“Hola, Niklas Stockenberg. Esperamos que haya quedado satisfecho con nuestros servicios durante este periodo, que ahora finaliza. Le quedan…catorce días…una hora…y…doce minutos…de vida”.
Un misteriosa llamada telefónica impacta al ministro de Justicia de Suecia con una amenaza, y luego hay un hallazgo de una pila de huesos en el metro de Estocolmo. Así comienza El espejismo, la nueva novela conjunta de la escritora Camilla Läckberg y el mentalista Henrik Fexeus, ambos suecos, y que acaba de llegar al país vía Planeta.
Läckberg es una autora best seller, catalogada como la Reina de la novela negra nórdica, amén de la tradición de novela negra nacida en Escandinavia (como el noruego Jo Nesbø y el sueco Stieg Larsson). Por su lado, Fexeus es un mentalista rostro de la TV sueca. Ambos juntaron sus esfuerzos para escribir una trilogía a 4 manos. Así que El espejismo es el cierre tras El mentalista y La secta.
En una rueda de prensa, a la que asistió Culto, y con el sol de la primavera nórdica entrando por las ventanas de ambos, Fexeus comenta sobre el volumen que pone fin a la saga: “El reto no era cómo terminar (la historia) porque eso lo sabíamos cuando empezamos la primera palabra del primer libro. De hecho, hay un borrador muy primario del ultimo capítulo del ultimo libro, y es casi igual a lo que aparece ahora”.
Para Camilla la mayor dificultad se encontró en el plano editorial. “El reto era convencer a la editorial de que esto terminaba, no se lo creían. Para nosotros estaba siempre clarísimo que ahora se terminaba. Ahora no tenemos ningún plan de si a haber una continuación, pero ya tenemos bastante edad para saber de que nunca digas nunca”.
¿Consideran que hay un revival de la novela negra en los últimos años? Nos responde Camilla: “La historia de la novela negra puede tener un pequeño bache de vez en cuando, pero siempre está ahi, siempre hay pasión y amor de los lectores con las historias de crímenes. Puede que en un breve período de tiempo hay cosas que se pongan de moda, como los vampiros, pero la novela negra siempre regresa”.
De hecho, a Camilla se le ha calificado también como la “Agatha Christie sueca”, amén de su carrera en solitario como autora. Pero ella se lo toma con mesura: “Mi primera historia de novela negra fue Muerte en el Nilo, de Agatha Christie. Eso fue a los 7 años, me quedaba mucho en casa y leía mucho de pequeña. Con ese libro y la auto hicieron que me enamorara del género. Entonces, cuando me comparan con ella, me pongo contenta pero me da algo de vegruenza”.
Por lo mismo, Camilla se refirió al hecho de ser una de las pocas escritoras de novela negra, heredera de nombres como Patricia Highsmith. “Siempre he sido consciente de eso. He pensado en hacer mi pequeño papel para cambiarlo, me centro mucho en la mujer cuando escribo y en mi vida diaria. En las historias de novelas negra las mujeres siempre eran las víctimas y los personajes masculinos eran los que resolvían el crimen y yo he puesto mi grano de arena para cambiar la película”.
La misma autora también comentó por qué cree que a la saga le ha ido tan bien. “Hay algo de nuevo del género de la novela negra, es que combinamos la historia tradicional detectivesca con algo de El Código da Vinci, acertijos, y personajes raros como Vincent y Mina. Ellos le han dado voz a las personas que tienen problemas a la hora de encajar en la sociedad. Complementa Fexeus: “No los hemos usado como personajes que se confrontan con la sociedad, sino que se complementan con la sociedad. Pensamos que nuestros lectores son listos y asi los tratamos, y eso parece que les fascina”.
Otro aspecto es la visión que la novela muestra de Suecia, un país con corrupción y violencia, a contrapelo de la imagen algo idealizada que se tiene de esa nación, sobre todo desde Latinoamérica. “La verdad es que esa idea (de Suecia como país perfecto) sale desde la década del 50, pero el mundo ha evolucionado. En Europa, en cuanto a violencia de bandas callejeras estamos en en el número 1. A pesar de eso, Suecia sigue siendo un país bonito y agradable pero no es el país maravilloso que se tiene en mente, no es perfecto”.
Un tema ineludible, por supuesto, es el de la Inteligencia Artificial. Acá ambos opinaron, Camilla señaló: “Yo creo que en todo este debate de la IA ni todo es tan bueno ni todo es tan malo, depende cómo lo vayas a utilizar. Por ejemplo si agarras un cuchillo carnicero, con ello puedes matar a alguien pero también puedes hacer un plato maravilloso. La IA se puede usar para cosas buenas o muy malas, puede ser una herramienta maravillosa para los escritores, pero no va a sustituir el toque humano”.
Henrik opina: “Yo creo que la mayoría de los escritores no quiere la ayuda de la IA porque por eso son escritores. La IA te da cosas que otros ya han hecho y pienso que la gente no quiere un texto que ha escrito no se sabe quién. A mí no me preocupa, no creo que nos vaya a poner en peligro”.