Margaret Daino es una novicia que viaja desde Estados Unidos a Roma con el deseo de realizar sus votos y convertirse en monja. Nunca ha estado en Italia, pero allí la espera el cardenal Lawrence, un religioso que fue cálido con ella durante su infancia –cuando era una joven que sufría alucinaciones– y que actualmente es el máximo responsable de un orfanato de mujeres de la capital italiana.
Siempre impulsada por una profunda fe, Margaret se acercará a la niña más maltratada del lugar, aceptará a regañadientes salir a bailar con su compañera de habitación y se mostrará escéptica al conocer los detalles de una supuesta conspiración al interior de la Iglesia católica para traer al mundo al Anticristo.
Esas son sólo algunas de las experiencias que la actriz inglesa Nell Tiger Free (Londres, 1999) tuvo que atravesar durante su trabajo en La primera profecía, la precuela del filme de 1976, que actualmente está en cines chilenos. Si a eso se suma que su personaje está prácticamente en cada fotograma de la cinta, el resultado fue un rodaje intenso y demandante.
“Me sentía absolutamente exhausta –admite en diálogo con Culto–. Realmente lo estaba. Pero también me sentía enormemente llena de una energía emocional. Físicamente estaba exhausta, pero emocionalmente estaba en un nivel más alto”.
Reconoce que al terminar sus escenas como Margaret la recorrió una sensación “agridulce”. “Podría haber hecho esta película durante mucho más tiempo. No me sentía necesariamente lista para terminar, pero mi cuerpo quizá sí lo estaba. Fue un sentimiento bastante abrumador vivir ese último día y decir adiós”.
Free tenía apenas 11 años cuando vio el clásico dirigido por Richard Donner, el largometraje que le presentó a Damien al mundo y desató el enojo de la Iglesia católica. “Siempre he llevado a La profecía conmigo. Es bastante extraño sentirse tan apegada emocionalmente a un filme de terror, pero así me siento”, sostiene, junto con apuntar que durante las grabaciones su relación con la ficción original “cambió de manera bastante dramática, para serte honesta. Ahora se siente como una parte muy grande de mi alma. Me siento muy honrada de ser parte de la historia, la tradición y el legado”.
La debutante Arkasha Stevenson quedó impresionada con su casting y la eligió como el principal nombre de un elenco que también componen la brasileña Sônia Braga, la española María Caballero y los ingleses Bill Nighy y Ralph Ineson. Un grupo que, tal como la protagonista, tuvo que viajar a Italia para iniciar el rodaje.
“Sentí que era algo completamente natural que estuviera ambientada en Roma. Debido a que la arquitectura de Roma es tan variada, fantástica y asombrosa, (el terror) funciona muy bien en estos escenarios”, plantea. “La primera vez que estuvimos en el exterior los extras y el elenco tenían puesto el vestuario de los años 70. Fue inmersivo. Realmente lo fue. Fue como entrar en un mundo diferente, en una época diferente. Y eso se adapta maravillosamente a todas las actuaciones. Fue muy útil sentir que realmente estabas allí, que vivías allí”.
Tras despedirse de La primera profecía, la inglesa confirmó aquello que extrajo de su experiencia luego de hacer las cuatro temporadas de Servant, la serie de terror de M. Night Shyamalan para Apple TV+.
“Siempre he creído firmemente en todas las posibilidades del terror. Creo que realmente no hay límites para lo que se puede hacer, porque todo proviene de una mente creativa, se trata de la imaginación. A alguien se le ocurrió la historia de esta película, de este niño, del nacimiento del Anticristo, y luego, 50 años después, todavía estamos aquí, sentados hablando de ella. Creo que eso demuestra lo poderosa que puede ser una gran historia”, reflexiona.
“La profecía es una historia fantásticamente elaborada. Tenemos la suerte de contar con un excelente material de origen con el que jugar y darle nuestro giro”, cierra.