Sus impulsores describen a ALGA como un proyecto enfocado en el encuentro y colaboración entre personas de diferentes profesiones y orígenes. Ciñéndose a esa definición, la primera residencia de cine que organizan responde a patrones poco frecuentes para ese tipo de espacios. Una de sus particularidades consiste en que la convocatoria apuntó a directores chilenos nuevos y con trayectoria, interesados en trabajar en sus nuevas cintas en etapa de desarrollo o postproducción durante cuatro semanas en Valdivia.
“La mayoría de las residencias o laboratorios de proyecto se enfocan en debutantes. Hay muchas oportunidades para personas que están preparando su primera o segunda película, pero después de eso no necesariamente el camino para ir realizando obras es más fácil. Por el contrario, percibimos que hay muchísimos obstáculos y nos interesaba abrir el espectro más allá de la búsqueda de nuevos talentos”, explica a Culto el director y guionista Cristián Jiménez, quien lidera ALGA junto a la productora Úrsula Budnik.
Por ese motivo, en la selección figuran cineastas que alistan sus primeros, segundos, terceros y hasta cuartos largometrajes. Dominga Sotomayor (De jueves a domingo, Tarde para morir joven) fue elegida con La perra, cuya historia transcurre en la Región del Biobío y es el primero de sus filmes que se basa en una obra literaria.
Juan Cáceres, quien debutó en 2019 con Perro bomba, asistirá con Margínala, una cinta que coescribe junto al actor haitiano Steevens Benjamin, protagonista de su ópera prima. Adelantan que la ficción se interna en los problemas que enfrenta el cine social latinoamericano apelando al humor negro.
El cineasta y artista visual Cristóbal León (La casa lobo) participará con El huracán, una película que combina elementos fantásticos y thriller, y que coescribe con la debutante Julieta Morales. Bernardo Quesney (Desastres naturales) acudirá con Policías y ladrones, un drama familiar narrado desde el punto de vista de un niño. Tal como su trabajo más reciente, Historia y Geografía (2023), se ambienta en San Felipe, aunque esta vez en los años 90.
La composición del grupo de asesores es otra particularidad: en la instancia estarán presentes los escritores Alejandro Zambra y Jazmina Barrera; el guionista argentino Mariano Llinás; el científico nacional Juan Hancke, y la hispano-argentina Mariana Barassi, quien encabeza desde hace dos décadas el Curso de Desarrollo de Proyectos Audiovisuales Iberoamericanos (CDPAI), la principal residencia audiovisual de ese ámbito en la región.
“Este es un momento en que las fronteras entre las disciplinas se han vuelto más porosas que nunca y la interdisciplina es justamente uno de los sellos de ALGA. Nos interesa ser un punto de encuentro, en que se reúnan personas de distintas disciplinas y pueda existir intercambio y colaboración. Creo que son procesos que enriquecen a todas las partes y de los que pueden resultar cosas inesperadas”, plantea Jiménez, quien también participará del acompañamiento al grupo junto a Úrsula Budnik.
“Fue muy difícil hacer la selección, ya que hubo un número muy elevado de postulantes y muy pocos cupos”, afirma el director de La voz en off (2014). “Estamos muy felices con esta selección. También con el equipo de lectores que va a trabajar con los proyectos. De seguro se van a producir encuentros interesantes y, además, cada residente va a realizar una actividad de vinculación y una actividad de formación, por lo que con la residencia pretendemos también poder contribuir al fortalecimiento del ecosistema creativo local”.
Organizada en asociación con DYGA y el Curso de Desarrollo de Proyectos Audiovisuales Iberoamericanos (CDPAI), y el auspicio de Mubi y Cuello Negro, la residencia de cine de ALGA se desarrollará durante este año y ya planifica la convocatoria para su edición 2025.