. Pero, incluso sumando unos cuantos traspiés (Llamas de venganza, El exorcista: Creyentes), la empresa encabezada por Jason Blum se sostiene como una firma en la que los seguidores del cine de terror siguen depositando su confianza. Como prueba de su vigencia, allí están los recientes éxitos de títulos como El teléfono negro (2022), M3gan (2022) y Five Nights at Freddy’s (2023).
“Creo que Blumhouse sigue subiendo el nivel. Ellos tienen las ganas de seguir tomando riesgos. Debido a que muy específicos –sólo hacen terror–, están muy enfocados en los cineastas y confían en ellos”, plantea a Culto DeWanda Wise.
La actriz es la protagonista de Imaginario: Juguete diabólico (Imaginary), el más reciente estreno de la compañía detrás de ¡Huye! (2017) y El hombre invisible (2020), que ya está disponible en cines nacionales. En la historia encarna a Jessica, una mujer que se muda a su hogar de infancia junto a su actual pareja, Max (Tom Payne), y las dos hijas de él, con el sueño de establecerse como familia. Le llama la atención el vínculo que genera su hijastra menor, Alice (Pyper Braun), con Chauncey, un oso de peluche que le perteneció cuando era niña. Interviene cuando los juegos, en un principio inocentes, se vuelven cada vez más siniestros y se desliza que hay una verdad más oscura detrás de su viejo juguete.
Wise, conocida por liderar la serie de Netflix She’s gotta have it y por participar en Jurassic World: Dominio (2020), cuenta que se sintió atraída por “el núcleo de la historia”. “Es una película muy divertida. Se trata de un osito de peluche embrujado (se ríe). Pero el núcleo de la historia es una mujer en busca de una familia, algo que ella siente que nunca ha podido tener por completo. Entonces, lo que está en juego es crear y mantener esta estructura familiar que nunca tuvo. Y, en el proceso, sanarse de algo que vivió cuando era niña”. Y agrega: “Cuando leí el guión, me entretuvo totalmente. Me encantó el giro; el giro me hizo jadear. Pero, más que todo, me conmovió y eso para mí fue muy importante”.
Jeff Wadlow, el director y coguionista del largometraje, comenzó a escribir la cinta con el deseo de evocar en una nueva generación de espectadores algo similar a lo que él experimentó cuando vio Poltergeist (1982). Un filme que causa escalofríos por la manera en que se aproxima a lo desconocido a través de los ojos de los niños.
“Me encanta el género. Me encanta cómo puedes explorar los temas de forma psicológica, emocional y mental. Es una construcción que hace que la gente se sienta segura. Es un lugar donde pueden practicar el miedo. Por eso seguimos viendo películas de terror”, opina la actriz, quien también se desempeña como productora ejecutiva de Imaginario: Juguete diabólico.
“Debido a que estábamos trabajando con actores jóvenes y varios niños, en esta película fui más consciente de qué experiencia y qué historia estábamos creando para ellos en términos del ambiente que se formó. No sólo como actores jóvenes, sino también como niños”, apunta.
Durante el rodaje también recurrieron a un grupo de profesionales para dar vida a Chauncey y otras figuras que incluye la ficción. “Teníamos titiriteros para todos los monstruos y entidades en el set. Tal como en Jurassic World: Dominio, una de mis cosas favoritas fue ver a los cineastas dirigir monstruos. Tienen que ser muy específicos”, afirma.
“Como productora ejecutiva, sentí que Jeff y yo tuvimos una relación de trabajo realmente excelente, y nos unimos e hicimos la película que queríamos hacer. Y eso es muy atípico. Eso es muy atípico, si no imposible”, concluye.