Nicholas Winton fue responsable de un acto de bondad humana en 1939, pero sus motivaciones y las circunstancias del hecho se mantuvieron lejos del ojo público durante medio siglo, como la parte más destacada pero oculta de la biografía de un hombre modesto y reservado. No fue hasta la emisión de un capítulo del programa de la BBC That’s Life!, en 1988, que el mundo conoció su rol detrás de la operación que salvó a 669 niños judíos en las fauces de la Segunda Guerra Mundial.
Su historia fue estudiada en detalle en If it’s not impossible… The fife of Sir Nicholas Winton, el libro que escribió su hija Barbara en 2014. Debido a la descendencia que tuvieron los jóvenes rescatados por su padre, la publicación estimaba que cerca de 6.000 personas le debían su vida a la misión que lideró a fines de los años 30 entre Checoslovaquia y Londres.
Ese libro centrado en el llamado “Schindler británico” es la inspiración de Lazos de vida (One life), un filme dirigido por James Hawes que tiene a Anthony Hopkins en el rol principal y acaba de llegar a salas nacionales. Dividida en dos épocas, en los años 80 la cinta perfila al protagonista como un hombre jubilado que disfruta de la vida en casa junto a su esposa, Grete (Lena Olin). A partir de sus conversaciones con su viejo amigo Martin (Jonathan Pryce), vuelve a revisar con nostalgia las fotografías y documentos que ha conservado de la heroica misión que lideró cinco décadas atrás.
En tanto, en 1938, Winton (interpretado por Johnny Flynn) es un corredor de bolsa que, conmovido con la situación de los refugiados en Praga, decide comprometerse con una tarea gigantesca. Lo acompañaron en ello su madre, Babi Winton (Helena Bonham Carter), algunos amigos y voluntarios, que trabajan bajo el alero del Comité Británico para los Refugiados de Checoslovaquia.
La operación tenía como objetivo sacar a los niños de Praga en trenes y llevarlos a hogares de acogida en el Reino Unido antes de que los nazis cerraran esa vía de escape. La labor más minuciosa incluía obtener visas para cada uno de ellos y hallarles familias que pudieran recibirlos durante un tiempo. En esas circunstancias Nicholas Winton actuó guiado por su lema personal: “Si algo no es imposible, entonces debe haber una manera de hacerlo”.
Antes de que Winton falleciera, en 2015 a los 106 años, los productores Iain Canning y Emile Sherman tuvieron un primer acercamiento con él. Su respuesta los sorprendió: “Todos los que necesitan saber algo sobre mí ya lo saben, así que muchas gracias. No necesito un filme sobre mí”, les contestó. Posteriormente, tras su muerte, fue su hija quien los contactó de vuelta para preguntarles si aún estaban interesados en hacer el proyecto.
Aunque describió a la película como “esquemática”, The Hollywood Reporter resaltó la actuación del protagonista de El padre (2020). “Es una de las mejores actuaciones de Hopkins de los últimos años, bellamente subestimada, evitando gestos o acentos tontos”, apuntó.
“Hay que tener un corazón de piedra para no dejarse conmover por la extraordinaria historia real de Nicholas Winton, el ‘Schindler británico’, y por la sencillez y sincera franqueza con la que la narran los guionistas Nick Drake y Lucinda Coxon y el director James Hawes”, opinó The Guardian, junto con llamar a la cinta un “drama silenciosamente conmovedor”.
“Es un retrato profundamente conmovedor de la verdadera bondad humana”, sostuvo Los Angeles Times. “El filme está contenido emocionalmente de una manera que a veces resulta casi frustrante, pero que en última instancia refleja la naturaleza de la personalidad tranquila y modesta de Winton”.