Ya sea por un conflicto entre el director y los productores, por desavenencias con el elenco o por sucesos trágicos, Hollywood posee su propio historial de superproducciones con una trastienda caótica. Sólo en la revisión de los últimos años asoman casos como Guerra Mundial Z (2013), Los 4 Fantásticos (2015), Escuadrón Suicida (2016) y Han Solo: Una historia de Star Wars (2018), títulos cuyo desorden interno se manifestó en lo que terminaron viendo los espectadores en los cines.
Metalstorm, un blockbuster que mezcla elementos de ciencia ficción y western (y que tiene un sospechoso parecido con Cowboys & Aliens y Dune), pertenece a esa clase de producciones problemáticas. Filmada en Australia, la película es la nuevo gran apuesta de Tom Ryder (Aaron Taylor-Johnson), una de las estrellas de acción más cotizadas del mundo.
La dirección de la cinta recae en Jody Moreno (Emily Blunt), una experimentada operadora de cámara que debuta en ese rol. Si a diario ya enfrenta toda clase de retos con un proyecto de esa envergadura, su experiencia en el set amenaza con transformarse en un infierno cuando Ryder se esfuma y, en paralelo, se integra a la producción Colt Seavers (Ryan Gosling), un doble de acción que es la expareja de Jody.
Si bien cuesta encontrar en su trayectoria un largometraje que haya encarado una filmación tan atribulada como esa, Blunt (Londres, 1983) asegura que el mundo que se describe en Profesión peligro –que se estrena este jueves en cines nacionales– le resulta familiar. Se detiene en particular en la personalidad que representa el ficticio Tom Ryder, un ególatra y prepotente que cree estar por encima de todos.
“Es uno de esos actores que son una pesadilla con los que todos hemos estado. Me siento muy mal por los directores cuando tienen que lidiar con ellos, y lo he presenciado en algunas ocasiones a lo largo de mi carrera”, indica la actriz en una entrevista genérica compartida a este medio.
Definida como una comedia de acción que involucra la difícil creación de una película –y enaltece la labor de los dobles de riesgo–, Profesión peligro exigió que sus implicados compartieran sus recuerdos en otras cintas.
“Había mucho que explorar a partir de nuestras propias experiencias en esta industria. Formas amistades de manera muy acelerada con gente en un set de filmación, y estás en una especie de club secreto con estos chistes y bromas que teníamos que inyectar en este proyecto”, señala la actriz recién nominada a los Oscar por Oppenheimer (2023).
“Aquí mostramos la yuxtaposición del espectáculo y la realidad de hacer cine, que es hermosa. Es absurda y maravillosa al mismo tiempo. Y existe otra capa de tensión que implican los filmes de acción, como realizar estas secuencias de riesgo durante horas para luego dejar caer a alguien desde un edificio”.
Originalmente, en la película dirigida por David Leitch (Tren bala) y escrita por Drew Pearce (Iron Man 3), una adaptación libre de la serie de televisión de los 80, la profesión de su personaje era una maquilladora, otro oficio del cine que en general tiene menos reconocimiento del que merecería (aunque, a diferencia de los dobles de acción, poseen desde hace años su propia categoría en los Oscar). La intérprete de El diablo viste a la moda (2006) recibió el guión justo después de que Jody hubiera sido reescrita como una cineasta que enfrenta su primera incursión en la silla de director.
“Me involucraron completamente en el mundo creativo y pude construir mi personaje con ellos”, sostiene. “Jody es realmente cálida y acogedora, pero también excéntrica y un poco desordenada, como todos nosotros”. Según reveló recientemente, una de sus inspiraciones para darle forma fue Greta Gerwig, la directora de Mujercitas (2019) y de Barbie (2023), el mayor fenómeno del último año. ¿Por qué motivo? “Por la calidez y el encanto, supongo que hay un poco de Greta allí”, detalló a la revista Total Film.
Profesión peligro se ha ganado elogios por su humor y su espectacularidad, pero sobre todo por la gran química que explotan Blunt y Ryan Gosling, una complicidad que han demostrado en las últimas semanas en instancias como los Oscar y Saturday Night Live. En la ficción ambos interpretan a dos miembros de la industria cinematográfica que se enamoraron en un proyecto anterior, pero que terminaron tras la actitud distante que tomó Colt Seavers luego de sufrir un accidente que casi le cuesta la carrera. El reencuentro provoca que salten chispas entra la realizadora y el doble de acción.
“Siento que este término se usa mucho con ciertos actores, pero realmente no conozco a nadie que pueda ser tan cautivador, divertido, inteligente e ingenioso como Ryan, y al mismo tiempo capturar el aspecto físico de ese papel”, expresa la británica. “Creo que todas las exquisitas cualidades de Ryan se combinaron en este papel perfecto para él”.
La dinámica entre ambos evoca la clase de romance –envuelto en impecable acción– que Hollywood parece haber renunciado a replicar en la pantalla grande. “Creo que el romance en las películas ha quedado atrás, y es triste porque crecí viendo esas increíbles comedias románticas de acción. Entonces, Profesión peligro es 100% una carta de amor y un regreso a esos filmes que me causan tanta nostalgia”.
David Leitch ha manifestado que quiere continuar ese universo y hacer tantas secuelas como las que tuvo Arma mortal (cuatro por ahora). El tiempo lo dirá, pero cuesta resistirse a la idea.