Antes de que la humanidad se protegiera en refugios antinucleares, y que la superficie se convirtiera en sinónimo de un infierno, existió un mundo que las personas podían habitar. De los tres personajes principales de la serie Fallout, The Ghoul es el único que conoció al planeta previo a que se desatara el apocalipsis. Su nombre era Cooper Howard y parte de su biografía es explorada durante los primeros minutos de la producción que debuta esta noche en Prime Video.
“No podía comprender a The Ghoul sin comprender su pasado”, asegura a Culto Walton Goggins, el actor que lo interpreta en la pantalla. “Hubo muchas conversaciones de ida y vuelta antes de que la filmación comenzara. Al comprender quién era, las personas de su vida y los círculos en los que se movía, tuve una idea de lo que él perdió, tanto como de cualquier otra cosa”, agrega.
En la temporalidad que aborda la ficción creada por Jonathan Nolan y Lisa Joy (Westworld), han pasado más de 200 años desde que se desató el desastre global. Mientras que Lucy (Ella Purnell) es una optimista habitante de un refugio antinuclear que debe asomarse por primera vez el exterior, The Ghoul es un cazarrecompensas de moral grisácea que se mueve en solitario. Una figura que se rige bajo sus propias reglas y que intimida tanto por su apariencia como por su comportamiento.
Una de las interrogantes que acompañó a Goggins durante el proceso fue preguntarse sobre aquello que motivó a su personaje a continuar con vida durante tanto tiempo y tras aparentemente haberlo perdido todo. “Fue un proceso extremadamente complicado y gratificante vincular a estas dos personas a través del tiempo, el trauma y el humor. ¿Cuáles son los últimos vestigios de Cooper Howard en The Ghoul? Y, viceversa: ¿qué es lo que ahora está presente en The Ghoul que pudo haber estado como una semilla en Cooper Howard? Fue un proceso largo”.
Comprometido con su tarea, el actor de Justified y Los 8 más odiados se sometió a una radical transformación física. “Como actor, realmente no me importa cómo luzco. Quiero decir, soy un poco vanidoso, pero no tanto”, dice con una sonrisa, junto con reconocer que nunca había experimentado un trabajo tan extenso y detallado de maquillaje y prostéticos.
“No pude definir quién era esta persona hasta que me pusieron el maquillaje y me puse la ropa. No sabía cómo se reía, no sabía cómo hablaba, no sabía cómo se movía. Pero he estado haciendo esto durante el tiempo suficiente para saber que, una vez que esos elementos se unieran, él estaría allí y me diría exactamente quién era. Y eso es lo que pasó con The Ghoul y Fallout”.
Su papel es una síntesis de los “ghous”, una raza ficticia de seres poshumanos que es emblemática de los videojuegos. Es uno de los puntos llamativos de una producción que, en vez de adaptar directamente los personajes o relatos ya presentes en ese medio, crea una nueva historia que funciona dentro del mismo universo.
“Fallout es una parte muy querida e integral en la vida de muchas personas en el mundo de los videojuegos. Es una experiencia visceral y enorme para las personas. Los creadores de esta historia, de esta parte del canon de Fallout, respetaron y honraron lo que este juego significa para tantos”, sostiene el actor.
“Verán cosas que les resultarán muy familiares, por lo que aterrizarán en un lugar diseñado para la experiencia de los jugadores. Y verán una historia que nunca habían visto. Eso no es fácil de lograr. De hecho, es muy, muy difícil. Porque esta historia también es para las personas que nunca han jugado Fallout. Ojalá a ellos les guste tanto como a los jugadores. Pero de lo que estoy muy orgulloso es del cuidado y la atención puestos en la representación y en la creación de esta experiencia para todos aquellos que han jugado el videojuego”.